Franz J.T. Lee, enero 2009
En Gaza, ¡detengan la matanza de la Madre Tierra y sus hijos ahora!
A menos que lo detenemos,
en esta ocasión con toda probabilidad el Moloch del
capitalismo se convertirá en el Armagedón y, para
recuperarse tendrá que devorar cientos de millones de
preciosas vidas.
La actual relación apocalíptica
mundial entre la naturaleza y la sociedad, el Trabajo capitalista, de
hecho, la alienación en sí misma, tal como se expresa
ahora en Gaza, no es el castigo del "pecado original”,
tampoco es el resultado de los slavócratas, los autócratas,
los aristócratas, los demócratas y los tecnócratas,
que accidentalmente se encuentran en el lado "negativo” o
“malo” de la revolución social y de la
emancipación humana. Además, es absurdo tratar de
convencerlos con argumentos éticos y humanitarios que la
guerra es un negocio malo e inhumano. Del mismo modo, no es un crimen
capital o cardinal, cuando algunos miembros de la pequeña-burguesía
o de la agonizante clase media de repente ven la luz, llegan a
"razón" y deciden cometer suicidio de clase y
meterse con las fuerzas revolucionarias y emancipatorias de la
historia.
Muchos Judíos en todo el mundo, practicantes
de su religión o no, están en contra de lo que está
actualmente ocurriendo en Gaza, por ejemplo, Noam Chomsky. Pero
muchos de los árabes en Egipto, Arabia Saudita o Jordania
también apoyan la invasión de Gaza. Esto no es una
cuestión de raza, una "guerra racial", un espejismo
del apartheid, es más bien parte de una lucha de clases, en la
que inexorablemente batallan el capital contra el trabajo, la
barbarie contra el socialismo. Fuera de este contexto, al margen de
la lucha de clases, de un socialismo mundial todavía posible,
este conflicto no puede resolverse.
Todo esto no es
simplemente un asunto lógico-formal, normativo, ético,
una constelación "amigo-enemigo", un conflicto
de apartheid entre árabes e israelíes. Lo que está
sucediendo en Gaza en este momento, no es necesariamente una guerra o
una invasión, sino una prueba de lo peor que está por
venir, es simplemente la práctica del genocidio típico
capitalista e imperialista; y, a causa de sus intereses de clase
mundiales corporativos, de manera directa e indirectamente, muchos
señores de la guerra americanos, europeos, árabes y
otros también están participando en estas abominables
masacres de mujeres y niños inocentes. Toda la historia de la
acumulación de capital, que de paso se originó en esa
región, está llena de millones y millones de víctimas
de la explotación, la dominación, la discriminación,
el genocidio y la alienación. Estas víctimas ... y
aquellas que faltan de morir en el futuro como víctimas de la
guerra nuclear de baja intensidad ... agarradas de las manos podrán
llegar hasta la luna o darle vuelta a la tierra por el ecuador varias
veces.
Bueno, si esto no es terrorismo, entonces ¿qué
es la humanidad, la libertad, la igualdad, la fraternidad, la paz, la
justicia, la democracia, la civilización, la cultura y la
religión?
Podríamos contar los muertos, tratar
de ayudar a los palestinos a cavar sus fosas comunes, nuestras
opiniones sobre el motivo de esta carnicería humana pueden
diferir, sin embargo, una cosa está clara: para los países
productores y vendedores de armamentos bélicos para Israel,
como Brasil, Sudáfrica, Rusia o los EE.UU., la guerra es un
gran negocio y el gran negocio es la guerra, una de las transacciones
más rentables en la era de la globalización.
¿Y
cuál es el valor de uso de dichas mercancías
beligerantes, de las armas de destrucción masiva, como las
municiones con uranio empobrecido o las bombas de fósforo
blanco? Por supuesto, se producen para el mercado internacional, para
que las élites "amantes de la paz" las venden, a
realizar y aprovechar al máximo su capital y beneficios, para
que hagan ganancias extra, para que produzcan más aviones de
combate, más Scramjets volando a Mach 7, más "madres
de todas las bombas" ... para que se utilicen en Gaza, Irak,
Afganistán, Líbano o Colombia, en las guerras, ... y,
en las guerras se matan a las personas y se causan "daños
colaterales", se matan mujeres y niños inocentes sin
piedad. Esta es la violencia estructural, este es el verdadero rostro
de la "democracia" capitalista, esto es globo fascismo
orweliano.
Además, no todos los miembros de las clases
sociales bajas, no todos los sectores de los trabajadores, del
campesinado o proletariado moderno son "ángeles" o
"vacas sagradas". Muchos de ellos son víctimas del
control mental o físico, de la alienación. Asimismo, la
Organización de Liberación de Palestina, la OLP, o
actualmente el Hamas, no son necesariamente movimientos
revolucionarios socialistas, de hecho, en el Medio Oriente no existe
una resistencia coordinada para la liberación contra el
apartheid de la esclavitud salarial y el imperialismo corporativo.
Sí, esos momentos de crisis, de revolución
social, de transición, revelan la verdadera naturaleza de
cualquier cosa y de todo el mundo; todos cambian hasta el pleno
reconocimiento. Además, en la época de transición
de la producción capitalista hacia la creación
socialista, aunque el nivel de percepción natural, el grado de
pensamiento social y la dimensión de la excelencia histórica
son decisivos para un eventual éxito humano, aún, en el
actual nexo global, globalizado, igual, desigual, combinado y del
“ni-ni” de las relaciones revolucionarias y
emancipatorias, no estamos exentos de hacer, pensar y superar todas
las relaciones actuales de explotación, dominación y
discriminación, todo de, por y para nosotros mismos, no sólo
aquí y ahora, sino en cualquier lugar, en cualquier momento y
de cualquier modo.
Por último y en honor a los jóvenes
griegos que siguen protestando contra la miseria de la globalización
europea, en solidaridad con los "condenados de la tierra”
en Israel y en Gaza, vamos a enlazarnos con la antigua sabiduría.
En cuanto a esfuerzos tan sagradas, como la praxis, la teoría
y la sabiduría, ab ovo usque ad mala, los hylozoistas de la
Grecia antigua habían generado y alimentado la Ciencia, la
Filosofía y la Sabiduría. La sabiduría humana
revolucionaria, el latido del corazón de la emancipación,
la creatividad y la creación, no tiene nada que ver con el
homo homini lupus sanguinario – sino vino y todavía
viene de la Magna Mater, de Gaia, de Pythia, de Minerva y su Búho,
de Mama Pancha, de la Madre Naturaleza, de la Madre Tierra.
(Veáse
el Principio de la Esperanza Marxista de Ernst Bloch:
http://www.franzlee.org.ve/video007.html
)
Por lo tanto, en Gaza, ¡detengan el asesinato de la
Madre Tierra y sus hijos ahora!