Franz J.T. Lee, noviembre de 2004
Las Elecciones en EE.UU. y la Revolución Bolivariana de Venezuela
Con
las elecciones presidenciales estadounidenses del pasado 2 de
noviembre de 2004 el mundo pudo presenciar otra Gran Mentira más,
pudo aprender una vez más lo que es la “democracia”
chimba y reaccionaria y pudo darse cuenta de lo que son elecciones
fraudulentas en los EE.UU.
Por otro
lado, el 31 de octubre de 2004 nosotros, los Latinoamericanos, los
pueblos de Venezuela y de Uruguay hemos demostrado, que tan serio
tomamos la democracia revolucionaria y un posible futuro
emancipatorio para la humanidad.
Para
América Latina realmente no existe una diferencia política
esencial entre un Bush “republicano” y un Kerry
“democrático”. Es irrelevante, quien “gana”.
De todos modos fue elegido sólo uno de esos “Gran
Hombres” de manera indirecta a través de una mayoría
de electores ya lavados de cerebro, o, en el otro caso hubiese vuelto
a estar elegido por la Corte Suprema.
En
realidad el Capital, a través de sus jefes corporativos, hace
mucho tiempo atrás ha decidido quien estará en el timón
de las próximas “guerras económicas y políticas”
globales. Lo que hemos visto en estos días, sólo era un
circo político, un entretenimiento social, inaugurado por los
medios masivos internacionales, para alejar la atención de los
problemas reales del imperialismo corporativo y de la revolución
emancipatoria aquí en América Latina y en otras
partes.
Dentro de este contexto
global es obligatorio recordar lo que comentábamos en las
vísperas del referendo revocatorio presidencial de la
“oposición” en Venezuela contra el Presidente
Chávez, el 15 de agosto de 2004.
Después
de las ficticias elecciones estadounidenses tendremos que estar
alertos más que nunca; ya se ha iniciado la próxima
carnicería sangrienta contra el “eje del mal”,
contra Irán, y Venezuela sigue en los tentáculos
globales de la red fascista de la “dominancia de pleno
espectro” de Bush. Por eso, para nuestros lectores actuales,
recordaremos algunas observaciones que hicimos en uno de nuestros
comentarios previos: “La Quintaesencia Emancipatoria de la
Revolución Bolivariana”.
Comentábamos:
“La quintaesencia de la Revolución Bolivariana está
determinada por la realidad transhistórica de su complemento,
es decir por el fascismo global, actualmente liderizado por los
EE.UU.”.
Hemos explicado los
peligros inmanentes para la Revolución Bolivariana, que
presenta este globofascismo en fabricación, lo cual la mayoría
de la población estadounidense había ratificado el 2 de
noviembre con la re-elección de Bush:
“En
Venezuela, para el fascismo global, para la administración
Bush y los oligarcas corruptos, la Revolución Bolivariana
significa la “tiranía antidemocrática” y la
“dictadura terrorista”, por lo tanto tiene que ser
eliminada y sustituida por una “dictadura democrática”
durante 10 o 20 años. Para ellos (Venezuela) es parte del “eje
del mal”.”
Inmediatamente
después de que todo el ruido político en la Casa
Blanca, de la CIA y de CNN ha cesado, desde Colombia, el “Israel”
del Hermano Mayor en América Latina, podremos esperar un “mar
de problemas” que vendrá en “batallones”
masivos.
En nuestro comentario
también hemos explicado, dentro del contexto de la Revolución
Cubana, la razón por la cual esto pasará: “Hoy,
en el siglo XXI, estamos presenciando un fenómeno
revolucionario: la existencia revolucionaria continua de Cuba durante
más de 40 años y el surgimiento de la Revolución
Bolivariana y la unidad revolucionaria de ambas.
Mientras
tanto, cum grano salis, Argentina, Brasil y Uruguay, a través
del MERCOSUR entran a esta arena revolucionaria y dentro del contexto
de la integración latinoamericana seguirán más
países. Peor aún, lógicamente enfocan su
economía en “Eurasia” y en un Petro-Euro venidero,
el verdadero enemigo mortal capitalista de Bush y Kerry, de la
Norteamérica corporativa imperialista.
Esto
siembra viento y ¡cosecharemos huracanes violentos!
Ahora,
después de las elecciones regionales, con excepción de
algunas manchas blancas o verdes, el mapa político de
Venezuela se volvió completamente rojo. ¡Si, el gran
matón de Washington, todo lo ve rojo!
Así
que, si estudiamos la Revolución Bolivariana solamente como un
evento histórico aislado, como un acontecimiento local,
nacional o regional, “ya es un error. Es parte intrínseca
del proceso revolucionario negando globalmente dentro del capitalismo
e imperialismo. Actualmente, junto a Cuba, forma la punta del iceberg
de la Negación global, diciendo “NO” al fascismo
mundial. La Revolución Bolivariana es parte intrínseca
de la Revolución Mundial, es un producto transhistórico
del Capitalismo mismo”.
En
varios comentarios hemos explicado con detalles científicos lo
de qué se trata con las recientes elecciones estadounidenses:
“El sistema capitalista mismo se encuentra en agonía
dialéctica, esto es lo que significan la globalización,
la monopolización, la concentración y el fascismo. Esto
se expresa en su “crisis energética” - de hecho,
una crisis artificialmente creada, porque en realidad hay suficiente
energía disponible aquí mismo en la tierra, para ser
distribuida como “energía libre” entre todos,
hasta entre las hormigas y las ratas. Esto es la energía
electromagnética, de la “física oculta”,
del vacuo, descubierta por científicos como Tesla, Reich,
Titarenko, etc. Sin embargo, si se emplease esta energía libre
a nivel global, entonces detonaría la propia esencia
explotadora del capitalismo, abriendo espacios para la creatividad,
la creación y la emancipación”.
En
estos días de celebración y disfrute de nuestro triunfo
político sobre los lacayos locales del imperialismo
corporativo estadounidense, no deberíamos olvidar los efectos
peligrosos de largo alcance a nivel internacional de nuestra
abrumadora victoria política:
“Todo
esto afecta a la Revolución Bolivariana, globaliza sus
esfuerzos revolucionarios, la convierte en un paradigma emancipatorio
para el mundo. Su práxis se convierte en la totalidad de la
resistencia obrera global, su teoría es la revolución
permanente”.