El Medio Ambiente como
Arma de Destrucción Masiva:
IV
JORNADA
DE
DISCUSIÓN
DE
LA FACULTAD
DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES,
MÉRIDA, VENEZUELA.
Eje
Temático:
DERECHO AMBIENTAL
"En Defensa de Nuestro Medio Ambiente"
El Medio Ambiente como
Arma de Destrucción Masiva:
1. Desviaciones en torno al tema „Cambio Climático y Deterioro del Medio Ambiente”
Conste, que
la discusión pública con respecto a los factores de mayor
incidencia en el
deterioro del medio ambiente planetario en general, y
específicamente en la
destrucción de la capa de ozono y el calentamiento
climático, se centra
exclusivamente en las emisiones de gases invernadero, abarcando
con ésto tan sólo una parte de la inimaginable magnitud
del problema ambiental
planetario existente, y dejando completamente a un lado a uno de los
componentes coresponsables, desconocido por la opinión
pública mundial: el
nefasto impacto que tienen sobre el clima global las Tecnologías
de
Modificación
Ambiental con fines
estratégico-militares, “Environmental
Modification Techniques o ENMOD por sus siglas en
inglés.
Investigaciones
científicas sugieren, que los dramáticos cambios
climáticos y las catástrofes
naturales experimentados sobre todo durante la última
década del siglo recién
pasado,[2]
se deben en parte a experimentos, actividades y programas militares,
implementados en el marco de ambiciosos programas de sistemas de
defensa
anti-misíl planteario en los planos terrestre, marítimo y
espacial, y empujados
por la cada vez más acelerada inovación
tecnológica, convergiendo así en un
nuevo tipo de armas poderosas e “invisibles”, ocultas del ojo del
adversario:
las armas geofísicas. Se trata de una tecnología
de modificación
ambiental que opera en base de ondas electromagnéticas y que es
capaz de causar
alteraciones atmosféricas, lo que la hace útil para la
manipulación de los
esquemas meteorológicos y climáticos de la tierra, entre
muchas otras
aplicaciones. La tecnología para la modificación
meteorológico-climática ya
está plenamente operable, aunque se quiera sugerir que
todavía estuviese en la
fase de investigación y desarrollo.[3]
Hay varios
géneros de tecnologías de modificación ambiental,
y podemos distinguir
básicamente entre dos categorías o niveles, es decir el
“nivel macro” y el
“nivel micro”. El “nivel macro” tiene que ver con la
manipulación
del “funcionamiento de la tierra” en general, es decir, con su geofísica,
que
comprende
diferentes
subsistemas como la atmósfera,
hidrosfera, litosfera[4]
y el campo electromagnético de la tierra. El “nivel micro”
tiene
que
ver
con
la manipulación de las estructuras moleculares,
atómicas,
bioquímicas y biogenéticas de la vida terrestre e
involucra otro tipo
de tecnología de modificación ambiental.
En el
“nivel macro”, las tecnologías de modificación ambiental manipulan
por
ejemplo los esquemas meteorológicos
en la troposfera mediante
la modificación o el “calentamiento”
de la ionosfera, que es
la esféra eléctricamente más activa de las cinco
esferas que componen la
atmósfera planetaria.[5]
Su aplicación militar o bélica consiste en una
especie de guerra
atmosférica y meteorológica, ya que la
tecnología permite manipular con
precisión el clima sobre regiones previamente seleccionadas. La
modificación
meteorológico-climática puede, de tal manera, convertirse
en un acto bélico
dirigido en contra del medio ambiente de un determinado enemigo,
adversario, o
competidor, debilitándolo en primer lugar social y
económicamente al incidir en
su producción agrícola y por ende en sus recursos
alimentícios. La manipulación
meteorológica también puede efectuarse como una
operación militar
puntual-estratégica, para dificultarle al enemigo el movimiento
de sus
vehículos y equipos bélicos.[6]
En el
“nivel micro” opera otro género de tecnologías de
modificación ambiental, en
función de modificar los esquemas
atómicos de estructuras
moleculares “muertas” y los
esquemas genéticos de
organismos vivos, como lo corresponde a la nanotecnología
y la
ingeniería genética respectivamente. Las modificaciones
en el nivel micro
pueden tener consecuencias nefastas para la capacidad de la
reproducción
natural, no-alterada de los organismos vivos y para su compleja y
minuciosa
interacción e interdependencia (ecosistema) a nivel planetario,
y las
tecnologías ya se aplican alegremente en muchos sectores del
ámbito de la
producción y consumpción civil. Su aplicación
militar o bélica
consiste en una especie de guerra
microcósmica, biológico-biogenética, que igualmente puede ser dirigida en contra del
medio ambiente
de un enemigo, adversario o competidor, atacando, modificando y
contaminando
los recursos del suelo, plantas y animales de los sectores
agrícola y cría, y
el ecosistema de una región o un
país
determinado, debilitando y devastándolo no sólo social y
económico, sino
también ecológicamente.[7]
Aún cuando
existen las Convenciones de las Naciones Unidas (de todos modos a
menudos
ignoradas) en contra del uso militar o hóstil de agentes
químicos, tóxicos y
biológicos, al igual como en contra del uso militar o
hóstil de las tecnologías
de modificación ambiental, el avance rápido y acumulativo
de estas tecnologías,
sea en el nivel macro o micro, las hace cada vez más
sofisticadas e
imposibilitan la distinción entre la posible causa natural de un
evento
catastrófico, y la posible causa social, es decir, de origen
militar-hóstil.
La Convención
ENMOD
de las Naciones Unidas o “Convención sobre la
Prohibición
del Uso Militar u otro Uso Hóstil de las Técnicas de
Modificación Ambiental”,
entrada en vigor el 5 de Octubre de 1978, define en su artículo
II el concepto
de “técnicas de modificación ambiental” de la manera
siguiente:
“El término ‘técnicas de
modificación
ambiental’ se refiere a cualquier técnica que cambie, a
través de la
manipulación deliberada de los procesos naturales, la
dinámica, composición o
estructura de la tierra, inclusive su biosfera, litosfera, hidrosfera y
atmósfera, o del espacio.” [8]
En esta
Introducción a la IV Jornada de Discusión Jurídica
y Política, titulada “En
Defensa de Nuestro Medio Ambiente”, trataremos exclusivamente con las
técnicas
o más bien tecnologías de modificación ambiental
geofísicas, y su incidencia en
el medio ambiente planetario.
Como las
tecnologías de producción y las tecnologías de
destrucción son dos caras de la
misma moneda, estamos ante un nuevo arsenal bélico perverso, que
constituye la
máxima expresión de la intensidad y el grado al que ha
llegado lo que es, al
mismo tiempo, la producción y destrucción de la
propia especie
humana, es decir, el proceso de trabajo en este planeta.
2. Marco
Histórico del Desarrollo de la
Tecnología de Modificación Ambiental
Geofísica
2.1.
Antecedentes
El primer pionero
en materia de tecnología de
modificación ambiental
geofísica, era el físico y genio Nikola Tesla,[9]
sobre cuyos inventos y patentes la edición de la New York Times
del 8 de
Diciembre del año 1915, reporta lo
siguiente:
“El inventor
Nikola Tesla ha solicitado registro de las partes esenciales de una
máquina,
cuyas posibilidades retan la imaginación del laico y que
prometen ser el
paralelo de los rayos que el diós nórdico, Thor,
lanzó desde los cielos para
castigar aquellos que habían irritado a los dioses ... Basta
decir que el
invento viajará a través del espacio con una velocidad de
300 millas por
segundo; una nave no tripulada, sin motor de propulsión o alas,
enviado por la
electricidad hacia cualquier punto deseado en el globo
terráqueo, en su misión
destructiva – si destrucción es, lo que el operador de la
máquina quiere
efectuar.” [10]
“ ‘Es perfectamente viable (dice el Dr. Tesla) transmitir energía eléctrica sin alambre y producir efectos destructivos en espacios muy distantes. Ya he construido un transmisor inalámbrico que lo hace posible, y lo he descrito en mis publicaciones técnicas, en las cuales me refiero a mi número de patente, 1119732, que se me ha otorgado recientemente. Con transmisores de este tipo estamos en capacidad de proyectar energía eléctrica en cualquier cantidad hacia cualquíer distancia, y aplicarla con innumerables fines, tanto en la guerra como en tiempos de paz.’ ” [11]
Conste
aquí, que Nikola Tesla mismo consideró como su
descubrimiento más importante
las ondas estacionarias terrestres, descubrimiento con lo cual
Tesla pudo probar, que la tierra podría ser utilizada como un conductor
eléctrico y respondería a vibraciones
eléctricas de determinada
frequencia.[12]
Tanto su
tecnología de transmisión inalámbrica de
energía eléctrica como su
descubrimiento de la resonancia terrestre resultan hoy cruciales en la
tecnología de modificación ambiental geofísica.
Otro de los pioneros en esta misma materia era el
psicólogo y físico, Dr.
Wilhelm
Reich, quien, en el
marco de su descubrimiento de
la presencia de energía cósmica en la atmósfera
planetaria, llevó a cabo, a
partir de los años 40 del siglo pasado,
una serie de investigaciones y experimentos energéticos y de
modificación
meteorológica en su famoso Centro de Investigación
“Orgonon”, en Rangeley,
Maine, Estados Unidos.
Las actividades de Reich fueron vigiladas por instancias del gobierno
estadounidense y su trabajo científico, no obstante la
campaña de difamación y
posterior destrucción de la cual fue víctima,
sirvió sin duda alguna de base
para el desarrollo de la moderna tecnología de
modificación ambiental
geofísica. [13]
En este mismo ámbito, otro pionero era el Dr.
Irving Langmuir,
quien, junto a Vincent Schaefer and Bernard Vonnegut, igualmente se
desempeñó -
entre muchos otros campos científicos - en el área de
física atmosférica,
específicamente en la formación de nubes, y condujo una
serie de experimentos
llamados “cloud seeding” (sembar nubes), entre 1947 y 1957.[14]
Sobre estos experimentos, décadas más tarde se
llegó a constatar lo siguiente:
“ El primer esfuerzo científicamente
controlado y monitoreado y que fue reconocido por la comunidad
metereológica en
general como una verdadera modificación meteorológica,
occurió en el año 1948,
cuando el Dr. Irving Langmuir experimentó por primera vez con la
siembra
artifical de nubes, con el objeto de producir lluvia. Sus experimentos
revelaron resultados positivos, que despertaron un tremendo
interés en este
ámbito casí de la noche a la mañana.” [15]
Desde los años 50 del siglo pasado, los
gobiernos estadounidenses de turno llegaron a considerar
explícitamente el
potencial militar de las tecnologías de modificación
meteorológico-climática,
estimando que el efecto de su implementación bélica
llegara a ser aún mayor que
él de la propia bomba atómica; incluyendo la “ventaja” de
que cualquier
manipulación climática quedara oculta detrás de
los propios procesos naturales
atmosféricos, que a menudos suelen exhibir ocurrencias
irregulares.[16]
Entre los años 1967 y 1972, los EE.UU. procedieron
a
hacer el primer uso
sistemático y hóstil conocido en la historia de las
tecnicas de modificación
ambiental-meteorológica, en el marco de la Guerra de Vietnam, en
una operación
secreta que fue declasificada, bajo la presión del Congreso
Estadounidense, en
el año 1974.[17]
La
operación se llevó a cabo bajo el código “Operation
Popeye” como
una misión militar secreta, que se efectuó sobre los
territorios de Cambodia,
Laos y Vietnam del Norte y Sur, abarcando un lapso de tiempo de nada
menos que
cinco años entre 1967 y 1972, y consistiendo en “sembrar nubes”
e inducir
lluvias, siendo el objetivo militar dificultarle el movimiento de
recursos y
tropas a los Vietnamitas del Norte y al Viet Cong. El origen de los
extremadamente fuertes tifones y de las torrenciales lluvias occurridas
en 1971
en Vietnam del Norte, se relacionaron a dicha operación.[18]
2.2. Impactos ambientales de algunos de los
experimentos y proyectos militares más
importantes relacionados al desarrollo de la tecnología
de modificación
ambiental
geofísica
Pasada la Segunda Guerra Mundial, después del
invento
de la fisión
nuclear y la producción de la nefasta bomba atómica, se
inició una secuencia de
experimentos científicos en el marco del creciente
interés militar centrado en
la atmósfera de la tierra y en su espacio exterior, consistiendo
en la
detonación de bombas nucleares en diferentes capas de la
atmósfera planetaria
con el propósito de estudiar el impacto de las explosiones
nucleares de altura
elevada, específicamente del Pulso Electromagnético
causado por ellas, sobre
las transmisiones de radio y los controles por radar. Igualmente, se
propuso
estudiar la reacción y el comportamiento del campo
geomagnético que rodea la
tierra después de las detonaciones. Los experimentos con
detonaciones nucleares
también se llevaron a cabo debajo de la superficie terrestre.
Cabe señalar, que
tanto los EE.UU. como la Unión Soviética realizaron este
tipo de experimentos e
investigaciones.
La
científica Rosalie Bertell hace un resumen comprimido de
los
experimentos y proyectos más “audaces” llevados a cabo por los
EE.UU., algunos
de larga duración y con vigencia hasta el presente, y en el cual
destacan los
siguientes programas:[19]
Los
experimentos “Argus”de 1958 y “Starfish”
de 1962, consistían en la detonación de bombas
nucleares de
monstruosa potencia en la ionosfera y la stratosfera - ésta
última contenedora
de la capa de ozono -, y tenían como objetivo el estudio y
posible uso
militar-comunicacional de la ionosfera. A causa de las detonaciones se
formaron
huecos en la capa de ozono, y entre las demás consecuencias
figuraban no sólo
un efecto multiplicador del grado e intensidad de la radiación
ionizante, sino
la formación de capas de radiación enteramente nuevas en
la atmósfera,
previamente inexistentes. Conste, que los experimentos realizados al
comienzo
de los años 1960 por los EE.UU y también por la
Unión Soviética, causaron
modificaciones graves en los campos magnéticos denominados
“Cinturas Van
Allen”, en una altura de 7700 y 51.500 kilómetros
respectivamente, que según
estimaciones científicas tardarán centenares de
años en restablecerse a su
estado anterior.[20]
El proyecto
SPS o “Solar Power Satellite Project” de 1968, estudiaba
la viabilidad de transmitir la radiación solar desde
satélites vía microonda a
antenas receptoras en la tierra, en miras de sustituir la
energía fósil y
reemplazarla un 100% con energía solar para el año 2025,
pero el proyecto fue
descartado por su alto costo. La revisión del mismo proyecto en 1978
respecto a su posible uso militar consideraba el desarrollo de un “arma
rayo
laser” anti-misíl, lanzado e dirigido desde satélites
colocados en órbita
terrestre.[21]
A partir de
los años 80, la Red de Emergencia de Ondas Terrestres,
“Ground
Wave Emergency Network” o GWEN por sus siglas en inglés,
empezó a
operar, un sistema inovativo de radiocomunicación de emergencia,
resistente a
las interrupciones que sufren los sistemas tradicionales de
comunicación en un ambiente
hóstil-nuclear. Los rayos de luz o fotones invisibles, llamados
“rayos oscuros”
(“dark beams”) en base de los cuales opera este sistema,
contribuyen en un proceso complejo a la formación de huecos en
la capa de
ozono.[22] En el marco de los proyectos
Orbit Maneuvering System (1981)
e Innovative Shuttle Experiments (1985 hasta el presente) y
durante las misiones de los Space Shuttle (transbordadores espaciales),
se
inyectaron deliberadamente cantidades de gases a la ionosfera con fines
de
inducir huecos ionosféricos y estudiar, entre otros efectos, la
modificación
que sufría el camino de propagación de las ondas de
radio, que se reflejan en
la ionosfera. Respecto al expreso impacto ambiental de las misiones
“Shuttle”,
Rosalie Bertell observa lo siguiente:
“A
lo
largo
de
los años 1980,
a nivel global, se efectuaron entre 500 y 600 lanzamientos de cohetes
al
espacio por año, y en 1989 alcanzaron un número
máximo con 1500 lanzamientos.
Había mucho más durante la (primera) Guerra del Golfo. El
Shuttle (Transbordador
Espacial) es el más grande de los cohetes de combustible
sólido, con dos
cohetes portadores de 45 metros de largo. Todos los cohetes tipo
combustible
sólido expulsan grandes cantidades de ácido
clorhídrico en sus gases de escape,
y cada viaje del Transbordador inyecta alrededor de 75 toneladas de
cloro –
destructor del ozono - a la
stratosfera. Los
transbordadores lanzados desde 1992 inyectan aún más
cloro, a saber 187
toneladas por viaje, a la stratosfera, que contiene la capa de ozono.” [23]
3. HAARP: Programa de Investigación de Aurora
Activo de Alta Frequencia
Uno de los proyectos de
tecnología de
modificación ambiental geofísica más
controversiales en la actualidad es el Programa de Investigación
de Aurora
Activo de Alta
Frequencia, o HAARP por sus siglas en inglés
(High Frequency Active Auroral Research
Program). Este programa se inició en 1991 y constituye un
experimento
gigantésco, manejado por la Fuerza Aérea y la Marina
Estadounidense en conjunto
con el Instituto Geofísico de Alaska y en asociación de
intereses con Raytheon
Corporation, Lockheed Martin Corporation, Science Applications
International
Corporation (SAIC), que son corporaciones que se desempeñan en
el ámbito de
tecnología de defensa, inteligencia y tecnología
espacial, y con la Defense
Advanced Research Agency (DARPA).[24]
El programa HAARP se conduce desde Gakona, Alaska, a unos 300
kilómetros al
noroeste de Anchorage, con fines de “comprender,
simular y controlar los procesos ionosfericos que podrían
alterar el
funcionamiento de sistemas de comunicación y vigilancia.” [25]
Las bases científicas del proyecto HAARP
tienen su
fundamento, entre otros, en un invento de Bernard Eastlund, un
estudioso de los trabajos de Nikola Tesla, que fue patentado en 1985
bajo el
número 4,686,605, titulado
“Method and Apparatus for Altering a Region in the
Earth's Atmosphere, Ionosphere, and/or Magnetosphere“ (Método y aparato para alterar una
región en la atmósfera de la tierra,
la ionosfera, y/o magnetósfera).[26]
La energía radioeléctrica del “calentador
ionosférico” de Eastlund se centra y
apunta hacia un determinado punto en la ionosfera, así capaz de
proyectar un
concentrado monto de energía sin precedentes a la ionosfera, el
cual puede
llegar a “calentarla”, “levantarla” y modificarla. Según el
patente, esta
tecnología puede interferir con e interrumpir los sistemas
más sofisticados de
guía de mísiles y aeronaves, inundar vastas regiones de
la tierra con ondas
electromagneticas de diferentes frecuencias, y controlar y manipular
estas
ondas de manera que se puedan interrumpir sistemas de
comunicación en tierra,
mar y aire; tambíen menciona la manipulación
meteorológica mediante
modificaciones en la composición molecular de la
atmósfera.[27]
Sobre la capacidad general del invento, el patente dice lo siguiente:
“… Este invento
brinda la capacidad de colocar cantidades
de energía sin precedentes en la atmósfera planetaria, en
ubicaciones
estratégicas, y de mantener el nivel de inyección de
energía, particularmente
si se emplean pulsaciones aleatorias, de una manera mucho más
precisa y mejor
controlada que lo que hasta ahora se ha logrado por la técnica
anterior,
específicamente por las detonaciones de bombas nucleares de
diferentes
magnitudes en diferentes alturas. ...” [28]
Las instalaciones de HAARP
consisten en un
campo gigantésco de transmisores y 180 antenas de alto poder,
que efectivamente
envían, de manera invasiva y apuntada, energía
radioeléctrica de alta
frequencia hacia partes previamente seleccionadas de la ionosfera, con
el
objetivo de modificar la región seleccionada y obtener una serie
de efectos
determinados. Mediante la modulación de las corrientes
eléctricas que fluyen en
ciertas capas de la ionosfera, por ejemplo, se inducen ondas de frecuencia
extremadamente baja, u ondas ELF
por sus siglas en inglés (Extremely
Low Frequency).[29]
Estas ondas ELF son capaces de penetrar
cualquier cosa - viva o muerta. Por esta misma característica,
las ondas de
frecuencia extremadamente baja son de sumo interés para el
ámbito militar,
porque penetran la tierra y logran localizar tanto instalaciones
militares
escondidos debajo de la superficie terrestre como también
depósitos
subterráneos de recursos naturales - es decir, las ondas ELF
realizan una
especie de “tomografía penetradora de la tierra” - ; posibilitan
además la
comunicación con submarinos, son capaces de detectar objetos
volantes como
aviones o misíles hasta detrás de la curvatura terrestre,
y pueden bloquear la
comunicación por radio y electrónica del enemigo.[30]
Dr. Nick
Begich de Anchorage/Alaska, coautor con Jeanne Manning del
libro „Angels don´t play this HAARP: Advances in Tesla
Technology“[31], conocedor íntimo del
proyecto HAARP y uno de los pioneros en llevar a
la opinión pública estadounidense y mundial la existencia
de este experimento y
las nefastas consecuencias que éste puede tener, formula el
potencial de la
tecnología HAARP en términos de que ésta puede
efectivamente formar una especie
de escudo protector contra el ataque e impacto por misíles
intercontinentales,
destruir satélites, diferenciar con precisión
misíles de otros objetos
volantes, y reforzar e interrumpir comunicaciones en áreas
seleccionadas -
capacidades combinadas, por las cuales se le llama también la
“Tecnología de
Guerra de Galáxias, basada en Tierra” (Ground
Based Star Wars).[32]
Breve excursión: La
Tecnología HAARP – El Equivalente de un Arma Geofísica
La capacidad de HAARP de enviar
energía
radioeléctrica de alta frecuencia de manera concentrada a la
ionosfera, de
modular corrientes eléctricas ahí existentes en
determinadas capas y regiones e
inducir ondas de frecuencia extremadamente baja, es determinante no
sólo para
la modificación meteorológico-climática sino
también para la modificación del
campo electromagnético del propio cuerpo terrestre, el cual y
como ya lo ha señalado
Nikola Tesla en 1899/1900, posee una frecuencia propia, la hoy
llamada “Frecuencia Schuhmann”.
En los años 1950, el
profesor de física
alemán, Winfried Otto Schumann, constató, que la
superficie de la tierra y la
ionosfera forman un condensador esférico natural, o sea un medio
natural de
almacenamiento de carga eléctrica, con una frecuencia propia en
el ámbito de
las ondas de frecuencia extremadamente baja, es decir, debajo de los 10
Hertz.
Esta Frecuencia
de Resonancia
Terrestre se
llegó a determinar en un valor de
exactamente 7,83
Hertz; desde
entonces llamada “Frecuencia
Schuhmann”. Se
ha determinado, que en cada tormenta
eléctrica, cada relámpago emite una onda
radioeléctrica de esta misma
frecuencia de 7.83 Hertz, la cual hace resonar la tierra y provoca una
extraordinaria estabilidad de estas ondas, las cuales pueden así
llegar a
formar un verdadero frente de ondas inmensas, cuyas oscilaciones
alcanzan la
ionosfera. (Debido a su frecuencia baja, la longitud de estas ondas es
impresionante, de unos 38.000 kilómetros, que casí
equivale a la circunferencia
de la tierra.) Los frentes de ondas de frecuencia extremadamente baja
inciden
directamente en el tiempo/clima, ya que las áreas de alta y baja
presión no
logran pasarlos y quedan atados durante mucho tiempo sobre la
región en donde
se han formado. Esto causa, que en las regiones afectadas puede
manifestarse o
bien una prolongada sequía en caso de que se atasque un
área de alta presión, o
bien un fenómeno de torrenciales lluvias e inundaciones en caso
de que se
atasque un área de baja presión.[33]
Así que es
científico-y tecnológicamente
perfectamente viable utilizar las ondas de frecuencia extremadamente
baja para
manipular el clima y causar vibraciones y movimientos dentro de la
tierra, que
a su vez pueden ser originario de movimientos telúricos. Este
género de manipulación
geofísica
es
posible gracias a la capacidad de resonancia que tiene el planeta
tierra.
Igualmente, se puede modificar el campo electromagnético de la
tierra, hasta
invertir su polaridad.
Otro
efecto de las ondas ELF es, que pueden afectar el funcionamiento del
cerebro
humano ya que éste opera también en el ámbito de
las ondas de frecuencia
extremadamente baja.[34]
4.
Conclusión
Por un
lado, crece en la opinión pública mundial la conciencia
sobre la problemática
ambiental y sobre la necesidad urgente de establecer medidas
drásticas y
efectivas, aún cuando es más que dudoso que el medio
ambiente (y con él el
propio ser humano) tenga chance de supervivencia, mientras persiste un
modo de “producción”
perverso e intrínsecamente destructivo como lo es el modo de
“producción”
capitalista. Por otro lado se esta empujando la tecnología
militar de
modificación ambiental en ambos niveles, micro y macro, a un
grado, donde las
modificaciones realizadas pueden resultar, mediante saltos abruptos e
irreversibles, en un catastrofe global.
En lo que
se refiere, específicamente, a la tecnología de
modificación ambiental
geofísica, y a su refinación y perfección en otros
proyectos de índole militar,
ocultos del ojo del público, es casí imposible asesorar
sus impactos y efectos.
Los impactos ambientales causados hasta ahora por este tipo de
actividades y
experimentos militares no han sido registrados oficialmente, ni han
entrado a
la conciencia pública o al debate abierto. Basta, sin embargo,
imaginarse el
efecto fatal que puede tener un bombardeo energético
intensivo-constante de
determinadas regiones de la ionosfera, sobre la integridad de la misma
y el
peligro de que radiación cósmica entre sin
obstáculos a la atmósfera
planetaria. El efecto que puede tener la manipulación de los
esquemas
meteorológicos y climáticos sobre el ecosistema terrestre
es inimaginable. El
impacto que puede tener la artificial alteración y
modificación de los
altamente sensibles campos electromagnéticos naturales sobre los
sistemas
biológicos de la tierra y sobre el propio cuerpo terrestre, es
inimaginable.
Ante este
trasfondo, el problema del medio ambiente y del “cambio
climático”, debería en
efecto y tal como lo propone el Pentágono, elevarse a rango de
“asunto de
seguridad nacional” para cada uno de los países del globo
terráqueo entero, no
sólo en el sentido civil-ecológico, sino y forzadamente
en el sentido
tecnológico- militar, para poder enfrentar una posible guerra
geofísica.
¡En este
sentido, luchemos por la
Defensa de nuestro Medio Ambiente!
Notas
de Pie
1 Mark Townsend/Paul Harris: Ahora el
Pentágono le dice a Bush: Es
el Cambio Climático que nos va a destruir ("Now the Pentagon
tells
Bush: Climate Change will destroy us”); http://observer.guardian.co.uk/print/0,3858,4864237-102275,00.html; revisado el 24.03.2004. Véase
también: Jutta Schmitt, Hacia el nuevo Escenario de
Ensueño del
Pentágono: Las Guerras Climáticas; http://www.geocities.com/juschmi/climatespa.html;
revisado
el
05.04.2004.
2 En 1998, 11000 personas perecieron en el
‘Huracán Mitch’, el cual
devastó a Honduras; en 1999, un ciclón que devastó
a Orissa en India, mató a
decenas de miles de personas; recordemos también de nuestra
propia historia
reciente los decenas de miles de Venezolanos que murieron en la
tragedia de
Vargas, cuando una constelación climática inédita
llegó a descargar un
verdadero diluvio sobre este desafortunado Estado. Las devastaciones
causadas
por ciclones en el continente Africano, en Mozambique y Madagascar,
dejaron sin
techo a centenares de miles de personas. Durante la prolongada
sequía en
Portugal en el 2000 originaron fuegos violentos que devoraron miles de
hectáreas de vegetación; etc., etc., etc. Véase David Edwards, Climate Wars -
Paying The Ultimate Price For Corporate Control of Society http://www.medialens.org/articles_2001/de_climate_wars.htm; revisado el 24.03.2004.
3 Existe
un
documento
de
la Fuerza Aérea Estadounidense accesible al
público vía
internet, titulado “El clima como multiplicador de fuerza: poseer el
clima en
el 2025”, el cual insinúa que la tecnología de
modificación ambiental todavía
esté en su fase de investigación y desarrollo.
Véase Col. T.J. House et al, El
Clima como un Multiplicador de Fuerza: Poseer el Clima en el 2025;
documento de
investigación presentada a la Fuerza
Aérea 2025 (“Weather as a Force Multiplier: Owning the
Weather in 2025”) http://www.au.af.mil/au/2025/volume3/chap15/v3c15-1.htm; revisado el 24.03.2004)
4
La litosfera es la capa de roca de
la tierra, hasta una profundidad de 1200 kilómetros debajo de la
superficie.
5
La atmósfera de la tierra consiste
de una mezcla gasífera compuesta principalmente de
nitrógeno (en un 78%) y de
oxígeno (en un 21%), y rodea el planeta tierra en diferentes
capas
superpuestas: la troposfera (8-16km de altura), la stratosfera
(11-50km), la
mesosfera (50-80km), la termo- o ionosfera (80-500km, con 5 sub-capas),
y la
exosfera (500-1000km).
6 Como lo fue, por ejemplo, la operación
secreta
estadounidense que se efectuó durante la Guerra de Vietnam sobre
territorio
Vietnamita con fines de causar lluvias, y sobre la cual nos referiremos
más
adelante.
7 Al atacar la producción y
suministro de alimentos o un determinado producto agrícola de un
adversario,
enemigo o competidor, el atacante puede causarle estragos al enemigo en
lo
social y en lo económico respecto a toda una serie de factores
concadenados,
como debilitarlo en su comercio exterior y en los mercados financieros,
imponíendole restricciones comerciales o hasta cerrándole
el mercado para
abrirlo a los sectores de la competencia, etc. Ejemplos recientes que
vienen a
la mente en relación a una posible guerra biológica
cubierta serían la
enfermedad de las “vacas locas” o síndrome BSE en Gran
Bretaña, la reciente
Peste Avícola en Asia, etc. La guerra biológica existe,
por cierto,
considerablemente abierta, como lo es el notorio caso de la
destrucción
progresiva no sólo de los “cultivos ilícitos” sino de la
agricultura y del
medio ambiente en general en Colombia, en nombre del “control
biológico de los
cultivos ilícitos” o “lucha anti-droga”. En el caso Colombiano,
los
beneficiarios de la guerra bioquímica son las grandes
corporaciones
estadounidenses del agri-business, quienes junto al complejo militar
estadounidense tienen a la mano un “envidiable” y gigantésco
campo de
experimentación, para no sólo probar los últimos
agentes químicos y biológicos
producidos en sus laboratorios, sino para luego poder imponer con
facilidad sus
productos agrícolas artificiales y biogenéticamente
modificados, en un medio
ambiente demasiado contaminado para cualquier producción
agrícola medianamente
natural-tradicional.
8Texto
entero de la convención
disponible en: http://www.sunshine-project.org/enmod/enmodtxt.html; revisado el 25.03.2004; mi propia
traducción del inglés.
9Físico
e inventor Americano de
origen Serbio, 1856-1943, descubrió el principio del campo
magnético rotante,
inventó el sistema polifásico de corriente alterna, el
motor de inducción, la
transmisión de corriente alterna, la comunicación
inalámbrica, y registró más
que 700 patentes.
10Citado
en: Nick Begich, HAARP
Updates, http://www.earthpulse.com/haarp/biohazards.html;
revisado
el
06.04.2004;
mi propia traducción del inglés.
11
Ibidem; mi propia traducción del
inglés.
12Véase
http://www.neuronet.pitt.edu/~bogdan/tesla/bio.htm; revisado el 11.04.04
13En
1953,
Reich realizó una serie de experimentos exitosos de
modificación meteorológica,
en el sentido de interrumpir un período de prolongada
sequía e inducir lluvia,
y en 1954 realizó una operación de desvío del
hurracán “Edna”, que, según
predicciones metereológicas, estaba en camino seguro a Nueva
York y Boston el
día 10 de septiembre de 1954. (Véase
David Boadella, Wilhelm Reich; Fischer Taschenbuch
Verlag,
Frankfurt am Main 1985, páginas 277-283). Conste, que ya en 1947 se había iniciado
una campaña de difamación contra
la persona y el trabajo científico de Reich, que posteriormente llevó a su
encarcelación, la destrucción de
gran parte de sus aparatos de experimentación y la quema de sus
libros. Reich
murió en la carcel en 1957, difamado y ridiculizado por su
trabajo
verdaderamente pionero y futurístico en muchos ámbitos
científicos.
14Véase
la sinópsis de su vida y obra
en http://www.geocities.com/bioelectrochemistry/langmuir.htm;
revisado
el
11.04.2004;
para información adicional
consúltese la página web del
Langmuir Laboratory for Atmospheric Research, http://www.ee.nmt.edu/~langmuir/brochure.html;
revisado
el
11.04.2004
15
Barry B. Coble (Air Force Mayor), Benign
Weather Modification, (Modificación Benigna del Clima),
Marzo 1997,
citado en: Keith Harmon Snow, Weather Warfare: The Invisible U.S.
Military Offensives in Weather Weaponry (Guerra Climática:
La Invisible
Ofensa Militar Estadounidense en Materia de Armamento
Climático), http://www.allthingspass.com/docs/WeatherWarfare_4.htm; revisado el 25.03.2004.
16Véase
Keith Harmon Snow, op.cit.
17Lo
que también constituyó, por
cierto, una modificación hóstil del medio ambiente en
general era el uso masivo
e indiscriminado del notorio "Agent Orange", un agente químico
con
propiedades desfoliantes contenedor del tóxico Dioxin, de lo
cual se roció una
cantidad de 72,4 millones de litros desde el aire sobre la selva
Vietnamita,
que quedó contaminada en un 44% de su área total,
además del 43% del area de
los suelos de uso agrícola, que también quedaron
contaminados, dejandolos unas
diez veces más contaminados que los suelos peor contaminados de
Europa; efectos
que persisten hasta hoy día. Véase el artículo
“Arma Ambiente” en: http://akin.mediaweb.at/2003/12/12enmod.htm; revisado el 25.03.2004.
18Véase: http://www.sunshine-project.org/enmod/US_Congr.html;
revisado
el
10.04.2004.
19Rosalie
Bertell, “El trasfondo
de HAARP,” http://www.earthpulse.com/haarp/background.html;
revisado
el
06.04.2004.
20 ibidem.
21Ibidem. El presidente Carter aprobó
la revisión del proyecto en primera instancia, pero le fue
negado el apoyo del
Congreso Estadounidense por exceder la capacidad financiera del fisco
nacional.
Fue este mismo proyecto que se revivió bajo el gobierno de
Ronald Reagan y se
nombro entonces “Star Wars” (Guerra de las Galáxias).
22Ibidem.
23Ibidem.
24
Véase la información mucho más
detallada que brinda Keith Harmon Snow en Weather Warfare op.cit.
25Citado
en: Rosalie Bertell, op.cit.
26
Véase “HAARP: Vandalism
in the Sky?” en http://www.nexusmagazine.com/HAARP.html; revisado el 12.04.2004; tambien
disponible en: http://www.earthpulse.com/haarp/vandalism.html
; revisado el 06.04.2004
27Ibidem.- Según Eastlund y con respecto a la
capacidad de modificación
meteorológica por el proyecto HAARP, las interacciones directas
y significantes
con los esquemas meteorológico-climáticos en la
troposfera requieren niveles de
energía de 100 MW y más. La capacidad transmisora de
HAARP prevista para 1999
era de 980 KW, para luego llegar a 3.6
MW en un plano posterior. Eastlund considera sin embargo, que ya con
3.6 MW se
pueden realizar experimentos significantes. Véase http://www.borderlands.com/spacewea.htm;
revisado
el
12.04.2004.
– No hemos podido econtrar información
acerca de la
capacidad transmisora actual de HAARP, es decir del año 2004.
28
Ibidem, mi propia traducción del
inglés.
29
Véase el propio sitio web de HAARP,
http://www.haarp.alaska.edu/,
especialmente
las
secciones
“Technical Details” y “ELF Generation”, en http://www.haarp.alaska.edu/haarp/tech.html
y http://www.haarp.alaska.edu/haarp/elfhrp.html
respectivamente; revisado el 10.04.2004.
30Véase
http://www.alaska-info.de/a-z/haarp/alaska_haarp5.html; revisado el 05.04.2004
31http://www.earthpulse.com/products/haarp.html; revisado el 05.04.04
32Véase
Nick Begich, Ground-Based 'Star
Wars' Disaster Or 'Pure'
Research?, http://www.earthpulse.com/haarp/ground.html; revisado el 06.04.2004
33
Información obtenida de: Discovery
Channel 2001, en: http://www.discovery.de/de/pub/specials/wetterextrem/lexikon/schumann
_frequenz.htm;
revisado
el
05.04.2004.
34
Las frequencias de ondas cerebrales
están divididas en cinco categorías; la Delta (entre 1-3
Hz.), correspondiente
al sueño profundo y al coma; la Theta (entre 4-7 Hz.),
correspondiente a la
hipnósis, trance o sueño ligero, la Alpha (entre 8-13
Hz.), correspondiente a
la meditación y al relajamiento, y la Beta, (entre 14-40 Hz) que
corresponde al
estado despierto y conciente del cerebro. Las ondas ELF causan que el
cerebro
opere en los ámbitos Delta y Theta, o sea perturban su estado
despierto-consciente. Véase la explicación en http://www.graviflight.de/ELF_Abwehr/ELF_AbwehrS_W/body_elf_abwehrs_
w.html;
revisado
el
05.04.2004
[1] Mark Townsend/Paul Harris: Ahora el
Pentágono le dice a Bush: Es el Cambio Climático que nos
va a destruir ("Now
the Pentagon tells Bush: Climate Change will destroy us”); http://observer.guardian.co.uk/print/0,3858,4864237-102275,00.html; revisado el 24.03.2004. Véase
también: Jutta Schmitt, Hacia el nuevo Escenario de
Ensueño del
Pentágono: Las Guerras Climáticas; http://www.geocities.com/juschmi/climatespa.html;
revisado
el
05.04.2004.
[2] En 1998, 11000 personas perecieron
en el ‘Huracán Mitch’, el cual devastó a Honduras; en
1999, un ciclón que
devastó a Orissa en India, mató a decenas de miles de
personas; recordemos
también de nuestra propia historia reciente los decenas de miles
de Venezolanos
que murieron en la tragedia de Vargas, cuando una constelación
climática
inédita llegó a descargar un verdadero diluvio sobre este
desafortunado Estado.
Las devastaciones causadas por ciclones en el continente Africano, en
Mozambique y Madagascar, dejaron sin techo a centenares de miles de
personas.
Durante la prolongada sequía en Portugal en el 2000 originaron
fuegos violentos
que devoraron miles de hectáreas de vegetación; etc.,
etc., etc. Véase David
Edwards, Climate
Wars - Paying The Ultimate Price For Corporate Control of Society http://www.medialens.org/articles_2001/de_climate_wars.htm; revisado el 24.03.2004.
[3]
Existe un documento de la Fuerza Aérea Estadounidense
accesible al
público vía internet, titulado “El clima como
multiplicador de fuerza: poseer
el clima en el 2025”, el cual insinúa que la tecnología
de modificación
ambiental todavía esté en su fase de investigación
y desarrollo. Véase Col.
T.J. House et al, El Clima como un Multiplicador de Fuerza: Poseer el
Clima en
el 2025; documento de investigación presentada a la Fuerza
Aérea
2025 (“Weather as a Force Multiplier: Owning the
Weather in 2025”) http://www.au.af.mil/au/2025/volume3/chap15/v3c15-1.htm; revisado el 24.03.2004)
[4] La litosfera es la capa de roca de
la tierra, hasta una profundidad de 1200 kilómetros debajo de la
superficie.
[5] La atmósfera de la tierra consiste
de una mezcla gasífera compuesta principalmente de
nitrógeno (en un 78%) y de
oxígeno (en un 21%), y rodea el planeta tierra en diferentes
capas
superpuestas: la troposfera (8-16km de altura), la stratosfera
(11-50km), la
mesosfera (50-80km), la termo- o ionosfera (80-500km, con 5 sub-capas),
y la
exosfera (500-1000km).
[6] Como lo fue, por ejemplo, la
operación secreta estadounidense que se efectuó durante
la Guerra de Vietnam
sobre territorio Vietnamita con fines de causar lluvias, y sobre la
cual nos
referiremos más adelante.
[7] Al
atacar la producción y
suministro de alimentos o un determinado producto agrícola de un
adversario,
enemigo o competidor, el atacante puede causarle estragos al enemigo en
lo
social y en lo económico respecto a toda una serie de factores
concadenados,
como debilitarlo en su comercio exterior y en los mercados financieros,
imponíendole restricciones comerciales o hasta cerrándole
el mercado para
abrirlo a los sectores de la competencia, etc. Ejemplos recientes que
vienen a
la mente en relación a una posible guerra biológica
cubierta serían la
enfermedad de las “vacas locas” o síndrome BSE en Gran
Bretaña, la reciente
Peste Avícola en Asia, etc. La guerra biológica existe,
por cierto,
considerablemente abierta, como lo es el notorio caso de la
destrucción
progresiva no sólo de los “cultivos ilícitos” sino de la
agricultura y del
medio ambiente en general en Colombia, en nombre del “control
biológico de los
cultivos ilícitos” o “lucha anti-droga”. En el caso Colombiano,
los
beneficiarios de la guerra bioquímica son las grandes
corporaciones
estadounidenses del agri-business, quienes junto al complejo militar
estadounidense tienen a la mano un “envidiable” y gigantésco
campo de
experimentación, para no sólo probar los últimos
agentes químicos y biológicos
producidos en sus laboratorios, sino para luego poder imponer con
facilidad sus
productos agrícolas artificiales y biogenéticamente
modificados, en un medio
ambiente demasiado contaminado para cualquier producción
agrícola medianamente
natural-tradicional.
[8] Texto entero de la convención
disponible en: http://www.sunshine-project.org/enmod/enmodtxt.html; revisado el 25.03.2004; mi propia
traducción del inglés.
[9] Físico e inventor Americano de
origen Serbio, 1856-1943, descubrió el principio del campo
magnético rotante,
inventó el sistema polifásico de corriente alterna, el
motor de inducción, la
transmisión de corriente alterna, la comunicación
inalámbrica, y registró más
que 700 patentes.
[10] Citado en: Nick Begich, HAARP
Updates, http://www.earthpulse.com/haarp/biohazards.html;
revisado
el
06.04.2004;
mi propia traducción del inglés.
[11] Ibidem; mi propia traducción del
inglés.
[12] Véase http://www.neuronet.pitt.edu/~bogdan/tesla/bio.htm; revisado el 11.04.04
[13] En 1953, Reich realizó
una serie de experimentos exitosos de modificación
meteorológica, en el sentido de interrumpir un período de
prolongada sequía e
inducir lluvia, y en 1954 realizó una operación de
desvío del hurracán “Edna”,
que, según predicciones metereológicas, estaba en camino
seguro a Nueva York y
Boston el día 10 de septiembre de 1954. (Véase David Boadella, Wilhelm Reich;
Fischer
Taschenbuch Verlag, Frankfurt am Main 1985, páginas 277-283). Conste, que ya en 1947
se había iniciado una
campaña de difamación contra la persona y el trabajo
científico de Reich, que
posteriormente llevó a su
encarcelación, la destrucción de gran parte de sus
aparatos de experimentación
y la quema de sus libros. Reich murió en la carcel en 1957,
difamado y
ridiculizado por su trabajo verdaderamente pionero y futurístico
en muchos
ámbitos científicos.
[14] Véase la sinópsis de su vida y
obra
en http://www.geocities.com/bioelectrochemistry/langmuir.htm;
revisado
el
11.04.2004;
para información adicional
consúltese la página web del
Langmuir Laboratory for Atmospheric Research, http://www.ee.nmt.edu/~langmuir/brochure.html;
revisado
el
11.04.2004
[15] Barry B. Coble (Air Force Mayor), Benign
Weather Modification, (Modificación Benigna del Clima),
Marzo 1997,
citado en: Keith Harmon Snow, Weather Warfare: The Invisible U.S.
Military Offensives in Weather Weaponry (Guerra Climática:
La Invisible
Ofensa Militar Estadounidense en Materia de Armamento
Climático), http://www.allthingspass.com/docs/WeatherWarfare_4.htm; revisado el 25.03.2004.
[16] Véase Keith Harmon Snow, op.cit.
[17] Lo que también constituyó, por
cierto, una modificación hóstil del medio ambiente en
general era el uso masivo
e indiscriminado del notorio "Agent Orange", un agente químico
con
propiedades desfoliantes contenedor del tóxico Dioxin, de lo
cual se roció una
cantidad de 72,4 millones de litros desde el aire sobre la selva
Vietnamita,
que quedó contaminada en un 44% de su área total,
además del 43% del area de
los suelos de uso agrícola, que también quedaron
contaminados, dejandolos unas
diez veces más contaminados que los suelos peor contaminados de
Europa; efectos
que persisten hasta hoy día. Véase el artículo
“Arma Ambiente” en: http://akin.mediaweb.at/2003/12/12enmod.htm; revisado el 25.03.2004.
[18] Véase: http://www.sunshine-project.org/enmod/US_Congr.html;
revisado
el
10.04.2004.
[19] Rosalie Bertell, “El
trasfondo de HAARP,” http://www.earthpulse.com/haarp/background.html;
revisado
el
06.04.2004.
[20] ibidem.
[21] Ibidem. El presidente Carter aprobó
la revisión del proyecto en primera instancia, pero le fue
negado el apoyo del
Congreso Estadounidense por exceder la capacidad financiera del fisco
nacional.
Fue este mismo proyecto que se revivió bajo el gobierno de
Ronald Reagan y se
nombro entonces “Star Wars” (Guerra de las Galáxias).
[22] Ibidem.
[23] Ibidem.
[24] Véase la información mucho
más
detallada que brinda Keith Harmon Snow en Weather Warfare op.cit.
[25] Citado en: Rosalie Bertell, op.cit.
[26] Véase “HAARP:
Vandalism in the Sky?” en http://www.nexusmagazine.com/HAARP.html; revisado el 12.04.2004; tambien
disponible en: http://www.earthpulse.com/haarp/vandalism.html
; revisado el 06.04.2004
[27] Ibidem.- Según
Eastlund
y
con
respecto a la capacidad de modificación
meteorológica por el proyecto HAARP, las interacciones directas
y significantes
con los esquemas meteorológico-climáticos en la
troposfera requieren niveles de
energía de 100 MW y más. La capacidad transmisora de
HAARP prevista para 1999
era de 980 KW, para luego llegar a 3.6
MW en un plano posterior. Eastlund considera sin embargo, que ya con
3.6 MW se
pueden realizar experimentos significantes. Véase http://www.borderlands.com/spacewea.htm;
revisado
el
12.04.2004.
– No hemos podido econtrar información
acerca de la
capacidad transmisora actual de HAARP, es decir del año 2004.
[28] Ibidem, mi propia traducción del
inglés.
[29] Véase el propio sitio web de HAARP,
http://www.haarp.alaska.edu/,
especialmente
las
secciones
“Technical Details” y “ELF Generation”, en http://www.haarp.alaska.edu/haarp/tech.html
y http://www.haarp.alaska.edu/haarp/elfhrp.html
respectivamente; revisado el 10.04.2004.
[30] Véase http://www.alaska-info.de/a-z/haarp/alaska_haarp5.html; revisado el 05.04.2004
[31] http://www.earthpulse.com/products/haarp.html; revisado el 05.04.04
[32] Véase Nick Begich, Ground-Based 'Star Wars' Disaster Or 'Pure'
Research?, http://www.earthpulse.com/haarp/ground.html; revisado el 06.04.2004
[33] Información obtenida de: Discovery
Channel 2001, en: http://www.discovery.de/de/pub/specials/wetterextrem/lexikon/schumann_
frequenz.htm;
revisado
el
05.04.2004.
[34] Las frequencias de ondas cerebrales
están divididas en cinco categorías; la Delta (entre 1-3
Hz.), correspondiente
al sueño profundo y al coma; la Theta (entre 4-7 Hz.),
correspondiente a la
hipnósis, trance o sueño ligero, la Alpha (entre 8-13
Hz.), correspondiente a
la meditación y al relajamiento, y la Beta, (entre 14-40 Hz) que
corresponde al
estado despierto y conciente del cerebro. Las ondas ELF causan que el
cerebro
opere en los ámbitos Delta y Theta, o sea perturban su estado
despierto-consciente. Véase la explicación en http://www.graviflight.de/ELF_Abwehr/ELF_AbwehrS_W/body_elf_abwehrs_
w.html;
revisado
el
05.04.2004