Franz J.T. Lee, mayo de 2009
Venezuela: ¿Estamos en la órbita de la lucha de clases internacional?
Descartar descuidadamente las
interrelaciones naturales y sociales, sus contradicciones
intrínsecas, es decir, la existencia vital de las cosas, y por
ende sólo concentrarse en las superficiales apariencias
aisladas de los acontecimientos fluyentes, de personas reales, clases
sociales o épocas históricas, por lo tanto, complacer
únicamente la práctica sistémica capitalista y
la ideología lógica formal, puede resultar muy
fácilmente en la destrucción material y la osificación
intelectual, en la manipulación política, el
adoctrinamiento y el control mental. Todo esto sirve como caldo
fértil para toda clase de ignorancia y confusión porque
no sólo destruye la solidaridad y resistencia obrera, sino
favorece los intereses, los beneficios y el poder de la clase
dominante. Por ejemplo, muchas investigaciones serias han demostrado
que más del 80% de los poderosos medios de comunicación
internacionales, controlados por gigantescas corporaciones, utilizan
este mismo mecanismo de la ideología orwelliana arriba
mencionado para divulgar mentiras descaradas sobre las rebeliones
actuales de los trabajadores, sobre la Revolución Bolivariana
en Venezuela y las luchas de clase en Zimbabwe, Sri Lanka, Nepal y
otros lugares.
El imperio del Sr. Murdoch y sus agencias
noticiosas muy frecuentemente utilizan la técnica ideológica
orwelliana del "chivo expiatorio" para poner los hechos,
eventos y realidades al revés: La libertad es la esclavitud,
la guerra es la paz, el fascismo es la democracia, la barbarie es el
socialismo, la lucha de clases es el terrorismo, Chávez es un
dictador. Los mismos carniceros bárbaros de ayer, que
arrojaron bombas de fósforo en Irak, hoy por hoy están
reclutando en todo el mundo todo tipo de “agentes de paz”
... "¡Ay, vosotros fariseos, vosotros generación de
víboras!" (Jesucristo)
La socialmente
inculcada personalidad autoritaria (Adorno), la mentalidad
feudal-religiosa de carácter amo (blanco) - esclavo (negro)
aún existente y los complejos de inferioridad inducidos
durante muchos siglos (siendo todo esto producto de una amarga
herencia colonial, especialmente en el sur), dificultan seriamente la
cultivación revolucionaria de una conciencia de clase
proletaria a nivel mundial, con su respectiva lógica, razón,
praxis y teoría. Grupos sociales enteros caen en los hoyos
ideológicos del maelstrom de la “transición”,
del “post-capitalismo” e incluso del “pro-capitalismo
post-moderno”. Muchos de nosotros fácilmente nos
volvemos presa de todo tipo de mitos políticos, flagrantes
mentiras y engaños mortales, que van desde el “Reichtagsbrand”
(incendio del parlamento) en la Alemania nazi, al evento de la “Bahía
de Tonkin” en el caso de Vietnam, a Pearl Harbor, al misterioso
incidente electromagnético de Bell Island en 1978, al fiasco
nuclear de Chernobyl en 1986 entre los Estados Unidos y Rusia, al
arrullo de horror de "Bin Laden", al cuento de hadas árabe
del “9/11”, a las "armas de destrucción
masiva" de Saddam Hussein al "apoyo de Chávez al
terrorismo internacional", hasta la pestilencia de la "gripe
porcina". Para creer en todo esto tenemos que ser fieles, ser
firmes e incorregibles consumidores de ideología y de
"verdades absolutas" autoritarias y totalitarias, rendirle
culto al Mammon y odiar a todos los comunistas.
Hace seis
años, el 26 de diciembre de 2002, tras el fallido golpe de
Estado y el sabotaje petrolero organizados por la "oposición"
en Venezuela, apoyada económicamente por el gobierno de los
Estados Unidos, en un artículo, "Conspiración de
los medios de comunicación internacionales contra Venezuela",
publicado en inglés por la entonces recién fundada
página web Aporrea.Org, alertamos sobre el "Eclipse de la
Razón" a nivel global:
"Desde décadas,
incluso siglos, como revolucionarios y pueblos oprimidos de África,
Asia, América del Sur, Oceanía, el Caribe, y otros
lugares, estamos acostumbrados a las distorsiones, mentiras, verdades
a medias, difamaciones, el racismo, la discriminación, las
conspiraciones; estamos acostumbrados al control mental y físico,
a la inculcación de una mentalidad amo-esclavo, de los
complejos de inferioridad, a nuestra maravillosa "educación"
y "socialización", a la "libertad de
pensamiento", a la "libertad de expresión", a
la magnífica "libertad de prensa", a la "familia"
de Venevisión, Globovisión, a las fantásticas
"noticias" de "El Nacional", "El Universal",
la "Voz de Rusia", la "Voz de América ",
UPI, Reuters, ARD, ZDF, CNN, BBC, dpa, New York Times, FAZ, Der
Spiegel, BILD, etc, etc. Ahora, también podemos añadir
al 'Toronto Star'!"
(Véase:
http://www.aporrea.org/actualidad/a1622.html)
Con respecto a
la fabricación de "noticias" políticas,
palabrería vacía o propaganda subliminal, los nazis
(Hitler, Goebbels y Goering), los fascistas (Mussolini, Franco) y los
estalinistas eran expertos en la falsificación de la historia,
de los atributos de los procesos históricos y de los hechos de
la realidad social. Es verdad que las ideas de los gobernantes se
convirtieron en ideas dominantes, en ideología. Hoy en día
se utilizan trucos, dispositivos e invenciones tecnológicas
súper sofisticadas para engañar a las masas; con esta
clase de aparatos para el control mental Goebbels se moriría
de envidia ... incluso HAARP ahora está al servicio de la
maquinaria propagandística global.
Un favorito de la
propaganda sagaz, especialmente empleada por Globovisión y
otros medios privados venezolanos, es el uso acientífico de
adjetivos o características para descalificar a los oponentes.
Alguien puede afirmar que "Hitler fue un dictador" y todo
el mundo puede estar de acuerdo. Sin embargo, si la misma persona,
viviendo en Venezuela, en la actualidad afirmaría que "Chávez
es un dictador", o que "Venezuela es un Estado policíaco",
entonces por nuestra seguridad nacional más vale que consulte
urgentemente a un psicoterapeuta, por ejemplo, a Wilhelm Reich o a
Frantz Omar Fanon. Porque las afirmaciones ideológicas tan
irresponsables como esta, demuestran que muchos de nosotros ya se han
convertido en víctimas de la despiadada manipulación,
que no tenemos ni la menor idea sobre el capitalismo global, el
imperialismo, la globalización, el socialismo y el fascismo,
sobre lo que se trata la dictadura.
A pesar de las
amargas lecciones fascistas del siglo 20 ... del Apartheid, del
macartismo, Hitler, Mussolini, Stalin, Verwoerd, Franco, Batista, Idi
Amin, Mobutu, Videla, Pinochet y Papa Doc, ¿por qué las
clases obreras empobrecidas siguen haciéndoles caso a los
líderes del fascismo y eligen a sus propios carniceros? ¿Por
qué aquí en Venezuela al igual que en otras partes
resulta tan difícil formar una vanguardia proletaria con
conciencia de clase, un partido socialista?
Al
comienzo de una Gran Depresión (1929) y en una guerra mundial
devastadora, fascista e imperialista (1939 - 1945), nadie informó
al público acerca de un "Proyecto Manhattan", la
construcción de bombas atómicas y de "platillos
voladores"; y aún ... especialmente en Alemania ...
muchos social-demócratas, socialistas y reformistas
acompañaron a decenas de millones de trabajadores que
participaron alegremente como carne de cañón en aquella
carnicería imperialista y perdieron la vida por nada a cambio.
El público en general permaneció en la ignorancia, el
hombre común sabía muy poco acerca de los extraños
"pactos con el diablo”- el “Tratado Molotov -
Ribbentrop", también llamado "Pacto de Hitler –
Stalin” (1939), el cual al final nadie pretendía
respetar.
¿Qué sabemos hoy sobre los futuros
planes de las grandes potencias? ¿Cuán grande serán
esta vez el sacrificio humano y los “daños colaterales”?
La actual recesión y depresión de la Globalización
es un Moloch que tiene un hambre voraz e insaciable por las armas, la
guerra y la sangre humana.
Bueno, ya sólo las
víctimas en el Medio Oriente constituyen el primer millón
en una década.
La pregunta es, ¿por qué
los trabajadores europeos (aparte de algunas excepciones valientes)
le seguían tan fácilmente a Hitler y Mussolini? ¿Puede
esto suceder de nuevo?
Los marxistas freudianos como Wilhelm
Reich, Erich Fromm y Herbert Marcuse seriamente plantearon estas
mismas preguntas ya hace años atrás. ¿Cómo
fue posible que la clase obrera europea tan fácilmente cayó
víctima a la propaganda fascista y se fue a la guerra, en
defensa de la patria burguesa? ¿Por qué los marxistas
fallaron en transformar la teoría revolucionaria en fuerza
física socialista? ¿Será que el reformismo
contrarrevolucionario de Karl Kautsky y Eduard Bernstein acabó
con la lucha de clases y la dialéctica?
Cientos de
autores han dado sus opiniones y respuestas a estas preguntas, que
van desde los errores cometidos por los dirigentes socialistas, a los
errores teóricos, hasta el cuestionamiento de la validez
científica del marxismo mismo.
En 1966, como
parte de mis estudios filosóficos, asistí a una clase
sobre "Dialéctica Negativa" de Theodor Wiesengrund
Adorno en la Universidad de Frankfurt, donde debatimos su famosa
declaración: “Escribir poesía después de
Auschwitz equivale a una barbaridad". Me pregunto qué
habría dicho Adorno con respecto a la barbarie actual a escala
mundial.
Sin embargo, fue Wilhelm Reich, que analizó
justamente la esencia del problema, identificando el fascismo como la
profundamente arraigada actitud emocional fundamental de todos y de
cada uno de los seres humano explotados y reprimidos de nuestra
civilización moderna industrializada. A partir de sus
experiencias realmente práxicas como psicoanalista, médico
y científico natural, Reich había observado que la
estructura del carácter humano en la civilización
industrializada, que en sí misma es el producto del proceso de
socialización, inevitablemente reproduce la estructura social
de la sociedad en forma de ideología.
Lo que
sigue es especialmente importante para la Revolución
Bolivariana en Venezuela y la lucha de clases a escala
mundial.
Reich descubrió, que la ideología
de cada formación social (o modo de producción)
existente, no sólo tiene la función de reflejar de
manera torcida su estructura económica en la mente de sus
miembros, sino de enraizarse igualmente en su psiquis. Por lo tanto,
Reich identificó la ideología como un obstáculo
para el cambio radical de la sociedad, ya que de hecho constituía
una fuerza física que les impidió a los oprimidos
actuar en favor de la revolución. En analogía a la
famosa declaración de Marx, que la teoría se convierte
en una fuerza física (violencia) en el momento en que capta
las masas, Reich fue a preguntar: ¿Cómo se convierte la
ideología en una fuerza física, tan pronto como capta a
las masas, y cuál es el efecto concreto de esto? Reich dio la
respuesta en forma de su espléndido análisis de la
Psicología de Masas del Fascismo: es la supresión
sistemática de la energía humana erótica
generadora y conservadora de la vida (a la que llamó “Orgón”)
por parte de la civilización industrializada y, de hecho, a lo
largo de miles de años de la tan llamada civilización
humana, la que es responsable de la paralización del carácter
humano. Sólo una revolución radical en todas las
esferas de la vida y la civilización humana como tal, podría
permitir lo que Reich llama el carácter creativo, autónomo
y natural, y lo que otros como Frantz Fanon y Ché Guevara
simplemente han llamado: el Hombre Nuevo.