Franz J.T. Lee,
junio de 2010
Derrames
de petróleo en el Golfo de México y en el delta del
Níger: Globo racismo de doble moral
Estamos
en camino hacia el Sudáfrica del post-apartheid, para
disfrutar los próximos pan et circenses, la Copa Mundial del
fútbol. Pero ¿no será que el desastre ambiental
en el delta del Níger también nos afectará de
alguna manera?
Una vez más somos testigos de que
el racismo es un elemento integral de las relaciones internacionales,
un reflejo ideológico del mercado mundial imperialista
corporativo. Una vez más son precisamente los intereses de
clase de los millones de esclavos africanos asalariados explotados y
dominados que vegetan en la miseria, los que simplemente no figuran
en las últimas noticias de los medios de comunicación
internacionales. Poca gente sabe que África, especialmente
Nigeria, es el principal proveedor de un petróleo de excelente
calidad para los EE.UU. Nigeria cuenta con más de 600 campos
petroleros que producen el 40% de las importaciones totales de
petróleo de Washington. Uno se imagina que la Casa Blanca sabe
lo que está sucediendo en África, en el delta del
Níger, donde el oro negro fluye libremente; y que este delta
es la capital mundial de los derrames de petróleo, de la
criminalidad multinacional y la contaminación de la madre
naturaleza, de África.
El diario The Guardian del 30 de
mayo de 2010 resumió la doble moral racista de la siguiente
manera: "La agonía de Nigeria empequeñece el
derrame de petróleo del Golfo (de México). EE.UU. y
Europa la ignoran. ... De hecho, en el delta del Níger se
derrama más petróleo que se ha perdido en el Golfo de
México ". 1)
Como en el caso del derrame petrolero
en el Golfo de México, ¿por qué el presidente
Barack Obama y Shell no hacen todo lo posible para detener esta
tragedia? Y ¿por qué los líderes de Nigeria
ignoran esta catástrofe ambiental desde hace décadas?
¿Cuál
entonces es la importancia de las Naciones Unidas, de la NEPAD y de
la Unidad Africana en primer lugar y en lo que respecta a África
en su agonía petrolera? ¿Por qué el Africom
estadounidense y la USAID no les ayudan a los trabajadores petroleros
a limpiar ese desastre corporativo?
¿No será más
bien que seguimos viviendo en la época cuando Hegel dijo que
deberíamos olvidar a África, que está fuera de
la historia? ¿O cuando Voltaire y Montesquieu declararon
abiertamente que los negros no pueden tener un alma blanca y que no
sirven para el uso ni para el abuso de la filosofía? Estos
africanos que son considerados 'animales de carga' y 'herramientas
que hablan', en realidad no tienen derechos humanos, al igual que la
naturaleza que ya ha perdido sus derechos a vivir.
El trabajo,
el capital, el consumo, las mercancías, el poder y la
esclavitud, todos están acabando con la vida en el planeta
Tierra. Los derrames de petróleo son sólo el comienzo
de los vertidos de todas las armas de destrucción masiva tanto
nucleares, como electromagnéticas y de muy baja
frecuencia.
La ironía es, que precisamente en el espejo
de África, en esa oscuridad del desastre petrolero, también
podemos ver con claridad como se va perfilando poco a poco el futuro
negro de la globalización.
1) Véase:
http://www.guardian.co.uk/world/2010/may/30/oil-spills-nigeria-niger-delta-shell