Boletín de Noticias / Newsbulletin

No. 1621

Español / English

06 – 10 – 2012



Español:

English:


Español


¿Por qué Chávez?

Genera tanto resentimiento en sus adversarios porque "ha sabido emancipar a su pueblo de la resignación".


Por Jean-Luc Mélenchon e Ignacio Ramonet


Hugo Chávez es, sin duda, el jefe de Estado más difamado en el mundo. Al acercarse la elección presidencial del 7 de octubre, esas difamaciones se tornan cada vez más infames, tanto en Caracas como en Francia y en otros países. Atestiguan la desesperación de los adversarios de la revolución bolivariana ante la perspectiva (que las encuestas parecen confirmar) de una nueva victoria electoral de Chávez.


Un dirigente político debe ser valorado por sus actos, no por los rumores vehiculados en su contra. Los candidatos hacen promesas para ser elegidos: pocos son los que, una vez en el poder, las cumplen. Desde el principio, la promesa electoral de Chávez fue muy clara: trabajar en beneficio de los pobres, o sea –en aquel entonces–, la mayoría de los venezolanos. Y cumplió su palabra.


Por eso, este es el momento de recordar lo que está verdaderamente en juego en esta elección, ahora cuando el pueblo venezolano se alista para votar. Venezuela es un país muy rico, por los fabulosos tesoros de su subsuelo, en particular sus hidrocarburos. Pero casi todas esas riquezas estaban acaparadas por las elites políticas y las empresas trasnacionales. Hasta 1999, el pueblo sólo recibía migajas. Los gobiernos que se alternaban, democratacristianos o socialdemócratas, corruptos y sometidos a los mercados, privatizaban indiscriminadamente. Más de la mitad de los venezolanos vivía por debajo del umbral de pobreza (70.8 por ciento en 1996).


Chávez hizo que la voluntad política prevaleciera. Domesticó los mercados, detuvo la ofensiva neoliberal y posteriormente, mediante la implicación popular, hizo que el Estado se reapropiara los sectores estratégicos de la economía. Recuperó la soberanía nacional. Y con ella, ha procedido a la redistribución de la riqueza, en favor de los servicios públicos y de los olvidados.


Políticas sociales, inversión pública, nacionalizaciones, reforma agraria, casi pleno empleo, salario mínimo, imperativos ecológicos, acceso a la vivienda, derecho a la salud, a la educación, a la jubilación… Chávez también se dedicó a la construcción de un Estado moderno. Ha puesto en marcha una ambiciosa política del ordenamiento del territorio: carreteras, ferrocarriles, puertos, represas, gasoductos, oleoductos.


En materia de política exterior, apostó por la integración latinoamericana y privilegió los ejes sur-sur, al mismo tiempo que imponía a Estados Unidos una relación basada en el respecto mutuo… El impulso de Venezuela ha desencadenado una verdadera ola de revoluciones progresistas en América Latina, convirtiendo este continente en un ejemplar islote de resistencia de izquierdas alzado en contra de los estragos del neoliberalismo.


Tal huracán de cambios ha volteado las estructuras tradicionales del poder y acarreado la refundación de una sociedad que hasta entonces había sido jerárquica, vertical, elitesca. Esto sólo podía desencadenar el odio de las clases dominantes, convencidas de ser los legítimos dueños del país. Son estas clases burguesas las que, con sus amigos protectores de Washington, vienen financiando las grandes campañas de difamación contra Chávez. Hasta llegaron a organizar –en alianza con los grandes medios que les pertenecen– un golpe de Estado, el 11 de abril de 2002.


Estas campañas continúan hoy día y ciertos sectores políticos y mediáticos europeos se encargan de corearlas. Asumiendo –lamentablemente– la repetición como si fuera una demostración, los espíritus simples acaban creyendo que Hugo Chavez estaría encarnando un régimen dictatorial en el que no hay libertad de expresión.


Pero los hechos son tozudos. ¿Alguién ha visto un régimen dictatorial ensanchar los límites de la democracia en vez de restringirlos? ¿Y otorgar el derecho de voto a millones de personas hasta entonces excluidas? Las elecciones en Venezuela sólo ocurrían cada cuatro años, Chávez organiza más de una por año (14 en 13 años), en condiciones de legalidad democrática, reconocidas por la ONU, la Unión Europea, la OEA, el Centro Carter, etcétera.


Chávez demuestra que se puede construir el socialismo en libertad y democracia. Y convierte incluso ese carácter democrático en una condición para el proceso de transformación social. Chávez ha probado su respeto al veredicto del pueblo, renunciando a una reforma constitucional rechazada por los electores vía referéndum en 2007. No es casual que la Foundation for Democratic Advancement (FDA), de Canadá, en un estudio publicado en 2011, situara entonces a Venezuela en el primer lugar de los países que respetan la justicia electoral.


El gobierno de Hugo Chávez dedica 43.2 por ciento del presupuesto a las políticas sociales. Resultado: la tasa de mortalidad infantil ha sido dividida por dos. El analfabetismo, erradicado. El número de docentes, multiplicado por cinco (de 65 mil a 350 mil). El país presenta el mejor coeficiente de Gini (que mide la desigualdad) de América Latina. En su informe de enero de 2012, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, un organismo de la ONU) establece que Venezuela es el país suramericano que –junto con Ecuador–, entre 1996 y 2010, ha logrado la mayor reducción de la tasa de pobreza. Finalmente, el instituto estadunidense de sondeos Gallup ubica al país de Hugo Chávez como la sexta nación más feliz del mundo.


Lo más escandaloso, en la actual campaña de difamación, es pretender que la libertad de expresión esté constreñida en Venezuela. La verdad es que el sector privado, hostil a Chávez, controla allí ampliamente los medios de comunicación. Cada cual puede comprobarlo. De 111 canales de televisión, 61 son privados, 37 comunitarios y 13 públicos. Con la particularidad de que la parte de la audiencia de los canales públicos no pasa de 5.4 por ciento, mientras que la de los privados supera 61 por ciento... Mismo escenario para los medios radiales. Y 80 por ciento de la prensa escrita está en manos de la oposición, siendo los dos diarios más influyentes –El Universal y El Nacional–, adversos al gobierno.


Nada es perfecto, por supuesto, en la Venezuela bolivariana –¿dónde existe un régimen perfecto?–. Pero nada justifica esas campañas de mentiras y de odio. La nueva Venezuela es la punta de lanza de la ola democrática que, en América Latina, ha barrido con los regímenes oligárquicos de nueve países, apenas caído el Muro de Berlín, cuando algunos vaticinaban el fin de la historia y el choque de las civilizaciones como horizontes únicos para la humanidad. La Venezuela bolivariana es una fuente de inspiración de la que nos nutrimos, sin ceguera, sin inocencia. Con el orgullo, sin embargo, de estar del buen lado de la barricada y de reservar los golpes para el malévolo imperio de Estados Unidos, sus tan estrechamente protegidas vitrinas del Cercano Oriente y dondequiera reinen el dinero y los privilegios. ¿Por qué Chávez despierta tanto resentimiento en sus adversarios? Indudablemente porque, tal como lo hizo Bolívar, ha sabido emancipar a su pueblo de la resignación. Y abrirle el apetito por lo imposible.


Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2012/10/05/opinion/024a2pol


http://www.telesurtv.net/articulos/2012/10/05/por-que-chavez-9708.html


La gran toma de Caracas Venceremos

Written by Lucha de Clases (Venezuela) Friday, 05 October 2012


En 1.989 (en el Caracazo) en las calles de Caracas comenzó la revolución mundial que hoy está en las calles de Grecia, España, Portugal y el resto del mundo” Hugo Chávez


Ayer 04 de Octubre la ciudad de Caracas fue tomada por la revolución para cerrar la campaña electoral de Hugo Chávez. El pueblo trabajador una vez más dio ejemplo de la comprensión de su papel histórico en un cierre que sin duda dejo claro de qué lado estará el próximo domingo 7 de Octubre.


Durante todo este año se desarrollo una fuerte campaña de parte de la oposición quienes desde que lazaron sus candidaturas para elecciones primarias, entre escándalos de manipulación de las maquinas, quema de actas de verificación de resultados y denuncias de trampas entre ellos mismos, fue electo el actual candidato Enrique Capriles.


No es un secreto para nadie los intereses nacionales e internacionales que impulsan la campaña de la derecha, montañas de dinero han nutrido las carteras de los dirigentes opositores quienes conscientes de su propia derrota optan por aprovechar la campaña para hacer negocios ocultos y sacar una buena tajada a los ilusos financistas burgueses.


Uno de los casos más sonados es el de Juan Carlos Caldera diputado de la Asamblea Nacional quien fue grabado recibiendo dinero en efectivo de un empresario para estrechar lazos con el candidato y hasta el mismo padre de Capriles pidiendo a un alto burgués caraqueño que le entregara dinero en efectivo para financiar la campaña que más que una campaña se convirtió en un lucrativo oficio.

El paquetazo y la mala gestión burocrática


Si algo caracteriza a la oposición venezolana es su falta de atino e inteligencia, razón por la cual firmaron en conjunto con los distintos factores que la conforman el “Programa de la Unidad” y otro “programa para los primeros 100 días de gobierno democrático” ambos documentos señalan las verdaderas intenciones de aplicar un paquete de medidas que contemplen la privatización de la todo, grandes recortes sociales y desmantelamiento de los logros de los últimos años de lucha, un paquete al estilo Grecia, España o Portugal que ha sido denunciado por algunas individualidades de la oposición que saben que con el nivel de politización, radicalización y polarización que hay hoy en Venezuela, un intento de aplicar este tipo de medidas causaría una explosión social la cual la burguesía no está nada segura de poder contener. Esto causo un giro en la campaña de Chávez en torno al factor económico y la defensa de las conquistas sociales ganadas en revolución a demás de dejar claro que el proceso aun es reversible.


img_87591349387049En los últimos días Chávez ha dado un tinte crítico a la campaña señalando que el gobierno debe ser más eficiente y que lo que defenderemos este 7 de octubre es la posibilidad de continuar la Revolución y garantizar la independencia del imperialismo. Recordemos que es la primera vez que Chávez recorre las calles del país desde que se conoció su enfermedad y manifestó la noche de ayer que lo que más le preocupa es la cantidad de papeles que le el pueblo le hace llegar solicitando sean atendidas necesidades del día adía, desde su punto de vista esto se debe a la falta de seguimiento de las decisiones, se quejo de que el aprobaba recursos, Leyes, daba órdenes y tiempo después se enteran que por cuestiones burocráticas no se ejecutaban. Lo cual es tatamente correcto y a la larga causa el descontento que existe entre los militantes de base del partido y el pueblo en general con la gestión de la burocracia en todos los niveles, los venezolanos ven en Chávez, con gran respeto y cariño al líder y garantía de continuidad de la Revolución, sin embargo ven en el resto de la dirigencia a una casta oportunista que viene desmovilizando a muchos con sus actuaciones que llegan a niveles de saboteo, freno y obstaculización de la Revolución.


Leopoldo

La locura de la derecha


Todo se puede esperar de la burguesía, han echado a rodar todo tipo de dudas y campañas de descredito en contra del árbitro electoral CNE e incluso algunos han llamado a sus seguidores a festejar el triunfo por adelantado pese a que esto puede causar gran frustración y generar disturbios en el sector más loco y neofascista que en su momento fuese dirigido por Capriles y Leopoldo López hoy líderes de la oposición.


Sin duda alguna este 7 de octubre la revolución volverá a imponerse, la discusión no es si ganamos las elecciones sino por cuantos votos ganamos, para neutralizar los planes de la burguesía de cantar fraude y llamar a la desestabilización. El llamado es a votar masivamente, a tempranas horas y a mantenerse alerta ante cualquier intento de guarimba de la loca dirigencia opositora, la Revolución la defenderemos en las urnas electorales y en las calles también de ser necesario solo garantizando el triunfo este 7 de octubre podremos dar el frente a las batallas por venir, el siguiente periodo será una lucha feroz contra la burocratización del proceso y el triunfo irreversible de la Revolución el tiempo está en nuestra contra.


¡Viva la Revolución!

http://www.marxist.com/la-gran-toma-de-caracas-venzeremos.htm


Todo lo que quería saber sobre Venezuela

Por Luis Britto García

Jueves 4 de Octubre de 2012, 04:40 am


Una comparación entre la realidad venezolana y la crisis en los países europeos.


¿Qué son más interesantes, las conferencias o las preguntas que se plantean después de ellas? Reproduzco algunas que me formularon durante una gira por Europa, con las respuestas.


En todas partes me inquieren: -¿Y la salud del Presidente?


-Lo veo en plena posesión de sus facultades físicas y mentales.


Cuando indagan sobre el sistema electoral venezolano, les leo la declaración donde el ex presidente Carter afirma que es uno de los más perfectos del mundo, mientras que el de Estados Unidos es uno de los menos perfectos del planeta.


En Frankfurt, capital financiera de Europa, camino por calles donde se suceden los comercios en quiebra. En la Casa Sindical DGB Haus un sindicalista inquiere: -¿Ha hecho algo Venezuela para romper la dependencia hacia los hidrocarburos?


-Culminó una campaña nacional para sustituir bombillos fotovoltaicos por fluorescentes. Tenemos dos represas hidroeléctricas gigantescas, la del Guri y la de Caroachi, y desde 2002 estamos construyendo la Manuel Piar, que ahorrará unos 25 millones de barriles de petróleo por año. Como en el resto del mundo, apenas empezamos la sustitución por energías renovables, pero empezamos bien.


En el aeropuerto de Estocolmo un retrato mural glorifica a Ingmar Bergman, a quien las autoridades suecas persiguieron, humillaron públicamente y escarnecieron por una insignificante deuda de impuestos. En el II Seminario Nórdico de Medios de Comunicación y América Latina en el ABF-Huset, me inquieren sobre las medidas para frenar la agresión de los monopolios mediáticos contra las democracias.


-Legislación, para obligar a informar en forma veraz, imparcial y oportuna, limitar la emisión de publicidad, evitar la incitación al racismo y la discriminación racial y establecer la responsabilidad de los comunicadores. Emisoras alternativas, de servicio público o comunitarias, para equilibrar el abrumador predominio numérico de los medios privados. Educación del público, para enseñarle a descifrar los códigos mediáticos y advertir sus engaños.


En el Centrum fur Marxistica Samballstudien un provocador con acento antillano me pregunta si estoy de acuerdo con implantar un sistema tipo cubano en Estocolmo.


-Estoy de acuerdo en que haya un sistema tipo cubano en Cuba.


En Belgrado recorro avenidas donde todavía edificios públicos bombardeados permanecen como amasijos de cabillas y cascote incinerado, hasta la Academia Megatrends, donde un estudiante se queja: -Nos cobran matrículas educativas altísimas.


-En Venezuela mucho más del 80% de los educandos cursan en institutos públicos, gratuitos en todos los niveles, salvo en algunos postgrados. Dedicamos mucho más del 6% del Producto Interno Bruto a la Educación; entre 2009 y 2011 la inversión educativa creció 1.800%. En la última década el gobierno ha creado 20 casas de educación universitaria, cuatro institutos universitarios de tecnología, 6 universidades politécnicas y 10 nuevas universidades; la matrícula en educación superior se duplicó de 894.418 educandos en 2000 a 2.109.331 en 2009. Estudian 9.329.703 personas: uno de cada tres venezolanos.


También en Belgrado me preguntan: -¿Algunos movimientos derechistas que operaron en Serbia exportan sus tácticas a Venezuela?


-Nuestra derecha importa tanto su ideología como sus símbolos. Algunos estudiantes acomodados usaron disfraces de manitas blancas, lucieron camisetas con el puño de Otpor, se bajaron los pantalones para enseñar el trasero. Pero el hábito no hace al gobernante.


En el Foro convocado por nuestra Misión en La Haya un diplomático inquiere:-¿Recibe la oposición financiamientos externos?


-La investigadora Eva Golinger ha demostrado que fondos de la USAID, del National Endowment for Democracy y de ONG foráneas mantienen a la oposición. En Wikileaks consta que varios opositores fueron a pedir dinero a la embajada de Estados Unidos, y como no les contestaron de inmediato, repitieron la petición en inglés.


Alguien se preocupa por el retiro de Venezuela de la Comisión y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos.


-La OEA ha legitimado todas las intervenciones armadas de Estados Unidos contra América Latina y el Caribe; su Comisión de Derechos Humanos reconoció de facto la dictadura surgida del golpe de Estado del 2012 en Venezuela y no tomó medidas a favor del presidente legítimo, que se encontraba secuestrado. Ni Estados Unidos ni Canadá se han sometido nunca a esos organismos. Tampoco tenemos que someternos nosotros, sobre todo cuando intentan suplantar a nuestros tribunales y sentenciar en cuestiones que afectan el orden constitucional interno.


Largo rato tardo en convencer a una periodista de que no, el Consejo de Estado no decidirá la sucesión presidencial, de que el orden de suceder está en la Constitución Bolivariana, sancionada en referendo por la abrumadora mayoría de la población.


En Hamburgo, durante un siglo destino de nuestras exportaciones de café y cacao, paso horas embriagadoras en el Museo Naval fotografiando modelos de carabelas, navíos de línea, acorazados: todas las flotas con las cuales Europa irrumpió al asalto del mundo. En el Spanisches Kulturinstitut Cervantes una dama se inquieta por la inseguridad.


-Hasta 2008 el Instituto Nacional de Estadística registraba unos mil homicidios por año. El año inmediato el INE hace una Encuesta sobre Percepción Ciudadana de Inseguridad entre 5.000 personas, las cuales opinan que en Venezuela habrá unos 19.000 homicidios anuales. Pero una opinión no es un homicidio. Por el contrario, la suma total de delitos bajó de 155.080 en 2009, a 143,774 en 2010 y 129.210 en 2012. Todos los que hoy delinquen se formaron cuando mandaba la oposición. En ese entonces se podía enviar a un ciudadano a cumplir trabajos forzados durante años mediante un simple memorando que lo acusara de no tener oficio o profesión conocida. También, se detenía ilegalmente a barrios completos, y se los liberaba a capricho. Las mayores tasas delictivas se registran en estados donde la oposición gobierna: Zulia, Táchira, Carabobo, Miranda. El proceso bolivariano ha creado una Policía Nacional, una Universidad Experimental de la Seguridad y un Ministerio de Asuntos Penitenciarios.


Un obrero se refiere al generalizado desempleo, falta de habitaciones e irrespeto a los derechos del trabajador en Europa, que entre otras formas se manifiesta por la tercerización laboral.


-En Venezuela está en marcha un ambicioso plan para construir dos millones de viviendas para los trabajadores. El año 2011 las lluvias dejaron cien mil compatriotas sin hogar: se los ha alojado en ministerios, en edificios públicos, hasta en hoteles de lujo mientras se los provee de techo. A mediados de los noventa, un acuerdo entre el gremio patronal, la cúpula sindical y el gobierno privó a los trabajadores de sus prestaciones sociales, que la nueva Ley del Trabajo les ha restituido. Esta norma también prohíbe categóricamente la tercerización, vale decir, la contratación de los trabajadores a través de entes ficticios para negarles el reclamo de sus derechos. La tasa de desempleo en Venezuela es de 6%, en contraste con la desocupación de 25% en España.


En la Universidad Friedrich Schiller de Jena un estudiante me pregunta: -¿De verdad sienten los latinoamericanos la necesidad de unirse?


-Alemania fue hasta el siglo XIX una diversidad de principados antagónicos ¿Sintieron los alemanes la necesidad de unirse como una sola nación? Alemania fue hasta finales del siglo XX dos Alemanias ¿Será que sintieron los alemanes la necesidad de unificarse? ¿Y por qué los latinoamericanos no?


¿Sobre cuántas cosas más no me preguntan en todas partes? Acerca de las repercusiones de la decisión electoral en Venezuela en los procesos de integración latinoamericana, que serían significativas. Con respecto al Socialismo del Siglo XXI. Sobre las compras de armamentos, explicables cuando Estados Unidos eleva a 47 sus bases en la región y un país vecino tiene medio millón de hombres en su presupuesto militar. Acerca de una supuesta masacre de indígenas por mineros ilegales, que recorre los medios del mundo a pesar de que por ninguna parte aparece ni una sola prueba de que haya ocurrido, ni un solo desmentido ante la falta de pruebas. Acerca de las semejanzas y diferencias entre los movimientos sociales de Venezuela y América Latina y los de Europa. Los latinoamericanos también preguntamos muchísimo antes de comprender que sólo nosotros podíamos darnos nuestras propias respuestas.


Salto a Weimar, eludo la casa del cortesano Goethe y doy una larga caminata hasta el archivo del recalcitrante Nietzsche. Su marmórea mascarilla mortuoria me interroga si el Reino de la Libertad no será el paso necesario para la transmutación de todos los valores.


En el helado crepúsculo de Frankfurt, entre edificios que parecen frascos de perfume las grúas terminan el rascacielos del Banco Europeo mientras el euro se derrumba. Una señora me pregunta si es verdad que los bolivarianos preparan una ley para prohibir la minifalda.


-Sí, pero sólo a las damas suficientemente ingenuas para creerlo.


Fuente: http://www.cubadebate.cu/especiales/2012/10/04/todo-lo-que-queria-saber-sobre-venezuela/


http://www.telesurtv.net/articulos/2012/10/04/todo-lo-que-queria-saber-sobre-venezuela-2606.html


Chávez: Objetivos históricos del Proyecto Socialista abarcan la globalidad

Caracas, 04 Oct. AVN.- El candidato socialista Hugo Chávez indicó este jueves que los 5 objetivos históricos del segundo Plan Socialista de la nación 2013–2019 abarcan la globalidad, "cada uno se interconecta uno con el otro".


"Yo trabajé en un 100% en los 5 grandes objetivos históricos y éstos fueron ampliados por los equipos, en discusiones, en las regiones", dijo durante un programa especial transmitido por Venezolana de Televisión (VTV).


En este sentido, destacó que más adelante pudiesen surgir más objetivos para este proyecto nacional, pero indicó que es necesario la discusión del plan con todos los sectores de la población.


"Pudiesen surgir un sexto o un séptimo, por eso llamo a todos los sectores del país, a la juventud, a todos los partidos políticos, llamo incluso a la derecha, para que hagan sus aportes", manifestó.


Por ello, se comprometió, para el próximo período presidencial 2013–2019, a dedicarse más a fondo a los problemas del pueblo para darle respuestas y soluciones concretas.


"He estado muy dedicado a las grandes estrategias políticas, económicas, en el tema internacional y petrolero, para afianzar las bases de proyecto socialista", añadió.


El programa de gobierno de Chávez contempla cinco objetivos estratégicos: Defender y consolidar la independencia nacional, continuar la construcción de una patria socialista como alternativa al sistema capitalista, convertir a Venezuela en una potencia social, económica y política naciente en América Latina y el Caribe, así como contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica nacional pluripolar y preservar la vida en el planeta y salvación de la humanidad.


Petróleo venezolano


Por otra parte, Chávez resaltó que Venezuela debe mantener su independencia en el manejo del petróleo, el cual es el principal recurso natural de la nación.


"El objetivo de la independencia no es una abstracción, por ejemplo, nunca hubo independencia en el manejo del petróleo", indicó.


Recordó que en gobiernos de la cuarta República la burguesía entregó el petróleo a las grandes transnacionales intencionales.


"Ellos regalaban el petróleo, lo vendían Estados Unidos con descuento, y eso es algo que no se podía permitir", aseveró.


Resaltó que Venezuela tiene un liderazgo en el ámbito del petróleo, reconocido mundialmente.


"Hemos logrado captar la riqueza petrolera gracias a nuestras leyes, cerca 300 mil millones de dólares, que si no hubiese sido por la revolución se hubieran ido del país" añadió.


Aseguró que estos ingresos petroleros han sido destinados para la educación, el empleo, la salud, en beneficio de todos los sectores sociales de la población.

AVN

Fecha: 05/10/2012


http://www.abrebrecha.com/241695_Ch%C3%A1vez:-Objetivos-hist%C3%B3ricos-del-Proyecto-Socialista-abarcan-la-globalidad.html


Las elecciones en Venezuela determinan el futuro de Latinoamérica

Viernes, 05 de Octubre de 2012 04:18


Níkolas Stolpkin


El termino del siglo XX y el inicio siglo XXI han puesto a Venezuela en un lugar privilegiado en la escena política y los horizontes latinoamericanos que vienen a romper con el tradicional acomodo a los intereses de EEUU.


El presidente Hugo Chávez representa, en cierto modo, el cambio de dirección que hoy Latinoamérica está protagonizando, dando continuidad y profundidad a un modo de ejercer política iniciado en Chile por Salvador Allende a inicios de la década del 70 en lo que se refiere a la construcción del socialismo desde dentro de una formación socioeconómica capitalista y que bien sabemos cómo acabó todo.


La amenaza a dicha forma de ejercer política estará latente y no se habrá de disipar mientras sigan habiendo fuertes intereses contrarios a los intereses populares, principales beneficiados del actual modo de hacer política hoy en Venezuela.


Es habitual que los representantes de grandes intereses habrán de ver siempre una amenaza allí donde sus intereses particulares se puedan ver perjudicados para desenvolverse.


Hoy Venezuela está en el foco de atención de los Grandes Medios ya que, al ser estos representantes ideológicos de los grandes intereses económicos, saben muy bien lo que significa la continuidad en el poder de Hugo Chávez.


Para nadie es ajeno de que en las últimas décadas Latinoamérica ha sido protagonista de serios cambios en relación al comportamiento sumiso que ha venido arrastrando históricamente muchos países en el continente. Y Venezuela, con el presidente Hugo Chávez, han tenido mucho que ver con el actual cambio, transformándolo en el motor de dichos cambios.


Por lo anterior, es que las elecciones en Venezuela tienen un alto grado de relevancia para el continente y su futuro. Al ser Venezuela y su presidente, Hugo Chávez, el motor de los presentes cambios, se hace fundamental poner mucha atención a lo que allí suceda.


Un triunfo de Hugo Chávez habrá de significar el avance de un modo de hacer política que es ejemplo para los pueblos de Latinoamérica y el mundo y, a su vez, un avance en el desprendimiento de la influencia de EEUU dentro de la región.


Un triunfo de Henrique Capriles solo podría significar un retroceso para el continente Latinoamericano y un afianzamiento de los intereses de EEUU en la región; significa un retroceso en cuanto al poder alcanzado por las clases populares de Venezuela, que se verían obligados a retomar el viejo camino de la apatía.


Hay que estar muy atentos a las elecciones presidenciales en Venezuela a realizarse el próximo 07 de Octubre.


La presencia de observadores internacionales, como en ocasiones anteriores, habrán de dar transparencia y validar internacionalmente un proceso que perfectamente algunos sectores, tanto nacional como internacionalmente, quieran hacer daño si los resultados le fueran adversos.


Ya hemos conocido muy bien cómo el “cambio” de jefes de Estado, en el Magreb y Medio Oriente, ha sido respaldado por la llamada “comunidad internacional”. ¿Algunos grupos que se puedan ver perjudicados en los resultados de las próximas elecciones en Venezuela, querrá importar el modelo de “cambio” que muy bien nos han habituado los Grandes Medios a observar en el Magreb y el Medio Oriente? ¿Las próximas elecciones podrían ser un espacio propicio para que los opositores quieran desestabilizar al país por medio de la violencia “planificada” y secundada por fuerzas externas?


Mucha atención a las elecciones en Venezuela. La reforzada presencia militar de EEUU en la región, y próxima a Venezuela, no es ningún adorno. No podemos cerrarnos a ninguna posibilidad.


http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=23605%3Alas-elecciones-en-venezuela-determinan-el-futuro-de-latinoamerica&catid=36%3Avenezuela&Itemid=55


VEA LAS FOTOS DE LAS 7 AVENIDAS QUE DEJARON BOCA ABIERTA A CAPRILES

04/10/2012 | Actualizado 07:01:30 pm


Ni la lluvia pudo parar la marea roja, que debordó las avenidas Bolívar, Baralt, Lecuna, Urdaneta, Universidad, México y Fuerzas Amadas. Caracas fue tomada en su totalidad.














http://laiguana.tv/noticias/2012/10/04/1807/VEA-LAS-FOTOS-DE-LAS-7-AVENIDAS-QUE-DEJARON-BOCA-ABIERTA-A-CAPRILES.html


Sería una gran estupidez del pueblo venezolano si ganara Capriles

Viernes, 05 de Octubre de 2012 04:45

Sabino Menolasina

De acuerdo a comentarios hechos por catedráticos y políticos en Europa “las medidas que esta implementado el gobierno venezolano “son excelentes políticas, porque van en sentido contrario a lo que sucede en Europa”. Podemos observar cómo, gracias a los programas del gobierno del presidente Chávez, donde se ha incrementado el gasto público, nuestra economía se ha reactivado, mientras que en Europa se contrae el gasto público y su economía va cada vez más palo abajo. Esto ocurre, simplemente debido a que los gobiernos europeos tratan de salvar a los bancos y no a sus pueblos.


La crisis en Europa es culpa de los bancos. La autonomía que le han dados a los bancos europeos los gobierno de Europa, ha hecho que estos hayan funcionados paras beneficiar a un pequeño grupo de ciudadanos en detrimento de la mayoría del pueblo europeo. El programa de gobierno de Capriles busca darle autonomía al Banco Central de Venezuela (BCV), lo cual conduciría, de ganar las elecciones a que no haya un control democrático de las instituciones bancarias y los intereses regulados de los créditos a sectores especiales (agrícola, turismo, industria) tan vitales en estos momentos para el desarrollo tecnológico de nuestro país se irían por las nubes y los parámetros de regulación existentes en el mercado inmobiliario desparecerían dejando indefensos a una gran cantidad de venezolanos que en los momentos actuales están viendo hecho realidad su sueño de tener un vivienda propia.


Lo mismo que está ocurriendo en España podría pasarnos a nosotros de ganar Capriles, ya que igual que Mariano Rajoy (el presidente español), Capriles desarrollará las políticas de recorte neoliberales que están plasmadas en su programa de gobierno y que no ha querido debatir con el pueblo venezolano durante su campaña electoral.


Si ganara Capriles, nuestra educación se privatizaría siguiendo el modelo por ejemplo que se viene desarrollando en Chile, en donde el sistema educativo es un sistema descabellado y absurdo, que tiene bajo esclavitud a más de 100 mil jóvenes, y que, según el mismísimo Banco Mundial que no es un órgano oficial del Partido Comunista, el nivel del endeudamiento de los estudiantes es muy alto con índices de morosidad mayores al 50% y todo esto como resultado de un sistema educacional centrado en el lucro de las empresas-universidades y de los bancos.


Si ganara Capriles nuestra industria petrolera dejará de ser del pueblo y pasaría hacer de las grandes transnacionales gringas y europeas y el venezolano común que representa la mayoría del pueblo venezolano pasaría nuevamente a sufrir.


Si ganara Capriles, las políticas económicas que se aplicarían, conducirían a que el Estado venezolano deje de financiar los programas de las misiones que se están ejecutando actualmente, gracias a nuestro Presidente Chávez. La salud pasaría hacer solo privilegio de los ricos y la calidad de vida de la mayoría del pueblo venezolano sería paupérrima.


sabino@ula.ve

http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=23607%3Aseria-una-gran-estupidez-del-pueblo-venezolano-si-ganara-capriles-&catid=36%3Avenezuela&Itemid=55


English


Lies, half truths and bias - the world’s media and the Venezuelan election

Written by Jorge Martin - Hands off Venezuela

Friday, 05 October 2012


Once again there has been a remarkably well coordinated campaign of disinformation regarding the Venezuelan presidential elections on Sunday October 7.


Chavez rallyThe whole of the world’s media has more or less followed the same script: A tired, sick autocratic caudillo (military dictator), Chavez, is facing the young, dynamic, democratic, centre-left candidate of the united opposition. While Chavez is squandering the country’s oil money, Capriles would maintain the social programs but bring efficiency to them. While there is no scope for fraud, the campaign has not been free and fair. Chavez commands hysterical support from the mobs in few big rallies, while Capriles has criss-crossed the country getting his message across to a population thirsty for change. The opinion polls are allegedly showing a technical draw, while some in the last week have shown Capriles to be ahead. Capriles supporters have faced violence from the chavista mob, but the opposition candidate has kept his cool. Chavez has threatened civil war if he loses, while Capriles is the candidate of peace.


Every single one of these sentences, which are taken literally from the appalling media coverage of the Venezuelan elections, is either completely false (a straight lie), extremely one-sided, or a biased comment passing as information.


chavezdemooct2012The “autocratic caudillo” (The Economist headline was “The Autocrat and the Ballot Box”) has been elected and ratified in over a dozen electoral contests in the last 14 years. The “young centre-left democratic and dynamic” candidate of the opposition participated in the April 2002 coup against democracy (as did all of the parties in his MUD coalition), fainted twice at the beginning of the campaign, and when elected governor of Miranda launched an assault on the very social programs he know claims to support. He is not even really that young, at 40 years of age.


Several journalists from state-owned and community media have been assaulted at meetings of the “democratic” and “peaceful” opposition, though you will not hear about that in the world’s leading newspapers.


Of the 18 opinion polls carried out in September, 14 give Chavez as a victor and his average lead is 12 percentage points over Capriles (UK Academics Call for End to Media Misrepresentation about Polls in Venezuela’s Election). How this can be presented as a “technical draw” is anybody’s guess.


When Chavez said that the real plan of the opposition (as revealed by a number of high profile opposition figures) was a neoliberal austerity package and that its implementation would lead to a civil war he was just basing himself on the historical precedent of the Caracazo uprising in 1989. The media decided to present the comment as “Chavez threatens civil war if he loses election”.


El Pais in Spain has been particularly vicious in its attacks on Chavez whom they describe as a “Mesiah”, a “TV preacher” and a “rock star”. It even offered an open editorial space to Capriles to explain his program (Quiero hablares del futuro). We wonder whether the same space was offered to the other candidate, in the interest of fairness and balance. Somehow I fear that was not the case. We should not be surprised though, as this is the paper which on April 13, 2002 showed its true colours with an editorial comment in favour of the oligarchic coup which briefly removed president Chavez (Golpe a un caudillo).


A special prize must go to The Independent in Britain who, on the day after the huge final election rally of Chavez (which filled 7 enormous avenues in Caracas), had the headline “Chavez finally meets his match“, illustrated with pictures of Henrique Capriles and not a single reference to Chavez’s rally. This is the same paper that on August 16 2004 announced Chavez was “losing his grip on power” as “mid-morning polls” showed him losing the recall referendum (Venezuela’s Chavez on brink of referendum defeat), when in fact Chavez won by 59% to 41%.


Of course, it is perhaps The Guardian / Observer reporter Rory Carroll who wins the overall prize for the most biased article with his Chavez: people’s hero in final showdown. Just to quote the opening paragraph: “The ailing Venezuelan leader still commands hysterical devotion from his supporters, but Henrique Capriles, his younger, healthier opponent in next Sunday's election, is snapping hard at his heels.” He continues in the same vein: “Huge crowds mob the presidential candidate... They surround his bus, chanting his name … they scream and surge forward, desperate to embrace him.”


The only impression one can get from reading Carroll’s article is that those who support Chavez are mad and ignorant. There is a subtle arrogant dismissal of the ability of poor and working class people to have informed political views that is combined with a very British upper class dismissal of the genuine enthusiasm people feel for the political process in Venezuela. Carroll, of course, has a long track record of distorting the news about Venezuela.


The reason why a majority of the Venezuelans, and particularly amongst those from the working class and the poor, support Chavez enthusiastically (not hysterically), is easy to understand. He has challenged the powerful ruling class and imperialism and has delivered tangible, concrete improvement in their living conditions. The poor do not support Chavez because they are crazy, as one would think from the Carroll’s choice of words, but because unemployment has halved, GDP per capita doubled, infant mortality halved, poverty decreased by two thirds, illiteracy been eradicated and hundreds of thousands have gained access to the education system, amongst other things (as even the Guardian is forced to reluctantly admit).


This is why they are enthusiastic. For the first time in their lives they can see that direct participation in politics does change something. They feel that the future is in their own hands and not in the hands of professional politicians, lawyers, judges and learnt journalists.


All of this has been achieved despite the repeated attempts of the ruling class and the so-called “democratic” opposition to overthrow the democratically elected government by all means at their disposal (military coups, oil lock out, sabotage of the economy, hoarding of basic products, rioting in the streets, Colombian paramilitaries, etc).


True, there are many shortcomings of the Bolivarian revolution. Yes, there is a bureaucracy at all levels which acts as a break to the revolutionary enthusiasm of the masses and this constitutes a real threat to the revolution itself. However, particularly in the second part of the election campaign, the Bolivarian masses have been mobilized on the clear understanding that a victory for the opposition would mean the destruction of all the gains of the revolution.


A victory for Chavez will necessarily have to be followed by a very critical appraisal of what remains to be done and how to accomplish it. The activists of the Bolivarian movement, particularly amongst the working class, will be at the forefront of trying to complete the revolution brushing aside all the obstacles which stand in their way, including the “Bolivarian” bureaucracy itself.


The campaign of the media ignores all these facts, or brushes them aside as irrelevant. It conveniently ignores the track record of the opposition, uncritically accepts and fosters its claim to be democratic and even center-left.


The aim of this concerted media campaign is clear: to mould the world’s public opinion. To create the impression that Chavez will not and cannot win the election. To imply therefore that if he wins then it must have been through by foul means. The idea is to delegitimize the October 7 elections as a true expression of the will of the Venezuelan people. This is not just a question of manipulating public opinion though. There have been many indications, open and veiled, that the real plan of the opposition on October 7, knowing they will not win the election, is to cry fraud and create chaos in the streets. The world’s biggest media outlets are clearly part of this campaign.


None of this should really surprise us though. What we are witnessing in Venezuela is, at bottom, the struggle between irreconcilable class interests. On the one hand are the rich and powerful, the oligarchy, the owners of the means of production, the banks, the land, the food production and distribution chain and the mass media. On the other, the workers, the urban poor, the peasants.


Capriles’ article in El Pais was very revealing in this respect. It reads like a sales brochure for Venezuela. He is in fact selling the country to potential EU investors and particularly Spanish companies which have powerful interests in Latin America. “No more expropriations, no more confiscations,” he says in bold and he promises to “guarantee an environment of confidence for national and international investors”. If he wins the election, he promises, he will “deepen economic relations with the EU” and “guarantee the safety of investors”. This is his real program, as opposed to the “centre-left” promises which the mass media is highlighting. He is the candidate of the Venezuelan and foreign capitalists and in this article he was speaking to his real target audience, the people whose interests he would serve if elected.


The Financial Times, while repeating the same script as the rest of the media (to the point of calling Chavez garrulous), is also more frank in the interests it defends. Its target audience is not the mass of the population, but those who count: managers and directors of big companies, investors and speculators. They describe Capriles as a “business friendly law graduate,” and crucially analyse how a victory for the opposition would bring lower oil prices (The Venezuelan solution for oil prices). One of the achievements of Chavez’s policies has been to strengthen OPEC and thus bring higher oil prices which benefit producing countries with higher revenues. In the case of Venezuela, this has been used to fund social programs which even the FT is forced to admit have benefited the poor majority. Imperialism would like to break up or weaken the cartel of producing countries. This in itself is a powerful reason why imperialism would like to see Chavez gone.


The mass media internationally are owned and controlled by a few monopoly groups, which are in turned linked to major business conglomerates. They have chosen their side in this battle. We have chosen ours. The scandalous way in which they abandon any pretence at fair and balanced reporting shows that they understand a lot is at stake in this election. We should actively denounce them and uncover their lies, because in that way we are also advancing our own interests.


Hands off Venezuela! Forward with the Bolivarian socialist revolution!

http://www.marxist.com/lies-half-truths-and-bias-the-worlds-media-and-venezuelan-elections.htm


Why the US Demonises Venezuela's Democracy


By Mark Weisbrot – The Guardian UK

October 4th 2012


On 30 May, Dan Rather, one of America's best-known journalists, announced that Venezuelan president Hugo Chávez would die "in a couple of months at most". Four months later Chávez is not only alive and campaigning but widely expected to win re-election on Sunday.


Such is the state of misrepresentation of Venezuela – it is probably the most lied-about country in the world – that a journalist can say almost anything about Chávez or his government and it is unlikely to be challenged, so long as it is negative. Even worse, Rather referred to Chávez as "the dictator" – a term that few, if any, political scientists familiar with the country would countenance.


Here is what Jimmy Carter said about Venezuela's "dictatorship" a few weeks ago: "As a matter of fact, of the 92 elections that we've monitored, I would say that the election process in Venezuela is the best in the world."


Carter won a Nobel prize for his work through the election-monitoring Carter Center, which has observed and certified past Venezuelan elections. But because Washington has sought for more than a decade to delegitimise Venezuela's government, his viewpoint is only rarely reported. His latest comments went unreported in almost all of the US media.


In Venezuela, voters touch a computer screen to cast their vote and then receive a paper receipt, which they verify and deposit in a ballot box. Most of the paper ballots are compared with the electronic tally. This system makes vote-rigging nearly impossible: to steal the vote would require hacking the computers and then stuffing the ballot boxes to match the rigged vote.


Unlike in the US, where in a close vote we really have no idea who won (see Bush v Gore), Venezuelans can be sure that their vote counts. And also unlike the US, where as many as 90 million eligible voters will not vote in November, the government in Venezuela has done everything to increase voter registration (now at a record of about 97%) and participation.


Yet the US foreign policy establishment (which includes most of the American and western media) seethes with contempt for Venezuela's democratic process. In a report timed for the elections, the so-called Committee to Protect Journalists says that the government controls a "media empire", neglecting to inform its readers that Venezuelan state TV has only about 5-8% of the country's audience. Of course, Chávez can interrupt normal programming with his speeches (under a law that pre-dates his administration), and regularly does so. But the opposition still has most of the media, including radio and print media – not to mention most of the wealth and income of the country.


The opposition will probably lose this election not because of the government's advantages of incumbency – which are abused throughout the hemisphere, including the United States, but because the living standards of the majority of Venezuelans have dramatically improved under Chávez. Since 2004, when the government gained control over the oil industry and the economy had recovered from the devastating, extra-legal attempts to overthrow it (including the 2002 US-backed military coup and oil strike of 2002-2003), poverty has been cut in half and extreme poverty by 70%. And this measures only cash income. Millions have access to healthcare for the first time, and college enrolment has doubled, with free tuition for many students. Inequality has also been considerably reduced. By contrast, the two decades that preceded Chávez amount to one of the worst economic failures in Latin America, with real income per person actually falling by 14% between 1980 and 1998.


In Washington, democracy has a simple definition: does a government do what the state department wants it to do? And of course here, the idea of politicians actually delivering on what they promised to voters is also an unfamiliar concept. So it is not just Venezuela that regularly comes under fire from the Washington establishment: all of the left and newly independent governments of South America, including Argentina, Ecuador, and Bolivia are in the crosshairs (although Brazil is considered too big to get the same treatment except from the right). The state department tries to keep its eyes on the prize: Venezuela is sitting on 500bn barrels of oil, and doesn't respect Washington's foreign policy. That is what makes it public enemy number one, and gets it the worst media coverage.


But Venezuela is part of a "Latin American spring" that has produced the most democratic, progressive, and independent group of governments that the region has ever had. They work together, and Venezuela has solid support among its neighbours. This is the former president of Brazil, Lula da Silva, last month: "A victory for Chávez is not just a victory for the people of Venezuela but also a victory for all the people of Latin America … this victory will strike another blow against imperialism."


South America's support is Venezuela's best guarantee against continuing attempts by Washington – which is still spending millions of dollars within the country in addition to unknown covert funds – to undermine, delegitimise, and destabilise democracy in Venezuela.

Source: The Guardian UK

http://venezuelanalysis.com/analysis/7316


Venezuela’s Chavez turns further right in face of election challenge

By Bill Van Auken

5 October 2012


Venezuelan President Hugo Chavez briefly addressed a rally of hundreds of thousands assembled in Caracas on Thursday as the last act in the campaign for the presidential election slated for Sunday, October 7.


His right-wing opponent, Henrique Capriles, staged a similar event last Sunday in the Venezuelan capital. Leaders of Capriles’ electoral coalition, known by its Spanish acronym MUD (Mesa de Unidad Democrática—Democratic Unity Roundtable), accused the government of dragooning state employees into attending Thursday’s event. By Venezuelan law, all campaigning was to cease by midnight.


Polls have varied wildly and are generally treated with suspicion. Some have shown Chavez leading his challenger by as much as 20 percent; others placed the race as a statistical tie. In almost all cases, however, the polls have shown the gap between the two narrowing. Now in his 14th year in office and campaigning to make it 20, Chavez appears to be facing the most serious challenge of his political career.


In the last presidential election, in 2006, Chavez beat his right-wing opponent by a nearly two-to-one margin. This time around, the Venezuelan right has tried to cast its candidate, Capriles, the former governor of the state of Miranda, as a moderate social democrat in the mold of Brazil’s former president, Luiz Inacio Lula da Silva.


He has sought to capitalize on popular discontent over Venezuela’s soaring crime rate—itself a reflection of unemployment and social inequality—deterioration of infrastructure, including frequent blackouts, and corruption within the social layer known as the bolibourgeoisie. These are capitalists and functionaries who have enriched themselves off of Chavez’s so-called Bolivarian Revolution.


Capriles has vowed that he will not scrap the social “missions,” or assistance programs, directed at providing cheap food, housing, health care and education to Venezuela’s poor, but rather would make them more efficient and would decentralize them, ceding them to the states and municipalities. In the past, the right had denounced these programs as merely a bribe to the poor aimed at buying the government a base of support.


The scion of a wealthy family that controls a media conglomerate and a chain of movie theaters, Capriles, 40, has been involved in right-wing politics since his student days. Then he was a member of the fascistic Catholic group “Tradition, Family and Property,” which played a role in supporting the wave of military coups that swept Latin America in the 1960s and 1970s.


He was a supporter of the abortive CIA coup that briefly deposed Chavez in 2002 and, as mayor of Baruta, a district of Caracas, helped organize a violent siege of the Cuban embassy, where Chavez supporters were believed to have taken refuge. Subsequently, he backed the attempt by management of the state-owned oil company, PDVSA, to destabilize the government with a “strike.”


Chavez and his supporters have charged that Capriles is deliberately hiding his real program, which they say will include a free-market economic policy and an austerity program aimed at transferring wealth into the hands of the country’s oligarchy.


While his opponent has attempted to run as a social moderate, Chavez has himself run a more right-wing campaign, pitching a special appeal to the upper middle class and the wealthy to vote for him as a guarantor of social peace.


Last month, during a press conference of his party, the PSUV (United Socialist Party of Venezuela), Chavez declared: “Even the rich families … should vote for Chavez. The middle layers, the professionals … should vote for Chavez, because we guarantee peace, the country’s stability and the continuation of the development to convert Venezuela into a power.”


Chavez has warned of the potential for “civil war” if he is not re-elected, while his defense minister, Gen. Henry Rangel, stated that “intelligence reports” indicate that some groups were planning actions in violation of “constitutional legality” in the wake of the election.


During his campaign last Sunday, Chavez told Venezuelan state television that if he were a US citizen, he would vote for Obama, whom he described as a “good guy.” He added, “I think that if Obama was from Barlovento or some Caracas neighborhood, he’d vote for Chavez.” He also praised Obama for saying “something very rational and fair ... that Venezuela is no threat to the interests of the United States.”


Making it clear that these were not merely clownish remarks, Chavez continued by saying his goal in a third term in office would be to “initiate a new period of normal relations with the government of the United States.”


While Chavez’s opponent claims to represent the politics of Lula, Chavez’s own campaign is being directed by one of the Brazilian ex-president’s campaign strategists, Joao Santana—a political marketer who also played a major role in the election campaign of Peru’s ex-military officer and current president, Ollanta Humala.


While social assistance programs, funded by Venezuela’s oil bonanza, have succeeded in cutting the country’s poverty rate in half, social inequality, unemployment and insecurity have persisted. The country has been plagued by Latin America’s highest inflation rate, 27.6 percent in 2011; fully half of the workforce is employed in the so-called informal sector, subjected to super-exploitation and frequent joblessness.


While using the slogan “21st Century Socialism” to describe his oil-export-funded nationalism and social populism, the reality is that 14 years of rule by the “comandante-presidente” Chavez, have left the foundations of capitalism in Venezuela untouched.


According to figures produced by Venezuela’s Central Bank, the private sector accounts for 71 percent of the country’s gross national product (outside of the oil industry, which has been nationalized since the mid-1970s)—a greater share than in 1999, when Chavez took office.


Venezuela’s national institute of statistics reports that as of 2008, the country’s employers appropriated 48.8 percent of the wealth produced, compared to 32.8 percent paid out in salaries. This compared to 36.2 percent for the bourgeoisie and 39.7 percent for labor in 1998.


Part of this process is driven by the vast enrichment of a layer of Venezuela’s native ruling class, largely through financial speculation fueled by the country’s oil wealth. Banking profits in Venezuela are among the highest in the world, amounting to over $3 billion last year, a 92 percent increase compared to 2010.


The reality is that Chavez’s “21st Century Socialism” has done nothing to alter the dependency and oppression that are the legacy of the 19th and 20th centuries. Venezuela’s economy remains today, as it was then, entirely dependent on the export of oil and the import of both capital and consumer goods.


With Venezuela sitting on an estimated one-fifth of the world’s proven oil reserves, Chavez has sought to achieve room to maneuver by forging new economic ties, particularly with China, while diverting a portion of oil profits to pay for social assistance programs. But the fundamental relationship of dependency remains, and US oil conglomerates, such as Chevron, continue to play a major role in the country’s economy.


The Venezuelan working class, however, is coming into increasing conflict with the Chavista setup. According to the Venezuelan Observatory of Social Conflict, the number of protests organized by sections of the working class rose to 225 in August, the highest number since the year began. The group reported that along with a growing combativeness in the working class, the number of union members killed in the course of these struggles has also risen, with 65 deaths recorded between January and September of this year.


The Chavez government has attempted to criminalize strikes and protests, particularly those carried out by workers in the public sector, who are branded as “counterrevolutionaries.”


For an entire layer of the pseudo-left in Latin America, Europe and the US, Chavez’s “21st Century Socialism” is embraced precisely because it is founded on a rejection of genuine socialism. That is, it disavows the Marxist conception that a socialist transformation can be carried out only through a conscious revolutionary struggle by the working class, and holds out the prospect of it being implemented as a program imposed by a petty-bourgeois nationalist movement or a charismatic comandante.


Whoever is elected on October 7, the class struggle in Venezuela will intensify under the impact of the global capitalist crisis. The decisive question is the construction of a new, independent revolutionary party, fighting for the political mobilization of the Venezuelan working class as part of a global struggle against capitalism.

http://www.wsws.org/articles/2012/oct2012/vene-o05.shtml


HOME / INICIO