El Materialismo Histórico-Dialéctico: Una Aproximación Simple (Una Charla Académica Revisada)
Por: Franz J. T. Lee 26/04/04. (Dedicado
especialmente a mis estudiantes venezolanos actuales de los Seminarios:
Pensamiento Político y Análisis Político Contemporáneo.)
Prácticamente sabemos casi nada del Marxismo, de su ciencia, filosofía,
método y epistemología. Hay muchas maneras de ver a nosotros mismos, a
la naturaleza, a la sociedad, a la historía. De todos modos, hay
suficientes razones para reconsiderar, reevaluar y revisar las
cosmovisiones geocéntricas y heliocéntricas de los milenios pasados
para formular una práxis-teoría revolucionaria emancipatoria para el
Tercer Milenio. Dentro de este contexto transhistórico es menester
analizar la contradicción fundamental de la sobreestructura clasista,
es decir, la filosofía occidental misma, o sea, el idealismo versus el
materialismo, mutatis mutandis, el feudalismo versus el capitalismo,
Dios versus la Razón o el Capital. La revolución económico-política
burguesa (la Revolución Industrial y la Revolución Francesa) se expresó
en el materialismo y empiricismo de sus pensadores principales como lo
fueron Bacon, Hobbes, Locke, Voltaire, Diderot, etc.
Este materialismo mecánico burgués fue radicalizado por los demócratas
radicales, por la Izquierda Hegeliana, por Feuerbach, Marx y Engels, y
con el Manifiesto Comunista (1848) fue convertido en el arma
revolucionaria del proletariado europeo. Esto es lo que se llama la
concepción histórica dialéctica materialista, el materialismo
histórico-dialéctico, el Marxismo. Sin conocer los fundamentos
científicos de esta filosofía no hay ninguna manera de desarrollar una
verdadera Negación, una auténtica práxis-teoría revolucionaria, dentro
del sistema capitalista laboral global, para lograr cambios
estructurales internos.
Desde tiempos remotos nosotros estamos confrontando un serio problema
analítico. Conceptos tales como democracia, socialismo, comunismo,
marxismo, marxismo-leninismo, Trotskismo, materialismo
histórico-dialéctico, están nublados con el „smog“ de la ideología, que
es precisamente el opuesto de toda práxis-teoría revolucionaria, de lo
nuevo y lo original en el pensamiento científico-filosófico. La
ideología es un producto intelectual de la sociedad dividida en clases,
y en tanto las clases gobernantes existen, y tienen - por definición -
la tarea de gobernar, disciminar y oprimir a otras clases bajas, se
vieron en necesidad de una ideología para encubrir y racionalizar su
explotación de clase, su opresión y dominación. En otras palabras, han
necesitado de un sistema represivo de ideas, acomplejo de ideas
gobernantes, patrones de conducta, un cuerpo de normas y códigos
morales y religiosos, de desocialización, de "educación", para
justificar y conservar su status quo. Consecuentemente, no han tenido
un interés científico por indagar la verdad histórica que les revelaría
su existencia parasitaria, burocrática y elitista. Hasta ahora, todas
las sociedades alienadoras estaban en transformación de un modo de
producción al siguiente, en tanto son clases sociales y necesariamente
deben producir ideologías. Esta es la razón del por qué „la dictadura
del proletariado“, como dictadura, no puede estar exenta de „ideología
proletaria“. Por lo tanto, un movimiento emancipatorio, que se
encuentra inserto en la corriente transhistórica de la revolución
proletaria mundial, no necesita una ideología o una variedad de estas,
sino una práxis-teoría revolucionaria, la cual revelará una verdadera
emancipación histórica. La verdad siempre se mueve en la aurora, en la
luz del amanecer de la evolución-involución-transvolución; puesto que
no hay nada oculto o misterioso para aquella, nada está velado como
para racionalizarlo o falsificarlo. Un emancipador no necesita
mentiras, una ideología, adoctrinamiento, manipulación y desinformación.
Cuando el socialismo -- que tiene una larga historia en su evolución,
que es un producto del capitalismo mismo, como su Negación -- se
transformó a partir del Socialismo Utópico de Owen, Fourier y
Saint-Simon en el Socialismo Científico-Filosófico de Marx y Engels
alrededor de la mitad del siglo XIX, adoptó la Dialéctica y el Método
Dialéctico como el latido de su corazón, haciendo la dialéctica el
„álgebra de la revolución social“ (Alexander Herzen). Tal como lo ha
puntualizado Ernst Bloch, este cambio cualitativo no implica un
abandono de su esencia utópica, concreta y revolucionaria.
Posteriormente, el extraordinario Lenin sugirió a sus camaradas que
ellos podrían „soñar“ un poco más. Esto significa que el socialismo,
como nosotros lo entendemos, es históricamente un proceso
emancipatorio, pero al mismo tiempo, será, como futuro modo de
producción, la negación de la negación del capitalismo. No obstante, el
socialismo marxista no es un exodo, no trasciende el proceso de
producción global; se realiza dentro del sistema laboral existente,
como un nuevo modo de producción desalienado. Ni siquiera el "salto
desde el reino de la necesidad al reino de la libertad", el comunismo
marxista visualizado, se liberará de la relación perversa, unilateral,
universal del Trabajo. No es que el Trabajo es alienado, es peor, el
Trabajo mismo, el producto transhistórico de la sociedad de clases, es
la Alienación per se.
Consecuentemente, hoy día, dentro de la dialéctica histórica, dentro
del sistema mundial, distinguimos entre el socialismo como un proceso
revolucionario que está presente dentro del capitalismo, como no ser
del mismo, y un futuro posible socialismo, todavía como un modo de
producción sistémico, que será la negación de la negación del
capitalismo. Aunque, bajo las condiciones actuales del globofascismo,
es casí imposible, sin embargo, podemos constatar que sólo cuando el
proceso del socialismo haya alcanzado su punto nodal, su cima a escala
planetaria, podremos hablar acerca del establecimiento de una sociedad
o un modo de producción socialista real. En tanto que el sistema
económico mundial sea capitalista de cabo a rabo, y en tanto estén
operando las leyes de la división internacional del trabajo, y en tanto
tengamos producción de bienes y clases sociales, históricamente, no
podemos hablar acerca de la realización del socialismo y sólo tenemos
que limitarnos a hablar acerca de crear las condiciones materiales e
intelectuales necesarias para hacer posible a un socialismo
práxicamente imposible. De este modo, en el siglo XIX, sólo cuando el
proceso socialista intelectual alcanzó su punto nodal, fue posible la
colaboración teórica estrecha de Marx y Engels, en conjunto con la
práxis de la Primera y la Segunda Internacional. En otras palabras,
comenzó la práxis-teoría revolucionaria originaria de la época de Marx
y Engels.
Llamar al Socialismo Científico-Filosófico contemporáneo, „marxismo“, o
„Trotskismo“ o „marxismo-leninismo“ el cual debería ser llamado
realmente „Leninismo-Trotskismo“ porque en 1917 Lenin llegó a ser
trotskista y Trotsky llegó a ser leninista, no sería una dogmatización
o personificación de una realidad histórica. Si estos términos se han
usado, sólo tienen el sentido de sinceros agradecimientos por los
logros revolucionarios alcanzados por esos científicos, y nada más.
Todos los grandes socialistas fueron hombres que vivieron en una época
específica y que estaban limitados por las barreras específicas de sus
épocas. Mientras tanto, la tierra continuaba girando alrededor del sol,
y con el sol, girando en torno a las galaxias; en otras palabras,
permanentemente continúa el movimiento de nuestro universo mismo. Por
lo tanto, ¿cómo pueden sus escritos y su práxis-teoría histórica tener
la verdad absoluta, y la explicación eterna? Esto no quiere decir que
ahora todos ellos son obsoletos -- ni siquiera Platón, y menos
Jesucristo, han pasado al basurero de la historía.
En consecuencia, aún el Marxismo que usaremos como sinónimo de
Socialismo Científico-Filosófico está sujeto a las leyes de la
dialéctica, es decir, tiene su propio proceso de
involución-evolución-transvolución. Y aún cuando el homo sapiens
sapiens tuviera la fortuna de realizar el socialismo o comunismo antes
del holocausto de las armas de destrucción masiva estadounidenses, este
„reino de la libertad“ encontrará así mismo, eventual e inexorablemente
su „fenecer“ hegeliano. Esto simplemente significa que si el "hombre"
ha cumplido completamente su tarea alienante o desalienante dentro de
la contradicción perversa de la historia actual, el hombre mismo habría
alcanzado su punto noda hegeliano. La historia, la revolución y el
hombre habrán terminado. Lo que será la „síntesis“ no nos interesa
ahora, porque ello nos elevaría a una especulación acientífica, que no
cuenta con condiciones materiales ni intelectuales para hacer un
análisis objetivo, subjetivo y transjectivo realmente posible. No todo
es posible, pero el experimentum mundi, el experimento hombre, continúa.
En lo que a nosotros respecta aquí y ahora, especialmente en Venezuela,
y en el "Tercer Mundo" en general, debemos crear las condiciones
sociales para cambiar las latencias en tendencias globales y
transformarlas en posibilidades reales y realidades posibles;
transformar la negación dentro del capitalismo, la revolución
proletaria, en su negación de la negación, en su "trans-síntesis", es
decir, en el exodo transcendental, en la emancipación a escala mundial.
Esta no es una directiva de Marx, ninguna regla dogmática u ortodoxa
del socialismo, sino es la conclusión lógica, dialéctica y trialógica
que se puede derivar científica y filosóficamente desde el proceso
transvolucionario que transciende mucho más allá del Cosmos transversal
mismo.
Esto es en general lo que es el marxismo vivo, específicamente en
relación con la actualidad galáctica, con la verdad del proceso
emancipatorio dentro del capitalismo del siglo XIX, XX y XXI. En este
nivel nos corresponde la comprensión, estudio, aplicación y
enriquecimiento de la práxis-teoría científica filosófica socialista.
En esta dimensión necesitamos una teoría-práxis revolucionaria local,
regional, continental, global, galáctic, operando con la sensibilidad
de las ondas electromagnéticas cósmicas y con la precisión de las ondas
escalares galácticas. En efecto, nuestra acción y pensamiento, nuestra
práxis-teoría, tienen que ser en alto grado superior a la
práctica-ideología consumista capitalista cotidiana. El capitalismo
corporativo globalizado ha elevado el proceso de producción humana, es
decir, la historia, a un nivel muy complejo y multiplejo, ha
introducido movimientos y transformaciones intrincadas e
intransigentes, afluentes e influentes, subordinadas y subjuntivas con
multivelocidades de desarrollo; está convirtiendo el trabajo
cuantitativo manual en trabajo cualitativo intelectual a escala
mundial. La cumbre de este complejo es la amenaza del holocausto
terrorista actual, significa que por los momentos, nuestra tarea
histórica, está colocada completamente al servicio de la emancipación
humana, al servicio del rescate de la historia misma. Esto también nos
indica que no podemos jamás perder energías práxico-teóricas en aplicar
métodos del pensamiento y creencias que sean inefectivos y obsoletos, y
que no podemos usar herramientas ideológicas arcaicas para comprender
la realidad fascista del capitalismo global contemporáneo en agonía.
Sin embargo, la regla de oro es: lo que es claro como el cristal tiene
que ser expresado precisamente como tal; lo que es dudoso y super
complejo necesita de formas apropiadas de expresión intelectual y
científica; lo que es vago tiene que expresarse precisamente así, por
ejemplo, la emancipación. Lo que podemos realizar con la tradicional y
simple tabla de multiplicar inferior a la del 12, no es lo mismo que
actualmente las computadoras de la NASA están realizando; y esto indica
de qué estamos hablando.
De manera pues que no tenemos alternativa, a no ser comenzar con el ABC
del marxismo, para estudiar sus principios, ideas, conceptos,
categorías, teorías y leyes de manera muy cuidadosa y consciente. Sin
embargo, si no aplicamos el método marxista del conocimiento desde lo
concreto a lo abstracto y desde lo abstracto a un nuevo concreto, nunca
alcanzaremos las infinitas profundidades y sustancias para comprender
nuestra lucha de vida a muerte dentro del medio social inmediato, en el
planeta y en otras esféras.
Así, el marxismo debe ser definido en el contexto de su dialéctica, su
práxis-teoría. Esta obra es una modesta contribución para comenzar el
más excitante viaje hacia el horizonte del intelecto humano para
descubrir y crear el marxismo, para hacer-pensar el futuro histórico y
para trascender la historia futura, la cual está abierta, indeterminada
e indeterminante. Lo quee será depende de nosotros, y de los procesos
reales que ocurran en todas partes y en todos tiempos. El postulado
principal del Marxismo, la Materia misma, está aún indeterminada,
porque se está moviendo, esté cambiando. No sólo el amo y el esclavo,
sino el cosmos mismo, no se han realizado a si mismos; ellos tienen una
función utópica material concreta-real.
El „amor“ de, por y para de la „sabiduría“ -- y no la „reina“ en la
monarquía de las ciencias, -- esto es, la filosofía, tiene su propia
contradicción: el idealismo-materialismo, cuya esencia es la
contradicción interna: idea-sustancia o Espíritu-Materia. Fue
precisamente Lenin quien ha señalado que un idealismo culto (un
idealismo con sophía) se sitúa al frente de un materialismo culto y no
de un materialismo vulgar. En otras palabras, la filosofía del
marxismo, esto es el materialismo histórico-dialéctico, tiene como su
negación intrínseca, como parte de su motor dialéctico de desarrollo,
un idealismo dialéctico culto. En efecto, el socialismo científico
filosófico o marxismo es filosofía práxico-teórica, o por lo menos, los
dos términos son gemelos. L}Según el marxismo, la síntesis histórica
real de la filosofía humana es el socialismo científico como
materialismo histórico-dialéctico, como práxis-teoría proletaria. Esto
ocurrió cuando el pensador revolucionario llegó a ser consciente que la
filosofía no sólo podría interpretar al mundo, sino también podría
cambiarlo y mejorar las condiciones de vida de los esclavos
asalariados. Cuando la filosofía llegó a ser práxis-teoría humana,
llegó a ser también el socialismo científico filosófico, llegó a ser el
marxismo vivo. Vamos a investigar ahora lo que Marx y Engels han dicho
respecto de su „nuevo“ materialismo.
Marx y Engels propusieron que el „nuevo“ materialismo fuera objetiva y
científicamente verdadero; para ellos, el materialismo
histórico-dialéctico sería revolucionario porque era verdadero, y
verdadero porque era revolucionario. Más tarde, Engels (en Anti-Dühring
1878) y Lenin (en „Las Tres Fuentes y las Tres Partes Integrantes del
Marxismo“, 1913), explicaban cómo el movimiento socialista llegó a ser
científico. Según Lenin:
„El marxismo es el sistema de los criterios y enseñanzas de Marx. El
fue el genio que continuó y consumó las tres principales corrientes
ideológicas del siglo XIX, representadas, a saber, por los tres países
más avanzados de la humanidad: la filosofía clásica alemana, la
economía política clásica inglesa y el socialismo francés, combinadas
con las doctrinas revolucionarias francesas en general“ (1).
En “La Pobreza de la Filosofía”, encontramos las
explicaciones de Marx acerca de cómo la ciencia llegó a
ser revolucionaria.
“Así como los economistas son los representantes científicos de la
clase burguesa, los socialistas y los comunistas son los teóricos de la
clase proletaria... en la medida en que la historia avanza, y con ello,
la lucha del proletariado asume lineamientos más claros, ellos, (los
teóricos) ya no necesitan buscar la ciencia en sus mentes; sólo tienen
que tomar nota de lo que está sucediendo ante sus ojos y convertirse en
portavoces de ello. Mientras busquen ciencia y sólo hagan sistemas,
mientras estén en el comienzo de la lucha, verán en la pobreza nada más
que pobreza sin buscar en ella el lado revolucionario-subversivo que
destronará la vieja sociedad. Desde este momentos la ciencia, producida
por el movimiento histórico y asociándose a él en pleno reconocimiento
de causa, ha dejado de ser doctrinaria y se ha vuelto revolucionaria“
(2).
En Anti-Dühring, Engels estableció de qué forma el Socialismo
Científico, como práxis-teoría del proletariado, refleja un conflicto
verdadero:
„Las nuevas fuerzas de producción ya han rebasado la forma burguesa de
usarlas; y este conflicto entre fuerzas productivas y modo de
producción, no es un conflicto surgido en las mentes de los hombres,
como por ejemplo, el conflicto entre el pecado original y la justicia
divina, sino que existe en los hechos, obj etivamente, fuera de
nosotros, independientemente de la voluntad o de la intención, incluso
de los hombres que lo han originado. El socialismo moderno no es sino
el reflejo, en pensamiento, de este conflicto real, su reflejo ideal en
las mentes de la clase a la cual afecta directamente la clase obrera“
(3).
En 1847/48, Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, explicaron la
aparición del socialismo científico como „la ruptura más radical con
las ideas tradicionales“ (4).
Respecto a las relaciones de propiedad, que citaremos aquí extensamente, escribieron:
„Las tesis teóricas de los comunistas no se basan en modo alguno en
ideas y principios inventados o descubiertos por tal o cual reformador
del mundo.
No son sino la expresión de conjunto de las condiciones reales de una
lucha de clases existente, de un movimiento histórico que se está
desarrollando ante nuestros ojos. La abolición de las relaciones de
propiedad existente desde antes no es una característica peculiar y
exclusiva del comunismo.
Todas las relaciones de propiedad han sufrido constantes cambios
históricos, continuas transformaciones históricas. La Revolución
Francesa, por ejemplo, abolió la propiedad feudal en provecho de la
propiedad burguesa.
El rasgo distintivo del comunismo no es la abolición de la
propiedad en general, sino la abolición de la propiedad burguesa.
Pero la propiedad privada actual, la propiedad burguesa, es la última y
más acabada expresión del modo de producción y de apropiación de lo
producido, basado en los antagonismos de clase, en la explotación de
los unos por los otros *. En este sentido los comunistas pueden resumir
su teoría en esta fórmula única: abolición de la propiedad privada.
Se nos ha reprochado, a los comunistas, el querer abolir la propiedad
personalmente adquirida, fruto del trabajo propio, esa propiedad que
forma la base de toda libertad, de toda actividad, de toda
independencia individual.
¡La propiedad bien adquirida, fruto del trabajo, del esfuerzo personal!
¿Os referís acaso a la propiedad del pequeño burgués, del pequeño
labrador, esa forma de propiedad que precede a la propiedad burguesa?
No tenemos que abolirla: el progreso de la industria la ha abolido y
está aboliéndola a diario.
¿O tal vez os referís a la propiedad privada moderna, a la propiedad burguesa?
¿Es que el trabajo asalariado, el trabajo del proletario, crea propiedad para el proletario?
De ninguna manera. Lo que crea es capital, es decir, la propiedad que
explota al trabajo asalariado y que no puede acrecentarse sino a
condición de producir nuevo trabajo asalariado, para explotarlo a su
vez. En su forma actual, la propiedad se mueve en el antagonismo entre
el capital y el trabajo asalariado.
Examinemos los dos términos de este antagonismo.
Ser capitalista significa ocupar, no sólo una posición personal en la
producción, sino también una posición social. El capital es un producto
colectivo; no puede ser puesto en movimiento sino por la actividad
conjunta de muchos miembros de la sociedad y, en ultimo término, sólo
por la actividad conjunta de todos los miembros de la sociedad.
El capital no es, une fuerza personal; es una fuerza social. En
consecuencia, si el capital es transformado en propiedad colectiva,
perteneciente a todos los miembros de la sociedad, no es la propiedad
personal la que se transforma en propiedad social. Sólo habrá cambiado
el carácter social de la propiedad. Este perderá su carácter de clase''
(5).
Y luego continuaban:
“Todas las objeciones dirigidas contra el modo comunista de apropiación
y de producción de los productos materiales han sido hechas igualmente
respecto a la apropiación y a la producción de los productos del
trabajo intelectual. Lo mismo que para el burgués, la desaparición de
la propiedad de clase equivale a la desaparición de toda producción, la
desaparición de la cultura de clase significa para él la desaparición
de toda cultura.
La cultura, cuya pérdida deplora, no es para la inmensa mayoría de los
hombres más que el adiestramiento que los transforma en máquinas.
Más, no discutáis con nosotros mientras apliquéis a la abolición de la
propiedad burguesa el criterio de vuestras nociones burguesas de
libertad, cultura, derecho, etc. Vuestras ideas son, en sí mismas,
producto de las relaciones de producción y de propiedad burguesa, como
vuestro derecho no es más que la voluntad de vuestra clase erigida en
ley, voluntad cuyo contenido está determinado por las condiciones
materiales de existencia de vuestra clase.
La concepción interesada que os ha hecho erigir en leyes eternas de la
Naturaleza y de la Razón las relaciones sociales dimanadas de vuestro
modo de producción y de propiedad, relaciones históricas que surgen y
desaparecen en el curso de la producción, las compartís con todas las
clases dominantes hoy desaparecidas. Lo que concebís para la propiedad
antigua, lo que concebís para la propiedad feudal, no os atrevéis a
admitirlo para la propiedad“ (6).
Se defendieron de los cargos religioso-filosóficos esgrimidos contra el Socialismo Científico, así:
„En cuanto a las acusaciones lanzadas contra el comunismo, partiendo
del punto de vista de la religión, de la filosofía y de la ideología en
general, no merecen un examen detallado.
¿Acaso se necesita una gran perspicacia para comprender que con toda
modificación sobrevenida en las condiciones de vida, en las relaciones
sociales, en la existencia social, cambian también las ideas, las
nociones y las concepciones, en una palabra, la conciencia del hombre?
¿Qué demuestra la historia de las ideas sino que la producción
intelectual se transforma con la producción material? Las ideas
dominantes en cualquier época, no han sido nunca más que las ideas de
la clase dominante.
Cuando se habla de ideas que revolucionan toda una sociedad, se expresa
solamente el hecho de que en el seno de la vieja sociedad se han
formado los elementos de una nueva, y la disolución de las antiguas
condiciones de vida.
En el ocaso del mundo antiguo, las viejas religiones fueron vencidas
por la religión cristiana. Cuando en el siglo XVIII las ideas
cristianas fueron vencidas por las ideas de la ilustración, la sociedad
feudal libró una lucha a muerte contra la burguesía, entonces
revolucionaria. Las ideas de libertad religiosa y de libertad de
conciencia, no hicieron más que reflejar el reinado de la libre
concurrencia en el dominio de la ciencia *. Sin duda - se nos dirá -
las ideas religiosas, morales, filosóficas, políticas, jurídicas, etc.,
se han ido modificando en el curso del desarrollo histórico. Pero la
religión, la moral, la filosofía, la política, el derecho se han
mantenido siempre a través de estas transformaciones.
Existen, además, verdades eternas tales como la libertad, la justicia,
etc., comunes a todo estado de la sociedad. Pero el comunismo quiere
abolir estas verdades eternas, quiere abolir la religión y la moral, en
lugar de darles una forma nueva, y por eso contradice a todo el
desarrollo histórico anterior.
¿A qué se reduce esta acusación? La historia de todas las sociedades
que han existido hasta hoy se desenvuelve en medio de contradicciones
de clase, de contradicciones que revisten formas diversas en las
diferentes épocas.
Pero cualquiera que haya sido la forma de estas contradicciones, la
explotación de una parte de la sociedad por la otra, es un hecho común
a todos los siglos anteriores, por consiguiente, no tiene nada de
asombroso que la conciencia social de todas las edades, a despecho de
toda variedad y de toda diversidad, se haya movido siempre dentro de
ciertas formas comunes, dentro de unas formas - formas de conciencia -
que no desaparecerán completamente más que con la desaparición
definitiva de los antagonismos de clase.
La revolución comunista es la ruptura más radical con las relaciones de
propiedad tradicionales; nada de extraño tiene que en el curso de su
desarrollo rompa de la manera más radical con las ideas tradicionales“
(7).
¿Cómo llegó el socialismo a ser una ciencia? Engels lo describe extensamente en Anti-Dühring (8).
Al final de su introducción Engels resume:
“Estos dos grandes descubrimientos: la concepción materialista de la
historia y la revelación del secreto de la producción capitalista
mediante la plusvalía se lo debemos a Marx. Con esto, el Socialismo se
convierte en una ciencia, que sólo nos queda por desarrollar en todos
sus detalles y concatenaciones“ (9).
En las “Obras Escogidas” de Lenin, en su artículo „Las Tres Fuentes y
las Tres Partes Integrantes del Marxismo“, encontramos valiosas ideas
que nos orientarán para abordar esta tarea tan ardua. Sin embargo, en
el discurso pronunciado ante el Congreso de la Liga de Jóvenes
Comunistas Rusos en 1920, Lenin advirtió que el Socialismo Científico
no puede ser aprendido de memoria.
“... la sola absorción rutinaria de lo que está escrito en los libros
sobre el comunismo, sería una acción completamente equivocada... Sin
trabajo, sin lucha, un conocimiento de rutina obtenido de panfletos y
libros comunistas sería inservible, porque ello perpetuaría el divorcio
entre la teoría y la práctica (la práxis *), esa antigua separación que
constituyó la forma más repugnante de la vieja sociedad burguesa... La
vieja escuela fue una escuela de atiborramiento que apremiaba a los
alumnos a saturarse de una serie de conocimientos inútiles, superfluos,
estériles, que entorpecían el cerebro y transformaban a la generación
más joven en funcionarios apegados a un patrón...
No debemos tomar de la vieja escuela el sistema de sobrecargar las
mentes de la gente tierna con una inmensa cantidad de conocimientos, de
los cuales, nueve décimas son inútiles y una décima es distorsionada...
Usted puede llegar a ser un comunista con sólo enriquecer su mente con
el conocimiento de todos los tesoros creados por la humanidad... Si un
comunista introdujera estos conocimientos en su cabeza, a causa de las
conclusiones „ya hechas“ que ha absorbido, para jactarse de su
comunismo, sin poner de sí una gran cantidad de trabajo serio y duro,
sin comprender los hechos que debe examinar con sentido crítico, será
un comunista despreciable. Tal superficialidad seria decididamente
fatal. Si yo sé que sé poco, me esforzaré por aprender más; pero si un
hombre dice que es un comunista y que no necesita aprender algo
completamente, nunca llegará a ser nada parecido siquiera a un
comunista“ (10).
Así pues, evitemos ser socialistas „despreciables“; cualquier
superficialidad podría ser fatal para nuestra tarea individual, social
e histórica.
2. ¿Qué es Materialismo Histórico-Dialéctico?
Como hemos visto, la Filosofía del Socialismo Científico, es el
materialismo histórico-dialéctico. Para poder llegar al conocimiento de
lo qué es el socialismo científico, es necesario comprender los
principios fundamentales de la filosofía materialista (11).
En adelante vamos a resumir el abecedario del materialismo histórico
dialéctico como lo ha expuesto Georges Politzer, un discípulo de Marx,
Engels y Lenin.
¿Por qué es necesario entender la relación entre socialismo y materialismo?
Porque a través de la historia de la humanidad moderna, el proceso del
socialismo como práxis-teoría social, esté ligado íntimamente al
materialismo.
En ¿Qué Hacer? (12), Lenin dice muy claramente: Sin teoría
revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario. En
consecuencia, la práxis y la teoría revolucionaria van dialéctica y
permanentemente unidas.
¿Qué es la teoría?
Es el conocimiento fluyente sobre las cosas que queremos realizar.
¿Qué es la práxis?
Es el acto histórico de realizarlas.
¿Qué es la filosofía?
Es la "ciencia social" de la creación práxico-teórica histórica
permanente. La filosofía como práxis-teoría busca interpretar, explicar
y cambiar la naturaleza, la sociedad, y la historia. En este sentido,
es una profundización, una elevación de las ciencias específicas, se
deriva de ellas y depende de ellas. Y, la ciencia natural cósmica es
lógicamente práxis teórica.
¿Cuál es la relación entre materialismo y socialismo?
1. El materialismo histórico-dialéctico constituye la
base filosófica del socialismo científico (13).
2. Esta filosofía como negación afirmativa dentro de la filosofía en
general, parte de las ciencias sociales y naturales, se basa en ellas y
evoluciona con ellas.
3. Mucho antes de Marx y Engels habían ya filósofos materialistas como
Tales, Anaximandro, Heráclito, Demócrito, etc. Pero en el siglo XIX
Marx y Engels renovaron el antiguo materialismo, criticaron el
materialismo mecánico burgués con la ayuda de las ciencias modernas,
desarrollando entonces el materialismo histórico-dialéctico. Luego, la
filosofía del materialismo tiene una historia, es el florecimiento del
materialismo mecánico francés, pero también del idealismo objetivo
hegeliano.
El Problema Fundamental de la Filosofía
Materia y Espíritu:
Como hemos visto, la filosofía tiene su objetivo específico, la
interpretación y explicación del hombre como especie, de la naturaleza,
de la sociedad y del cosmos. Las cosas de la realidad externa e interna
pueden clasificarse en la Esencia y la Existencia, en cosas materiales
e intelectuales.
Las cosas intelectuales pertenecen al dominio del espíritu: pensamiento
e ideas, al mundo intelectual, a la realidad interna y subjetiva.
Para los marxistas, el Cosmos, la Esencia, el „Ser“ concreto significa
la materia, y su negación abstracta significa la idea, el „espíritu“,
el „pensamiento“, lo existencial, lo social.
El pensamiento es la idea que concebimos de las cosas, algunas de ellas
corresponden a objetos materiales; otras, como las del *alma", de la
filosofía, del pensamiento mismo, de un triángulo o de Dios, no
corresponden a objetos de la apariencia. La materia histórica es lo que
nuestras sensaciones, percepciones, producciones y reproducciones
mentales nos muestran, nos presentan. Más exactamente, es todo lo que
nos rodea que llamamos el „mundo exterior“, pero también su negación,
el „mundo interior“. Materia y espíritu forman una relación, una
contradicción, una determinación, un proceso, el Todo lógico-formal,
universal. ¿Cuál de los dos es más importante? ¿Cuál de los dos
antecede al otro? ¿Es la verdad el todo, la relación de los dos? Estas
reflexiones constituyen el objeto fundamental de la filosofía.
Filosofía „Idealista“:
Lo que se conoce como filosofía „idealista“ subjetiva, es bien
explicada por el filósofo protestante inglés Bishop George Berkeley
(1685-1753), en su libro “Three Dialogues Between Hylas and Philonous”
(1712). Para Berkeley, la verdad es que la materia no existe y sostener
lo contrario sería una paradoja *. Desde luego, no todos los idealistas
son tan absolutistas. Por ejemplo, en última instancia, el idealista
objetivo Hegel tiene un concepto de la materia.
3. Los Argumentos Idealistas
El espíritu idealista: el problema fundamental de la filosofía es la de
que el espíritu es primordial y esencial, y engendra la materia,
principalmente como apariencia, como fenómeno, como excremento. Esta
forma de idealismo primario se refleja en todas las grandes religiones
mundiales, las cuales sostienen que el espíritu dio origen al mundo. El
idealismo común de la Teología sostiene que Dios creó al mundo y que el
primero existe realmente, fuera de nosotros. Así, el idealismo de
Berkeley pregona que Dios creó la ilusión del mundo dándonos ideas que
no corresponden a la realidad cotidiana. Luego, el espíritu es la única
realidad, siendo la materia un fantasma, un producto fabricado por
nuestras mentes. El mundo sólo existe en nuestros pensamientos.
Berkeley y los demás idealistas subjetivos, arguyen que nosotros
atribuimos propiedades y cualidades a las cosas, como por ejemplo, rojo
o pesado, cuando, en realidad, esto sólo existe en nuestras mentes.
Son nuestras ideas las que dan forma a las cosas: Y, las ideas de los
grandes hombres como Robespierre o Tito son las que originan
revoluciones ilusionistas. Es la mente humana la que crea la ilusión
del mundo ideal. Nuestra mente, según Berkeley, es incapaz de crear
todas las ideas, por consiguiente, necesita una mente más poderosa, la
de Dios, que crea todas las ideas restantes. Dios crea nuestras mentes
y les impone las ideas de la realidad espiritual.
En líneas generales, los argumentos del idealismo filosófico son bien
conocidos; de hecho, ésta es últimamente la ideología materializada del
capitalismo, con la cual estamos relacionados y en contacto todos los
días de nuestras vidas. Nuestros pensamientos están calados de la
lógica formal, de la metafísica y del idealismo, y afectados por ellos;
"Gracias a Dios", "sí Dios lo quiere", de allí que no sea necesario
explicar esta filosofía con lujo de detalles.
La filosofía del materialismo histórico-dialéctico (del marxismo), es
menos conocida, por ello, es pertinente una descripción detallada de la
misma con el fin de tener una mejor comprensión del socialismo
científico filosófico y de la práxis-teoría revolucionaria.
Para los marxistas, la materia es una realidad externa, independiente
de la mente y que no necesita de ella para existir. Al respecto, Lenin
afirma: „La materia es la realidad objetiva que percibimos por los
sentidos“ (14).
Esta respuesta a la pregunta ¿qué es la materia?
prácticamente no ha cambiado mucho a través de las
épocas *.
¿Cómo es la Materia? La respuesta a esta pregunta si ha cambiado y debe
cambiarse permanente, porque ella depende de la ciencia práxica y la
filosofía teórico, del nivel de la producción-reproducción humana, del
grado de la creatividad y creación social a lo largo del
tiempo-espacio, y much más allá.
Materia, Espacio y Movimiento:
La materia viva existe en el tiempo y en el espacio - pero, no sólo
dentro de estos parametros lógico-formales universales --, está en
constante auto-movimiento y por eso siempre cambia.
Emmanuel Kant, filósofo idealista, postuló exactamente lo contrario:
espacio y tiempo sólo son ideas en nuestras mentes, son fenómenos que
se originan en nuestras mentes; ellos no existen en el mundo objetivo
real.
Los materialistas dialécticos dicen que existimos en el espacio y que
el tiempo es inseparable de lo que existe fuera de nosotros, fuera de
nuestra realidad subjetiva, es decir, la materia. Entonces, el tiempo y
el espacio forman una categoría dialéctica contradictoria. En
Anti-Dühring Engels explica:
“En efecto, las formas esenciales de todos los seres están en el
espacio y en el tiempo y la existencia sin tiempo es sólo un exabrupto,
como lo es también la existencia sin espacio“ (15).
De esto se desprende que existe una realidad objetiva independiente de
nuestra realidad subjetiva, esto es, de nuestra conciencia, ideas y
pensamiento. No obstante, dentro de la historia, las dos están
interrelacionadas. La tierra existió antes que nosotros y continuará
existiendo después de nosotros, siempre y cuando no la hagamos pedazos
con la guerra atómica, con HAARP, con la nanotecnología, con ingenería
genética, etc. Lenin explicó esto así:
“La ciencia natural asegura que, positivamente, la tierra existió una
vez en estado tal, que no hubo hombre ni criatura alguna que pudiera
vivir o haber vivido en ella. La materia orgánica es un fenómeno
posterior, fruto de una larga evolución“ (16).
Y en Anti-Dühring, Engels confirmó:
„El movimiento es la forma de existir de la materia. Nunca, en ningún
lugar ha habido materia sin movimiento, ni la puede haber“ (17).
Lenin está de acuerdo con Engels al escribir:
„No existe nada en el mundo que no sea materia en movimiento, y la
materia no puede moverse sino en el espacio y en el tiempo“ (18).
5. La Filosofía del Agnosticismo
Argumentos de esta tercera filosofía:
Los fundadores de esta corriente son el filósofo escocés David Hume
(1711-1776) y el alemán Emmanuel Kant (1724-1804). Ambos intentaron
reconciliar el idealismo y el materialismo en vez de relacionarlos como
una unidad y contradicción de los opuestos. La palabra agnosticismo
proviene del griego antiguo, donde „a“ significa „negación“, „gnósis“
significa „conocimiento“ o „ciencia“ y „gnótico“ quiere decir „capaz de
conocer”; luego, la palabra „agnosticismo“ significa „incapaz de
conocer“.
Esta filosofía que tiene sus raíces en Grecia Antigua, pero
desarrollada después de Berkeley, sostiene que es inútil tratar de
conocer la naturaleza real (la esencia) de las cosas y que nunca
conoceremos nada excepto apariencias (fenómenos). Así, no podemos saber
si el mundo es básicamente espíritu o materia. Por lo tanto, la „Cosa
en Si“, el noúmeno, lo trascendente, etc., son entidades que no pueden
conocerse en su propia realidad. Precisamente esto queremos saber en
nuestra nueva Ciencía y Filosófía, en nuestra Trialógica. (Véase: Franz
J. T. Lee, SCIENCE, PHILOSOPHY & EMANCIPATION, A Trialogical
Approximation, 2004.
http://www.franzlee.org.ve/trialogics01.html .)
De esta forma, los agnósticos establecen una clara distinción entre
„cosas para si mismos“ y „cosas para nosotros“. Sólo es posible el
estudio de las „cosas para nosotros“, es decir, la ciencia está
reducida sólo al estudio de irrealidades y fantasmas. El estudio de lo
demás es imposible.
6. La Metafísica
El Método Metafísico:
Al método Pre-hegeliano de investigación y pensamiento se le conoce
como método metafísico, que aplica la lógica formal (19). Georges
Politzer explica esta lógica fomal de la manera siguiente.
Primera característica:
El principio de identidad. A = A.
El principio de identidad consiste en preferir la inamovilidad al
movimiento, y la identidad al cambio, cuando se confrontan „hechos” o
cosas, sólo quiere "cambiar" todos los procesos, las cosas, dentro del
sistema cerrado, no quiere cambiar "A", el sistema, no quiere
trascenderlo. En la lógica-formal moderna, este método de razonar se
expresa por la Ley de Identidad, esto es: „tenemos que si A es A“, en
otras palabras, si cualquier afirmación es verdad, entonces es cierta.
Consideran que el mundo está osificado y lo mismo creen aplicable al
hombre, la sociedad y la naturaleza. Esta forma de razonar está muy
bien ejemplificada en la aseveración: „no hay nada nuevo bajo el sol“,
lo que quiere decir que no ha habido ningún cambio y que el universo ha
permanecido inmóvil e idéntico. Afirman, además, que la naturaleza
humana es siempre la misma.
Tales métodos metafísicos están profundamente enraizados en nosotros,
en nuestras mentes y en los gobernantes que explotan al máximo esta
errónea interpretación. Pero, ¿qué es la identidad? Veamos, por
ejemplo, la siguiente afirmación: “La vida es la vida y la muerte es la
muerte“. Se trata de sostener entonces, que la vida permanece como vida
y la muerte permanece como muerte, estando las dos cosas separadas una
de otra. Sabemos, sin embargo, que ambas constituyen partes intrínsecas
de un proceso vital (20). Entonces, este método no acepta „la
contradicción“ que para él es simplemente un „abstracto“ más exacto, un
„absurdo“. Todo el mundo no quiere contradecirse, sólo quiere expresar
"verdades absolutas" eternas.
Segunda característica:
Aislamiento o separación de las cosas.
De acuerdo al método de razonamiento metafísico, „un hombre es un
hombre“ y „una mujer es una mujer“. No hay relación entre ellos, claro,
salvo el sadomasoquismo. Expresado en términos de la lógica-formal: A =
A y No-A = No-A. "B", "C", etc., no existen, Jamás "A = No-A" o "A y
No-A" pueden existir. No contiene A que sea No-A y viceversa. En el
campo de las Ciencias Sociales esto significaría que la Economía no
tiene nada que ver con la Política, y viceversa. Que Chávez se va no
tiene nada que ver con Chávez se vuelve. Pero, "Volvió. volvió. .... ".
Tercera característica:
Divisiones eternas e inalterables.
Esta característica se refiere a que las divisiones entre las cosas,
definitivamente, existen, que son absolutas, inalterables y eternas. Un
enunciado típico de esta naturaleza es el que dice: „siempre han habido
ricos y pobres y siempre los habrá“.
Cuarta característica:
Los contrarios se excluyen mutuamente.
El método metafísico sostiene que los contrarios se excluyen
mutuamente, que dos cosas opuestas no pueden existir al mismo tiempo.
Dicho de otra forma (como se ha elaborado arriba), los metafísicos
tienen una aversión absoluta hacia la contradicción. En la
lógica-formal, encontramos este tipo de razonamiento expresado en la
ley de la Exclusión de los Medios, A v -A, es decir, cualquier
afirmación es o bien verdadera o falsa, no hay otra posibilidad (21).
El Concepto Metafísico de la Naturaleza:
Los metafísicos consideran que la naturaleza, el mundo, el universo, es
un complejo de cosas permanentemente fijas. Sostienen que posee
animación sólo por movimiento mecánico. Luego, la naturaleza es como un
mecanismo de reloj. Si la tierra gira constantemente y no le sucede
nada más, cambia de lugar, pero la tierra misma no cambia, permanece
idéntica a sí misma. Este movimiento es puramente mecánico, sin
historia, sin proceso, sin vida. De verdad, es como "cambiar" dentro
del orden mundial, dentro de la globalización.
El Concepto Metafísico de Sociedad:
Los metafísicos declaran igualmente, que nada cambia en la sociedad.
Aceptan que pueden producirse cambios, por ejemplo, en la producción o
en la política, pero que no existen cambios esenciales en el modo de
producción. Cambio en la producción económica puede ser que en vez de
sembrar azúcar, ahora sembremos arroz. Un cambio en la política sería,
por ejemplo, cuando los gobiernos se suceden unos a otros. La sociedad
capitalista es considerada permanente y eterna y a veces comparada con
una máquina. Así, hablamos comúnmente de la maquinaria política o
económica. En el mismo tenor, a menudo escuchamos decir que la historia
se repite continuamente.
El Concepto Metafísico del Pensamiento:
El concepto metafísico del pensamiento, sus principios y la forma en
que opera, está explicado en la lógica-formal. Ahora bien ¿cuáles son
las reglas fundamentales de la lógica-formal?
1. El principio de la no-contradicción, (A & -A), esto es, no puede
darse el caso de que „esté lloviendo y no esté lloviendo”. Este
principio establece que una cosa no puede ser al mismo tiempo, ella y
su opuesto. Chavéz es un "tirano"; no puede ser un "demócrata", y menos
"un tirano y un demócrata", como el Kerry emergente. Debemos entonces
escoger, por que el agua, a una temperatura de 50 grados C, o está
caliente o está fría, pero no puede ser ambas cosas al mismo tiempo. Mi
vaso de cerveza puede ser medio vacio o medio "full", todo depende de
mi estado de pesimismo o optimismo.
2. El principio de identidad. Como vimos anteriormente, esta regla
declara que una cosa es idéntica a sí misma y que no cambia. Por
ejemplo, aún entre 1400 y 1789 el feudalismo fue siempre feudalismo y
no había señales del nuevo modo de producción: el capitalismo en sí.
3. El principio de la exclusión de los medios o exclusión del tercer
caso. Quiere decir que entre dos posibilidades contradictorias no hay
lugar para una tercera. Debemos escoger entre vida y muerte. No hay una
tercera posibilidad. Los niños saben como trascender este dilema: ellos
escogen ambos dulces.
Entonces para tener „sentido común“, „pensar bien“, en una sociedad
capitalista, no podemos olvidar la aplicación de estas tres grandes
reglas metafísico-idealistas de razonar. La "oposición" de Venezuela es
un ejemplo clásico de la práctica y de la ideología lógica-formales. La
lógica-formal y la metafísica están íntimamente ligadas. La lógica es
un instrumento, un método de razonamiento cuyo procedimiento es la
clasificación de cada cosa, en una forma bien definida y definitiva.
Por ejemplo, en Plaza Francia vive la "raza aria" y aparte, en los
barrios de Caracas viven los "recogelatas", „todos los hombres son
mortales, "Carlos" es un hombre, luego, "Carlos" es mortal“. De esta
manera hemos determinado el lugar (el infierno) de "Carlos", hemos
hecho una clasificación (22). Pero, clasificación y categorización
dialécticas son elementos científicos muy importantes dentro del
proceso de la práxis-teoría- revolucionaria, sólo hay que tener en
cuenta sus limites formales para explicar una realidad fluyente.
7. Las Leyes de la Dialéctica
El método dialéctico moderno fue desarrollado por el filósofo idealista
alemán Hegel. Retrocediendo a la antigua idea de Heráclito, filósofo
griego (544 - 475 a. C.), sobre el pánta rhei, que significa: todo
fluye y cambia, nade es constante, Hegel desarrolló la dialéctica. Ya
según Heráclito, el llegar a ser es la ley fundamental del cosmos, de
la lucha, de la interpretación de los opuestos, de la unidad del ser y
el no ser, de la revolución social. Hegel fue un idealista objetivista,
por lo tanto, concedió importancia primaria al espíritu; de allí que
pensara que eran los cambios espirituales los que provocaban cambios en
la materia. De manera análoga, como es el caso de la doctrina sobre
Forma-Sustancia de Aristóteles, para Hegel, el universo es la Idea
Absoluta que llega a ser materia, que se objetiva, que se enajena de sí
misma. Por ejemplo, el inventor tiene una idea, la realiza, y es esta
idea materializada la que origina cambios en la materia. Marx y Engels
tomaron la dialéctica idealista de Hegel, pero la cambiaron en un
método científico para explicar el movimiento universal, y la usaron
como álgebra materialista en el materialismo histórico-dialéctico (23).
*
1. Primera ley: Cambio Dialéctico
La dialéctica implica movimiento y cambio dentro de un sistema.
En este Universo cerrado nada es definitivo, absoluto o sagrado. Cada
cosa o proceso ha tenido un pasado, tiene un presente y tendrá un
futuro. No está allí, de una vez por todas, y lo que es hoy no es
final. Son ejemplos: las manzanas, la vida humana, la dialéctica o la
sociedad. No hay poder material real, ni la administración de Bush ni
el parlamento europeo, que pueda mantener las cosas en un estado
permanente; por consiguiente, no hay nada absoluto. En este sentido,
absoluto significa no sujeto a condición alguna, es decir, perfecto,
eterno y universal. Y sabemos que Avicenna, Averroes, Avicebron y Hegel
constataron que cada proceso, cosa u objeto, necesita ciertas
condiciones reales para su llegar a ser, su materialización. No se
puede hacer-pensar la Revolución Bolivariana sin sus condiciones
necesarias práxico-teóricas.
La afirmación „nada es sagrado“, no significa que los marxistas o los
dialécticos menosprecien todo. Generalmente, una „cosa sagrada“ es algo
que se considera inmutable, que no debe tocarse ni discutirse, sólo
adorarse. La sociedad capitalista, el capital, la ideología o la
creencia, por ejemplo, son sagrados. Tomar la sagrada esencia de la
sociedad capitalista corporativa, la contradicción entre capital y
trabajo e intentar cambiarla, es „terrorismo“ y „alta traición“
castigada, generalmente, con la pena de muerte, con el derecho de
"asesinar" (Rumsfeld), por ejemplp, a Arafat.
"A" no es siempre "A". Un „caballo“ ayer y un „caballo“ hoy son dos
cosas diferentes. El mismo caballo ha cambiado entre el ayer y el hoy.
Heráclito lo expresó así: „no podemos saltar dos veces dentro del mismo
río“. Más aún, su crítico Crátilo (Kratylos) declaró: “No podemos
saltar una vez dentro del mismo río, porque mientras saltamos, agua
nueva está corriendo debajo de nuestras plantas”. Esta verdad
dialéctica fue conocida desde hace 2500 años y aún así, rara vez la
aplicamos en la práxis diaria.
El todo y la nada están en proceso. La palabra "proceso", que se
eschucha en todas partes de Venezuela, proviene del latín y significa
„movimiento hacia adelante, el acto de avanzar de progresar“. Entonces,
¡A paso de vencedores! Una manzana verde, madura porque está en
proceso. La creatividad humana o la sociedad humana está,
transhistóricamente, en proceso hacia la emancipación, pero, también
puede fracasar, terminando en la barbarie.
Con toda seguridad, el capitalismo corporativo actual no es la etapa
final de „madurez“, de completación, de todos los deseos, anhelos y
sueños sociales. Al contrario, es el epitomador de todos las maldades,
peligros y crimenes de explotación, de opresión y discriminación de
clase. Si se logrará la „madurez“ emancipatoria o no, con el comunismo
o socialismo, o con la creación humana misma, constituye aún una
incógnita y queda como una pregunta abierta. Es probable que la especie
humana tenga que avanzar y progresar mucho más, tenga que sobrepasar a
sí misma. A fin de cuentas, el hombre, la sociedad y la historia son
partes intrínsecas de la Materia, del cósmico experimentum mundi.
2. Segunda ley: Acción Recíproca
Existe una secuencia e interrelación de procesos.
La Revolución Bolivariana es la punta del iceberg de la Emancipación
del "Tercer Mundo", y de la humanidad en su totalidad. El estudio de
una manzana nos conduce al estudio del árbol, de sus orígenes y su
destino. Nos induce a estudiar el suelo, las condiciones en que las
semillas estuvieron aptas para la germinación, la influencia del aire,
del sol, de las armas biológicas estadounidenses, del Plan Colombia,
etc. Entonces estamos estudiando una secuencia y una relación de
procesos. De igual manera podemos estudiar los problemas sociales, las
relaciones golpistas entre la "oposición" venezolana y el gobierno de
Bush, las relaciones estratégicas entre las Fuerzas Armadas y el
Pueblo, el Soberano armado, entre la violencia terrorista de la
guarimba fascista y la guerra de guerrilla urbana revolucionaria.
La Dialéctica significa también desarrollo genérico histórico o en
espiral. Cuando la manzana se descompone, engendra un árbol o varios
árboles. Cada árbol produce, no una manzana sino varias. Luego no
regresamos a nuestro punto de partida. Regresamos a la manzana pero en
otro nivel. Un árbol puede producir muchas manzanas, que a su vez
pueden dar origen a muchos árboles. Así, el movimiento revolucionario
es progresivo, multidimensional y polifásico, no circular o lineal,
sino espiral, produciendo más formas de resistencia, de autodefensa.
Igual es el movimiento dialéctico en la realidad material e intelectual.
El auto dinamismo, el movimiento propio de la materia, origina un
desarrollo histórico espiral en la historia, en la naturaleza y en la
sociedad. Esta concepción se encuentra en franca contradicción con el
Idealismo y la Religión oficializada, que, como vimos anteriormente,
sostienen que el espíritu o Dios es la fuerza motriz original y
permanente. En realidad, la materia cósmica posee la cualidad eterna
del „movimiento propio“. Concreta y materialmente se puede hacer algo;
es evidente que los espíritus sagrados viven en las tinieblas y lagunas
extraterrestres, disfrutando su néctar diabólico y su mana divina, sin
preocuparse para las lágrimas de billones de "Condenados de la Tierra"
ya por los siglos de los siglos. Es obvio, por lo menos en Venezuela,
que los pueblos empobrecidos y sus fuerzas armadas leales hacen la
historia revolucionaria actual.
3. Tercera ley:
La Contradicción
Hasta ahora hemos afirmado lo siguiente: la dialéctica considera que
las cosas se mueven por sí mismas, están en relación unas con otras y
en permanente cambio. Cualquier cosa que estudiamos hic et nunc, aquí y
ahora, y "por ahora", es el resultado de una interrelación de
causas-efectos, de procesos. Básicamente, hay un movimiento progresivo
hacia el destino emancipatorio a pesar de los retrocesos momentáneos o
periódicos causados por la reacción, por la globalización, el Fascismo
Global. Como dijo Lenin, a veces es necesario retroceder un paso para
luego adelantar dos, pero esto tiene muy poco que ver con la traición y
el oportunismo.
A este movimiento de progreso -- llamémosle „espiral“ o „movimiento
histórico“ -- se genera por medio del auto dinamismo práxico-teórico.
Por lo antes expuesto deducimos, que la dialéctica sostiene la ley de
que las cosas necesariamente devienen en su contrario; A puede llegar a
ser -A o B. Así, si B puede llegar a ser A, luego B = A. Históricamente
la burguesía puede ser revolucionaria, pero puede llegar a ser
reaccionaria.
Este es el famoso principio del „feed back“, de retroalimentación o
retroacción. Con toda seguridad, este principio se contradice con los
de la lógica-formal, que establecen que „la verdad es la verdad y el
error es el error“ y que no tienen nada en común. Sin embargo, veamos
este ejemplo: si voy a la ventana y exclamo „¡Eh! un relámpago“, y al
mismo tiempo de decirlo el relámpago cesa, la oración anterior era
verdad cuando la comencé, pero se convirtió en error en el momento en
que terminé de pronunciarla. La verdad de 5:30:58 p.m., puede ser la
mentira de 5:30:59 p.m. Entonces, en los medios de comunicación
nacionales e internacionales, ¡ténganse mucho cuidado con las
"verdades" sobre Venezuela! Los filósofos griegos ya hicieron
referencia teórica a este hecho pero se abstuvieron de hacer
comentarios práxicos al respecto.
En la vida hay fuerzas que mantienen la vida, es decir, que afirman la
vida. Asimismo, las hay que tienden a la negación de la vida. En todas
las cosas existen fuerzas de afirmación y negación, de evolución e
involución.
En otras palabras, cada cosa contiene una contradicción en sí misma,
una esencia-apariencia contradictoria. El por qué las cosas cambian, se
debe, exactamente, al hecho de que contienen contradicciones auto
dinámicas en ellas mismas. Pero la contradicción dialéctica no debe
confundirse con la contradicción verbal, con una negación normativa
general. La primera es una contradicción en los hechos, procesos y
cosas. La segunda consiste simplemente en una declaración negativa:
“voy”, “no voy”, „quiero“ y „no quiero“, etc.
En la dialéctica marxista a la afirmación se le llama tesis; la
negación es la antítesis; la negación de la negación es la síntesis. Un
ejemplo de este movimiento dialéctico: un pollo es la negación del
huevo, el huevo es la afirmación; puesto que ha nacido, el pollo
destruye al huevo. La futura gallina, será la negación de la negación
del huevo. Un huevo roto es la „afirmación de la afirmación“ del huevo,
así terminando este proceso específico de producir sin cambios
cualitativos.
De la misma forma, la espiga de trigo es la negación del grano de
trigo. El grano germinará en el suelo. Esta germinación es la negación
del grano de trigo y producirá una planta. Esta planta, a su vez
florecerá y producirá una espiga. Esta espiga será la negación de la
planta, o la negación de la negación del grano de trigo.
Marx ha aplicado este mismo proceso dialéctico al desarrollo histórico
social para los modos de producción. En el proceso histórico, el
feudalismo fue la negación del estado esclavista, el capitalismo es la
negación de la negación del estado esclavista y la negación del
feudalismo. El socialismo será la negación del capitalismo, será la
negación de la negación de todos los modos de producción anteriores,
basados en la división del trabajo. Negación significa destrucción,
pero no cualquier destrucción. Ella significa sólo la destrucción
dialéctica. Aplastar un mosquito es una destrucción puramente mecánica,
no dialéctica. No es el resultado de procesos progresivos auto
dinámicos.
La "violencia" emancipatoria, es decir, la auto defensa, la
preservación de la vida, en Cuba o en Vietnam no fue una violencia
mecánica, sino una negación dialéctica, en el sentido de la destrucción
y construcción dialéctica, el resultado de „etapas“ auto dinámicas
dentro de la revolución social. La negación de la violencia de la clase
gobernante, sólo puede ser la emancipación proletaria. De allí que la
negación de la negación de todos los tipos de violencia histórica y de
las „paz mundial“ capitalista es la emancipación histórica, es la
síntesis de la Práxis-Teoría. Desde luego, en los ejemplos anteriores,
la revolución social particular, no es aún completa. La revolución
permanente de Marx y Trotski, es un cambio social cualitativo
totalmente radical a escala mundial, es Teoría-Práxis verdadera total,
es Emancipación.
Ya Heráclito había observado que cada cosa es una interpenetración de
contrarios. Todo es „A & -A“. En la „Edad Oscura“ edieval en
general prevalecía la ignorancia, después apareció otra vez la ciencia.
La ignorancia positiva o negativa fue transformada en su opuesto: en la
ciencia o el conocimiento práxico-teórico. Y aún hoy, la ciencia
oficial, enseñada en las universidades públicas -- no la ciencia oculta
en la NASA o en el Pentágono sobre HAARP o la militarización del
espacio o de las armas clímaticas de destrucción masiva -- en general
es ignorante en vastos campos del conocimiento y de la realidad. Pero,
uno podría decir: no hay ignorancia absoluta, siempre hay cierto
conocimiento en la ignorancia y viceversa. En todos los casos,
ignorancia absoluta es conocimiento, y conocimiento absoluto es
ignorancia. En realidad lo que existe intrínsecamente es una ignorancia
o conocimiento relativo.
4. Cuarta ley:
Transformación de Cantidad en Cualidad y vice versa. La ley del Progreso a Saltos.
Maurice Cornforth explica esta ley así:
„Todo cambio tiene un aspecto cuantitativo, esto es, un aspecto de mero
incremento o disminución, que no altera la naturaleza de lo que cambia.
Pero el cambio cuantitativo, ya sea incremento o disminución, no puede
continuar indefinidamente. En un momento dado, siempre conduce a un
cambio cualitativo; y en ese punto crítico (o „punto nodal“ como lo
llamó Hegel) el cambio cualitativo se da repentinamente, a saltos, por
decirlo así“ (24).
Por ejemplo, no podemos calentar agua a presión normal por tiempo
indefinido sin que se produzcan cambios cualitativos. A una temperatura
de 5 grados C, 50 grados C, 80 grados C, no se observará cambio
cualitativo alguno; pero si la temperatura del agua líquida llega a 100
grados C se producirá un cambio „violento“. Esta temperatura será el
punto crítico o „punto nodal“ (Hegel), para que el agua líquida pase al
estado gaseoso. Se ha producido, pues, un cambio cualitativo. El agua
en forma líquida y el agua en forma de gas tienen cualidades diferentes
(25).
La misma ley se puede encontrar en la sociedad. En Francia el cambio
dialéctico del feudalismo al capitalismo, durante la Revolución
Francesa, es seguramente un excelente ejemplo para ilustrar el paso
político agigantado (salto). En la vida diaria, el repentino
„revoltillo de huevos“ es otro ejemplo del cambio cualitativo. También
encontramos esta ley, operando del mismo modo, en las ciencias
naturales. Para hacer una bomba de Uranio, es imprescindible el isótopo
Uranio-235, ya que el isótopo más común, el Uranio-238, no servirá para
tal fin. Los dos isótopos sólo difieren en el peso atómico, una
diferencia cuantitativa de 3 neutrones, la cual hace la diferencia
cualitativa entre los dos isótopos: uno puede producir una bomba y el
otro no. Además, para que ocurra la reacción en cadena que causa la
explosión, se requiere una cierta „masa crítica“ de Uranio-235 (25).
CONCLUSIÓN
En conclusión, la dialéctica es la teoría del conocimiento, la
epistemología, la ciencia y filosofía práxico-teórica del socialismo,
del Marxismo. Con ella, el marxismo explica la materia, el espíritu, la
idea, la ideología, la práctica, la práxis, la teoría, la
práxis-teoría, la lucha de clases, la revolución mundial permanente y
la emancipación real.
En una palabra, el experimentum mundi. Más aún, con ella se puede
cambiar y mejorar el mundo, construyendo así la matria multi-poliversal.
2.- MARX, Karl; The Poverty of Philosophy; Foreign Languages Publishing (F.L.P.H), Moscow, no date, p. 140 f.
3.- ENGELS, F.; Anti-Dühring; I.P., New York, 1939, p. 293.
4.- ENGELS, F.; Ludwig Feuerbach and the Outcome of the Classical
German Philosophy (1888); International Publishers (I.P.), New York,
1978, Capítulo 1.
5.- MARX, ENGELS; Manifiesto del Partido Comunista, (1848); Editores Mexicanos Unidos, México, 1977, pp. 74-76.
6.- Ibid., pp. 78-79.
7.- Ibid., pp. 82-84.
8.- Véase a: ENGELS; Anti-Dühring; pp. 19-27.
9.- Ibid., p. 27.
10.- LENIN, V.I.; The Young Generation; I.P., New York, 1970, pp. 28-32.
11.- Ver: POLITZER, Georges; Elementary Principle of Philosophy;
International Publishers, New York, 1978, 2nd Printing, pp. 93-126.
12.- LENIN, V.I.; What To Be Done?; I.P., New York, 1969, p. 25.
13.- LENIN, V.I.; The Three Sources and Three Component Parts of Marxism; Collected Works, Vol. I, I.P. New York, 1971, p. 21.
14.- LENIN, V.I.; Materialism and Empirio-Criticism; I.P., New York, 1970, p. 145.
15.- ENGEIS, F.; Anti-Dühring; p. 60.
16.- ENGEIS, F.; Anti-Dühring; p. 68.
17.- LENIN, V.I.; Materialism and... ; p. 69.
18.- LENIN, V.I.; Materialism and... ; p. 177.
19.- ENGELS F.; Ludwig Feuerbach; p. 45.
20.- Ver: POLITZER; op. cit., pp. 70-72.
21.- Ibid., pp. 72-74.
22.- Ibid., pp. 76-78.
23.- Ibid., pp. 93-126.
24.- CORNFORTH, Maurice; Materialism and the Dialectical Method; Progress Publishers (P.P), Moscow, 1978, p. 82.
25.- Ibid., pp. 81-83.
* En la edición inglesa de 1888, en lugar de „la explotación de los
unos por los otros“ dice „la explotación de la mayoría por la minoría”
(Nota de la redacción).
* En la edición alemana de 1872 y en las ediciones alemanas
posteriores, en lugar de „en el dominio de la Ciencia“ dice „en el
dominio del saber“. (Nota de redacción).
* Nueva diferenciación
* También para Hegel, la única verdad de la materia es que no existe.