Franz J.T. Lee, marzo 2009
La Casa Blanca sigue con su
doctrina de dominación del 'espectro completo'
Súper
Depresión: Crisis Económica o Colapso Sistémico
del Capitalismo?
¿Será que se
está derrumbando el sistema capitalista mundial? En tiempos de
severas crisis, hace milenios, Heracleitus de Éfeso (540-475
a.C.) nos dio unos sabios consejos para la comprensión
práxica: Todo fluye, la dialéctica, la contradicción,
es bueno para nosotros, y la guerra es el padre de todas las cosas.
Muchos siglos más tarde, en el advenimiento de la sociedad
burgués-capitalista, Hegel, el filósofo del Estado
prusiano, aclaró los límites dialécticos de
cualquier realidad planetaria, de cualquier sistema cerrado: ¡todo
lo que viene a existir, merece perecer!
Hace tres años,
en enero de 2006, hemos hablado sobre estos asuntos, entre otras
cosas, si después del colapso de la Unión Soviética
pronto vendría también el gran colapso de los Estados
Unidos de América. Ahora, cuando esta previsión
científica cada vez más se está convirtiendo en
una realidad global, surgen muchas preguntas importantes por debatir
en el correspondiente ambiente académico y político.
(Véase: http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47751)
Sabemos que el imperio romano cayó, lo hizo el imperio
británico, también el "Tercer Reich" y el
propio ‘imperio’ norteamericano tampoco se salvará.
El capitalismo no puede vivir para siempre, no es un Dios eterno y
absoluto. Sus leyes de existencia, los marxistas los han identificado
con precisión, y a lo largo de estas líneas, tal y como
fueron elaboradas, el sistema capitalista va tirando la toalla paso
por paso. En este momento tenemos que aclarar lo siguiente, por el
bien de las luchas de clase trabajadoras, del socialismo, de la
emancipación global.
* ¿Esta crisis se trata de
una simple "crisis financiera" causada por unos pocos
banqueros criminales?
* ¿Estamos viviendo una ‘crisis
económica mundial’ compleja? ¿Será que
finalmente vamos a resolver todos los problemas y el capitalismo
vivirá felizmente otra vez?
* Por último, ¿estamos
enfrentando el final del imperio americano, es decir, el colapso
total del capitalismo global?
* ¿Es esto el fin del mundo?
Ninguna de estas preguntas se pueden tratar en un breve
comentario, pero es importante hacer hincapié en sus posibles
respuestas apocalípticas.
En diferentes épocas
a través de los últimos milenios se han formulado
preguntas similares y se dieron respuestas concretas. Sin embargo,
las crisis financieras y económicas del pasado se resolvieron
o se pospusieron, hasta ahora.
A pesar de la Gran Depresión
de 1929 y sus violentas secuelas terroristas, el capitalismo todavía
no se derrumbó por completo.
Además, como
podemos ver, para nosotros, los sobrevivientes, Jesucristo no ha
regresado y el mundo no ha terminado todavía. El proletariado
mundial tampoco ha conquistado el poder social.
En lo que
toca al colapso total del sistema capitalista en los próximos
años o décadas, la respuesta es mucho más
complicada, y necesitamos estudios profundos y rigurosos. A
continuación algo de nutrición valiosa para una
reflexión seria.
Hay una gran diferencia entre las
recesiones y depresiones del pasado y las actuales. Nuestro "Gran
Colapso" se produce en la época de la globalización,
al final de la plena realización de las revoluciones
burgués-democrático-capitalistas francesa e industrial.
Las crisis financieras y económicas son sólo los
síntomas, el aspecto visible del colapso total de un modo de
producción obsoleto que se ha convertido en un Moloch de la
destrucción a nivel mundial, y que podría significar la
erradicación de la vida en el planeta tal como la conocíamos
hasta ahora.
Entre otras cosas, para comprender nuestro quo
vadis, para tratar de responder las preguntas anteriores, es
necesario una dialéctica materialista, una praxis científica
y una teoría filosófica. Debemos tener un buen
conocimiento sobre la conciencia y las luchas de clase, la economía
y sociología política, también es necesario el
conocimiento de las teorías del imperialismo, del fascismo, la
globalización y la caída del modo de producción
capitalista.
No hay necesidad de tener miedo o ser pesimista
... es la cosa más fácil del mundo adquirir todas esas
habilidades y capacidades.
Uno sólo tiene que vivir y
estudiar, pensar y adoptar una actitud anti-capitalista, es decir, a
favor del socialismo científico y filosófico, a saber,
convertirse en un marxista revolucionario y emancipador.
Los
marxistas han explicado una y otra vez lo que es una crisis
financiera, lo que es "capital financiero" (Hilferding). El
propio Marx explicó la "crisis económica mundial"
en ‘El Capital’. Junto con Engels elaboró la
primera ‘teoría de la globalización’ que
fue nada menos que el Manifiesto del Partido Comunista. Lenin nos
explicó lo que es el “imperialismo, la más alta
etapa del capitalismo”; Ernest Mandel explicó lo que es
el capitalismo corporativo, las ‘ondas largas del capitalismo’,
sus caídas, accidentes y depresiones en su ‘capitalismo
tardío’ y en otras obras. Rosa Luxemburgo nos dijo de lo
que se trata el "complejo militar e industrial” y explicó
su relación con la acumulación del capital mundial.
Tanto los académicos marxistas como no-marxistas modernos han
actualizado y refinado estos conocimientos.
En cuanto a la
recesión, la depresión y "la teoría del
colapso del capitalismo mundial", el marxista holandés
Anton Pannekoek describe su esencia política en su obra "Die
Zusammenbruchstheorie des Kapitalismus", publicada por primera
vez en los Países Bajos en la revisión
"Raetekommunist”, Nº 1 de junio de 1934.
Lenin
y Trotski elaboraron su praxis emancipatoria en sus ‘teorías
del imperialismo’ y ‘la revolución mundial
permanente’.
Precisamente, centrándose en la
Gran Depresión de 1929 y en el auge del nazismo y el fascismo
en Europa y en otras partes, el colapso y la teoría de las
crisis se convirtieron en algo altamente actual en los debates
marxistas durante la época de 1930. El reto era diagnosticar
científicamente si el imperialismo capitalista se encontraba
simplemente en una crisis temporal y finalmente iba a recuperarse, o
si el sistema capitalista, como consecuencia de sus profundas
contradicciones se iba a derrumbar y desaparecer. Otro aspecto fue,
analizar, si su llamada capacidad de "adaptarse", no era
simplemente un aplazamiento de su agonía, que se iba a volver
cada vez peor, más mortal, y, finalmente, llegaría a
una fase de colapso total, a un estado más allá de
cualquier salvación.
Es precisamente esta discusión
la que nos interesa en la actual depresión.
Hace tres
años, hemos formulado este punto crucial de la siguiente
manera:
"Al igual que hoy, la pregunta en la década
de 1930 era, si los trabajadores del mundo deberían sentarse y
cruzar los brazos ... en otras palabras cultivar la reconciliación
de clase para superar su aburrimiento, engendrar el reformismo,
participar en diálogos sin sentido y esperar pacífica y
pasivamente el inexorable desglose final del capitalismo ... o si a
través de la teoría y la praxis revolucionaria deberían
acabar con el capitalismo y el imperialismo, incluso antes de su
globalización total, y antes de su propio colapso inevitable."
Con referencia a lo anterior, para Lenin y Trotski fue muy
claro, que, no importa cuan débil o fuerte el sistema
económico capitalista pudiese llegar a ser, no se derrumbará
automáticamente por sí mismo, sino debe ser derrocado
por la lucha de clase revolucionaria consciente por parte de los
trabajadores.
Actualmente, esta es también nuestra
opinión.
Analistas modernos, como Peter Goodspeed de
la "National Post", piensan que el "desorden global
puede dar a luz a una nueva era", puede cambiar el "panorama
geopolítico mundial".
(Véase:
http://www.nationalpost.com/news/story.html?id=1387642)
Goodspeed
describe el actual fiasco de la siguiente manera:
"Los
sistemas financieros y bancarios del mundo casi han sufrido una
fundición total; se han barrido economías enteras;
billones de dólares de activos se han evaporado, y millones de
personas de Windsor a Wuhan han perdido sus puestos de trabajo.
Gobiernos se han derrumbado, han surgido ciudades de carpas para las
familias en bancarrota, altos ejecutivos ahora trabajan como
conserjes, instituciones financieras una vez poderosas han sido
burladas, inversores han sido devastados, consumidores aterrados y
gobiernos desorientados".
Aunque él también
ve una "crisis económica mundial" intra-sistémica,
va más allá de las estadísticas diarias que
circulan en Wall Street y puede ver que "la actual crisis
económica está dando lugar a una nueva era ...".
Por supuesto, según su "teoría del colapso y de
crisis", que es típica en la actualidad, esta nueva era
no será proletaria, anti-capitalista, trans o incluso
exvolucionaria, es decir, no va a cruzar el Rubicón
capitalista hacia otros modos de creación y emancipación
humana.
También en este caso, a escala mundial, la
confusión teórica es moneda corriente. Una cosa es una
crisis económica mundial, otra cosa es el colapso económico
de un sistema capitalista global. Peter Goodspeed, nos informa:
"Los colapsos económicos ya han tocado a Brasil,
Hungría, Islandia, Indonesia, Pakistán, Rusia, las
repúblicas bálticas y Asia Central. La furia de la
gente se ha extendido a las calles de Europa, con disturbios contra
los gobiernos de Lituania, Bulgaria, Letona y Grecia.
Hubo
una serie de huelgas salvajes en Gran Bretaña por parte de
trabajadores que alegaron que se les negó el empleo por parte
de los contratistas de construcción que utilizaron
trabajadores extranjeros más baratos. Si el desempleo sigue
aumentando, Francia teme el regreso a los coches quemados, los
jóvenes enmascarados y los ataques incendiarios en sus
suburbios industriales."
Considerando lo anterior, y
teniendo en cuenta que en cuestión de meses, el colapso
económico del capitalismo mundial ha cambiado en un modo de
auto-destrucción, por la destrucción de casi la mitad
de la riqueza productiva de la humanidad, entonces realmente se ve
muy claro el peligro de un rumbo hacia la barbarie a nivel global.
Desde 2008, este Moloch económico ... medido en decenas de
billones de dólares ... ya ha destruido el equivalente al
producto bruto anual de todo el planeta. Pronto muchos países
importantes podrían llegar a la quiebra y esto podría
sellar el colapso total del sistema imperialista mundial.
La
capacidad de la vida y de los recursos planetarios de ser explotados
y utilizados para la producción, ha llegado a su límite
máximo; la capa de ozono está dañada, el planeta
se está calentando, causando catástrofes climáticas,
progresivamente, el planeta se está convirtiendo en un pantano
apestoso y radio-activo. En el Medio Oriente una crisis energética
termina en genocidio, el agua potable y el tan vital oxígeno
se están convirtiendo en escasez, millones de trabajadores
están siendo empobrecidos a escala mundial, grandes
corporaciones se desvanecen en el aire, arsenales de armas de
destrucción masiva están siendo almacenadas en todo el
mundo, el fascismo moderno está tocando la puerta .... todas
estas son condiciones ni para rejuvenecer el imperialismo, ni para
establecer el socialismo clásico. Se trata de un colapso total
de todos los modos de producción que hemos conocido hasta
ahora.
Más vale que empecemos bien rápido con
un nuevo modo auténtico de creación y emancipación.
Ahora, de lo que teníamos que emanciparnos en la época
del "buen" capitalismo liberal competitivo, Marx y Engels
nos lo han explicado en su "teoría de la globalización"
y en "el colapso económico del sistema capitalista",
como se expuso en el "Manifiesto del Partido Comunista" en
1848:
"Un movimiento similar está ocurriendo ante
nuestros propios ojos. Una sociedad burguesa moderna, con sus
relaciones de producción, de intercambio y de propiedad, una
sociedad que ha evocado esos gigantescos medios de producción
y de intercambio, es como el brujo que ya no es capaz de controlar
los poderes del bajo mundo a los cuales ha llamado por sus conjuros."
(Véase:
http://indymedia.org.nz/newswire/display/76794/index.php)
Sí,
el brujo, la sociedad capitalista moderna, con sus voraces hechizos
ha evocado los poderes del bajo mundo, su propio colapso económico:
sus propias contradicciones y sus luchas globales de clase
inherentes. Lo que más teme el imperialismo corporativo es el
"fantasma del comunismo", es decir, en términos
modernos, un nuevo modo de creatividad y creación humana, un
proceso histórico que él, el brujo, ya no puede
controlar. Actualmente somos testigos del caos internacional, de la
anarquía, la decadencia y el colapso del sistema mundial
capitalista; pero medido en términos de espacio y tiempo, el
capitalismo desaparecerá mucho más rápido de lo
que duró su nacimiento violento y sangriento en Europa.
Mientras tanto, cada día más, en todas partes
llegan al público fragmentos de noticias sobre el colapso del
capitalismo mundial, y esos informes sólo confirman nuestras
aproximaciones científicas.
Según el “Sunday
Times” del 15 de marzo de 2009, ahora "los tumultos
apuñalan el corazón de la economía mundial".
Además, "la fuerte caída en la producción
industrial en países como Japón, Alemania y Corea
muestra que la tormenta que ha afectado los mercados financieros
durante los últimos 20 meses, ahora también se siente
en la economía real. Esto tendrá un enorme impacto
sobre las futuras ganancias de las empresas".
(Véase:
http://business.timesonline.co.uk/tol/business/columnists/article5908407.ece
A
todas estas, la Casa Blanca sigue la trayectoria de la política
terrorista belicosa de la 'era Bush' con su doctrina de dominación
del espectro completo que está destinada a desembocar en una
próxima guerra mundial y en el fascismo mundializado o
globofascismo. Tras el incidente marino en el Mar de China entre
barcos chinos y uno de EE.UU., el presidente Obama mandó
buques de guerra hacia el Mar de China Meridional, además del
reforzamiento de las tropas norteamericanas en Afganistán y
planes de unas posibles intervenciones militares en México y
Sri Lanka. Ante la imposibilidad de ponerle un parado a la crisis
económica y financiera y al colapso del sistema capitalista
internacional, a la Casa Blanca bajo Obama no le parece quedar otra
opción sino utilizar su fuerza bruta militar para paliar las
situaciones críticas tanto a nivel externo como interno. En
última instancia, todo ello para confrontar los disturbios,
las revueltas y posibles revoluciones en puerta, producto del colapso
del capitalismo y expresión de la lucha de clases a nivel
internacional.
Así que el imperialismo corporativo ya
está preparando el escenario para una próxima guerra
mundial para desviar la atención del problema real, mientras
que en los países metropolitanos se está preparando la
represión más sofisticada en contra de sus propias
poblaciones, más preciso, en contra de la lucha de clase de
sus clases trabajadoras.
(Véase:
http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/
noticias/1098641/03/09/Obama-manda-buques-de-
guerra-hacia-China-tras-el-incidente-marino.html
http://info.kopp-verlag.de/ )