Franz J.T. Lee, noviembre 2008
No hay retorno,
es simplemente hacia la batalla por la humanidad
¿Hoy
Marx diría: Yo no soy un revolucionario?
El Presidente
Hugo Chávez insiste en que enterremos el capitalismo de
inmediato. Sin embargo, de acuerdo a la historia en la Casa Blanca,
siempre después del voto "democrático", en
nombre de la "libertad", viene la bala "republicana".
Esto ya lo sabía Simón Bolívar.
Cuantitativamente hemos ganado, pero cualitativamente y
estratégicamente tenemos que ser extremadamente cuidadosos,
Antonio Ledezma "va a Miraflores" de nuevo.
Además,
es evidente que sin una revolución radical y de principios es
imposible enterrar el capitalismo y sustituirlo por el
socialismo.
El Moloch capitalista global es el hijo de una
gigantesca revolución, de hecho, del padre de todas las
revoluciones mundiales, sociales, culturales, económicas,
políticas y militares. La burguesía tardó más
de cinco siglos en conquistar el poder político, para hacer
sus revoluciones políticas, para arrancar el Estado de las
garras del clero parasitario, de los colmillos de la nobleza
decadente, para separar la Iglesia y el Estado y sustituir la
metafísica y la teología idealista católica con
el materialismo capitalista ateo mecánico. Incluso entonces,
en las revoluciones europeas de 1848, la burguesía fue tan
débil que casi perdió su Revolución Francesa; en
Rusia, la gran masa campesina bajo el liderazgo de la relativamente
pequeña clase obrera y el Partido bolchevique de Lenin incluso
primero tuvo que llevar a cabo las tareas históricas de la
burguesía, tuvo que hacer la Revolución de febrero de
1917 para la débil burguesía rusa. Sólo después,
en octubre, Lenin y Trotsky pudieron proceder con la realización
de la revolución proletaria socialista.
Así que,
como explicó Marx, la revolución es permanente,
comprende una época, y requiere la unidad de todos los
trabajadores.
Antes de hablar algo sobre el socialismo,
tenemos que conocer el ABC de la revolución en todos sus
múltiples significados y formas de apariencia. Revolución
es una cuestión de vida o muerte, por ejemplo, en la década
de los 50, en Vietnam, Indonesia, Cuba y Argelia millones fueron
masacrados por el imperialismo, porque se atrevieron en serio a hacer
una revolución de los trabajadores social y socialista.
Por
lo tanto, camaradas, es ahora o nunca, no tenemos todo el tiempo del
mundo, no de siglos, sólo décadas para estudiar, para
comprender, para entender, para hacer la revolución aquí
en Venezuela y en otros lugares. Por consiguiente, esto presupone que
sabemos lo que es el capitalismo, la dialéctica, el socialismo
y el marxismo; y que vivimos de acuerdo con lo que sabemos
científicamente, y no en función de lo que ideológica
y religiosamente creemos y, sobre todo, que sabemos por lo que
estamos viviendo. De esta manera nadie nos puede convertir en perros
de Pavlov pasivos, en robots electorales y en carne de cañón.
En
dos partes vamos a explicar primero los fundamentos de la revolución
y, posteriormente, la teoría marxista y la praxis de la
Revolución.
De esta forma, seremos capaces de entender
y enriquecer nuestra propia Revolución Bolivariana.
En
el siglo 18 el weltgeist europeo introdujo la tormenta del
capitalismo, ... como tantos otros, entre ellos Hegel y Marx,
Francisco de Miranda y sus co-combatientes estaban fascinados por la
revolución burgues-democrática, por la Revolución
Francesa, es por eso que su nombre está grabado en el "Arco
del Triunfo" ... ahora el espíritu del mundo castiga
inquietantemente, está escribiendo sobre el muro humano de
lamentos: "socialismo o barbarie".
Atrás han
quedado los buenos viejos tiempos de falsificaciones y caricaturas de
la revolución y el socialismo. Al igual que en Vietnam, Cuba,
Guinea Bissau y Chile, muchos intentos revolucionarios y socialistas
eran valientes y gloriosos, y los honramos con el debido respeto,
amor y admiración. Sin embargo, resultó que muchos de
estos experimentos nos han llevado a un callejón sin salida
democrático interminable, a un laberinto intrasistémico
de confusión ideológica: por ejemplo, el socialismo
africano, el socialismo árabe, el socialismo nacional, el
socialismo democrático, el socialismo revolucionario, el
socialismo cristiano, el socialismo utópico, el socialismo
cooperativo, la Internacional Socialista, el maoísmo, el
estalinismo, etc, etc. Lo que está ausente es simplemente el
socialismo en sí, la negación dialéctica del
capitalismo, es decir, un anti-capitalismo y un anti-imperialismo
radical, de principios, científico, filosófico, es
decir, la revolución mundial permanente.
No es una
cuestión del lenguaje y de las palabras; las palabras son
herramientas miserables, que no piensan por nosotros. No hay
sustituto para el pensamiento libre. Como el filósofo marxista
Ernst Bloch ha señalado en el contexto de su utopía
concreta, en el idioma oficial toda una serie de conceptos están
ausentes, tienen que ser inventados y creados para expresar lo nuevo,
una nueva ciencia y filosofía. Marx explicó que en
todas las epocas (modos de producción) las ideas dominantes
(el idioma, las palabras y los conceptos) son las ideas de las clases
dominantes.
Para sobrevivir, entre otras cosas, esto es lo que
se ha de hacer por la Revolución Bolivariana en 2009. Una
brisa fresca tiene que renovar lo que estamos diciendo y haciendo,
para capturar en masa la fantasía y la imaginación
revolucionaria, y la imaginación creativa de los "cerros"
y las "favelas" de Venezuela y América Latina.
En
un discurso posterior a las elecciones, el presidente Chávez
citó a Marx diciendo: cuando la teoría capta la
imaginación de las masas, se convierte en fuerza material. De
la misma manera, lo siguiente vale en el caso de nuestro partido
socialista y para Venezuela: cuando la teoría pasa de un
cerebro a otro, se convierte en la praxis, en la verdad.
¿Por
qué? Marx dio la respuesta: No sólo el pensamiento debe
aproximarse a la realidad (objetiva), la realidad misma se debe
empujar hacia el pensamiento. Esta es la dialéctica, esta es
la oscilación permanente entre ciencias naturales y filosofía
social, esto no sólo es interpretar el mundo de diferentes
maneras, en diferentes palabras, sino cambiarlo conscientemente, con
conciencia de clase, este es el marxismo.
Hoy en día,
como dijo George Orwell ya en 1948, en la época de Big
Brother, no importa el color de la piel, sólo decir la verdad
... que sigue desapareciendo diariamente en el planeta Tierra ... es
ya un acto revolucionario, es praxis socialista. Después de
las recientes elecciones de 23 de noviembre, Venezuela: Quo
vadis?
Independientemente de lo que pensamos o hacemos, para
nosotros no habrá amnistía imperialista, ni diálogo.
No vamos a estar exentos de hacer la revolución mundial en
contra del capitalismo, en contra de la globalización.
Asi
que, vamos a sintonizar en nuestra memoria histórica; en
ausencia de una guillotina burgués-democrática, vamos a
afinar nuestros machetes intelectuales oxidados, por 666 ª vez
la pregunta: ¿De qué se trata con la revolución?
Tenemos que saber qué es latido de corazón del
capitalismo mundial, su dialéctica. Si no es así, ...
como tantas veces ha sucedido ya, ... por error y en nombre de la
"democracia", puede ser que enterramos a nuestros
verdaderos socialistas, y con ello también la posibilidad de
realizar el socialismo en sí, es decir, la negación
radical del capitalismo mundial. Sí, la corrupción de
los mejores, especialmente de los jóvenes en nuestras
escuelas, misiones y universidades, es la peor corrupción.
En
todo el siglo 20, como resultado de una ignorancia internacional
deliberadamente inculcada, del control mental y de una ideología
letal sobre el capitalismo, socialismo y marxismo, nosotros, la
mayoría trabajadora de la población del mundo, sabemos
muy poco. Para enterrar el capitalismo, en primer lugar, han de ser
estudiados, conocidos, penetrados y aniquilados su dialéctica
interna, sus hilos vitales, sus contradicciones sociales y los
arsenales de armas de destrucción masiva.
En otras
palabras, entre otras cosas, tenemos que examinar muy cuidadosamente
cuál es la connotación de 'revolución' en las
revoluciones francesa, americana, industrial y Bolivariana. Esto
podría ser una tarea muy tediosa, pero solo iluminemos algunos
aspectos teóricos.
La revolución ha sido y sigue
siendo el más fuerte y más eficaz arma del capitalismo.
Fue decisivo en la conquista del poder político de la
burguesía emergente y para conservar el poder social.
Inicialmente, en el feudalismo, mediante el estudio de los
movimientos de las estrellas y los planetas, el concepto físico,
astrológico de la revolución fue utilizado por los
adivinos medievales para predecir la suerte de los príncipes
en tiempos de guerra. Más tarde, después de la
"Revolución Gloriosa", el término adquirió
subjetividad, el deseo de una clase para hacer la revolución,
es decir, que adquirió un factor subjetivo, una teoría
revolucionaria. La propia burguesía descubrió que sin
teoría, la revolución social no era posible.
Sin
embargo, para nosotros en Venezuela la cuestión teórica
sigue siendo la siguiente: ¿seremos capaces de envenenar la
mamba negra con su propio veneno? Hasta ahora hemos luchado una
valiente batalla, pero no tuvimos éxito hasta ahora, la guerra
todavía sigue.
Puede la Revolución Bolivariana
eventualmente tener éxito, a globalizarse, en solidaridad con
otras revoluciones?
Para responder a esta pregunta: conoce a
ti mismo! Conoce tu revolución!
No debemos olvidar que
el modo de producción capitalista se convirtió en un
orden mundial dominante, precisamente por su revolución
social. Ahora utiliza la propia revolución para perpetuar el
imperialismo y el corporativismo. En defensa propia, el capitalismo
es un experto en la producción de la ideología y la
práctica. Por lo tanto, se podría sustituir el
capitalismo realmente con la praxis socialista científica y la
teoría filosófica emancipatoria?
A través
de los dos últimos siglos se han escrito sobre el concepto, la
forma y el contenido de la revolución toneladas de volúmenes,
aquí sólo podemos resaltar algunos aspectos que se
refieren a la construcción de nuestro socialismo a escala
mundial. Esto es sólo una aproximación introductoria,
seguirán más deliberaciones.
In medias res,
¿cómo es posible que después de una década
de ferviente revolución en Venezuela y en otros lugares,
después de abril y diciembre de 2002, que tantos estudiantes,
jóvenes y compañeros todavía no tienen el más
elemental conocimiento científico acerca de la revolución,
sobre el capitalismo, sobre el socialismo? En toda Venezuela hemos
puesto en marcha proyectos revolucionarios y misiones y, sin embargo,
el capitalismo está floreciendo en todas partes. ¿Qué
está sucediendo? Sinceramente, compañeros, ¿qué
está mal?
¿Qué hemos aprendido acerca de
la revolución en la escuela, en la universidad? Echemos un
vistazo a los conceptos de nuestra vida cotidiana, a la
"re"-generación de la actual "guerra de ideas"
y del "dominio de pleno espectro": a palabras como la
religión, la reforma, el renacimiento, el rearmamento, la
reacción, la repetición, el retorno, el giro, la
revolución. In re, todos tienen algo en común: la
repetición, la regresión, la represión, el
retorno al statu quo ante rem, al orden mundial establecido. Salvo la
plusvalía, niegan todo lo que es realmente excelente, extra,
cualquier éxodo o salida o "ex-volución" de
este valle de lágrimas imperialista.
Tal y como el
Presidente Chávez exige con urgencia, por supuesto que tenemos
que enterrar el capitalismo, pero no nuestra hacha revolucionaria,
nuestra praxis militante científica y teoría optimista
filosófica. También en esta depresión mundial,
no debemos olvidar la existencia de un "Imperio"
terrorista, y con los ojos vendados empezar a fumar nuestra pipa de
paz con los dirigentes metropolitanos. Una cosa es la Táctica,
la estrategia y la diplomacia, la revolución es otro asunto.
No debe ocurrir la amnesia política miope aquí en
Venezuela en 2009, no en Afganistán, no en Iraq. La
"oposición" y la CIA han perfeccionado sus tácticas
de infiltración, ya ocupan la Alcaldía Mayor de
Caracas. Aquí en Venezuela están aplicando la
concepción moderna llena de colores del arco iris de la
"revolución" moderna.
El problema es que hoy
en día todo el mundo es un revolucionario, un libertador. En
tales circunstancias, hoy Marx diría: ¡Yo no soy un
revolucionario!
Casi cada semana mis estudiantes de pre y
postgrado de la Universidad de Los Andes quieren saber lo
siguiente:
* ¿Cuáles son las semillas y raíces
práxicas de la revuelta social revolucionaria, de la lucha de
clases en Venezuela y en otros lugares?
* ¿Qué
expresa el concepto de "revolución"? ¿Cómo
podemos empezar a revolucionar, a cambiar el mundo?
Vamos a
comenzar afirmando, que antes de la Revolución Francesa de
1789, durante las luchas de la clase de la burguesía contra el
clero y la nobleza, la palabra "revolución" se
encontraba más cerca a su significado real, literal y
etimológico. Desde entonces, ha adquirido una galaxia de
significados ideológicos modernos. Estamos en el centro de la
espesa selva de Malasia, el Congo y de la Amazonía, y por los
cientos y miles de árboles alrededor de nosotros, ya no somos
capaces de ver los bosques. Solamente vemos los grandes dioses,
grandes hombres, grandes ideas y grandes razas hacer grandes
revoluciones individuales. ¿Cuáles son las raíces
idiomáticas de nuestra concepción de la revolución,
pero también de los avances científicos y filosóficos
del socialismo? Es la nuestra una revolución social o una
revolución de palacio?
Debido a que muchos de nuestros
compañeros nunca fueron enseñados acerca de la
"revolución" vamos a bajar brevemente el ABC de la
revolución. En sus múltiples significados actuales se
encuentra el núcleo de la ideología revolucionaria, del
control mental. En los medios de comunicación internacionales,
el término, especialmente asociado con Venezuela, ha adquirido
un significado peligroso, acuoso y vago.
Transhistoricamente,
¿qué significa 'volver' y 'revolver'? Revolución
fue siempre un término central económico y político
en los negocios, en el proceso histórico europeo de la
acumulación de capital. En latín los nombres
"revolūtus, revolūtiō o revolución"
se obtuvieron a partir de el participio pasado del verbo "revolvere",
voltearse, hacer las ventas, tener un excelente volumen de negocios,
realización de capital. Como tal, esta concepción
capitalista apareció en muchos idiomas, por ejemplo, como
"revolucioun" en Inglés Medio, como "revolver"
y "revolution" en francés antiguo.
El verbo
inglés "revolve" (girar), que es el latido de
corazón de la "revolución", expresa muchas
cosas:
* orbitar un punto central estático o en
movimiento, al igual que Marte alrededor del Sol.
* girar sobre un
eje, girar al igual que el planeta Tierra.
* repetir en ciclos,
como las crisis del capitalismo como previsto por Karl Marx.
*
ocurrir periódicamente a intervalos periódicos, por
ejemplo, las cuatro estaciones.
* ser tratado lógico
formalmente, es decir, ser centrado. Sus problemas sólo giran
en torno a la corrupción.
En términos generales
hay muchos verbos que reflejan la "realización de una
revolución". Una cosa es pasar toda la vida en círculos,
guiado por un eje del mal ideológico, otra cosa es hacer una
revolución, generar, orientar y defender una revolución.
En general, todos sabemos lo fácil que es tomar la línea
de menor resistencia, a circumvolver el "marxismo", a girar
en torno a un mesías o seguirle al "buen pastor". En
el sentido estricto de la palabra, como la práctica diaria,
sin reflexionar, sin la reflexión intelectual, también
se trata de "hacer una revolución", una revolución
burgues-democrática, capitalista. Esto ocurre cuando no
creamos conceptos precisos, incisos para una cosa determinada, para
un determinado proceso real.
Sin embargo, una revolución
concreta tiene también una dimensión teórica, es
un generador de ideas y de pensamiento, de conciencia de clase y
praxis proletaria, pero también puede ser utilizada por las
clases dominantes, por el Estado, para controlar la mente, para
inculcar ideología, y en el globofascismo, para aniquilar a
toda teoría crítica y praxis emancipatoria.
En
el socialismo científico y filosófico, en el marxismo,
la revolución de la mente comienza en el momento en que todos
los explotados, dominados y discriminados de las clases sociales a
nivel mundial independientemente comenzamos a pensar de, por y para
nosotros mismos, a fin de discutir conscientemente los asuntos
sociales, políticos y económicos. En otras palabras, la
revolución comienza en el momento en que nosotros, como
trabajadores, campesinos, educadores, profesionales y periodistas
empezamos a aplicar el principio intelectual de René
Descartes: dubito, cogito ergo sum, dudo, pienso, por lo tanto soy.
Nos ponemos la gorra roja del pensar, empezamos a sacudir nuestras
neuronas y cerebros oxidados.
En la última década,
esto sí, a pesar de las aseveraciones que digan lo contrario,
en Venezuela una revolución social sí ha comenzado y
sigue en camino.
Todos los gloriosos socialistas, Marx,
Engels, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin, Lenin, Trotsky, Mao, Nkrumah,
Castro y muchos otros, han subrayado la necesidad revolucionaria de
pensar y actuar ideas y acciones. En "¿Qué
hacer?", Lenin fue tan lejos como para decir: sin sueños
diurnos socialistas, sin teoría, la revolución social
no es posible.
Por lo tanto en un sentido cartesiano nosotros,
como socialistas revolucionarios tenemos que reflexionar
cuidadosamente y en detalle, examinar y conocer bien las cosas de
forma permanente. Después de haber bebido la ideología
y la religión dominante con la leche materna, o con Nestlé
y Parmalat, y después de haber masticado toda clase de
mercancías, es realmente el momento de convertirse en
revolucionario, de mirar antes de saltar, a re-pensar todo, a tener
un enfoque global, total, vinculado al proceso. Hoy en día, en
la "guerra de ideas', como revolucionarios, por definición,
tenemos que entrenar nuestros cerebros engañados.
Por otra
parte, desde el punto de vista de Washington algunos piensan lanzar
una "revolución" en Venezuela entendida como
"democracia" nacional organizada, con la intención
de cambiar o derrocar a un "dictador", es decir y en
nuestro caso, el gobierno legítimo del Presidente Hugo Chávez
Frías. En esta connotación terrorista, el término
"revolución" está claramente distorsionado,
incluye todos los medios legales, ilegales, democráticos y
antidemocráticos y comprende de esta manera la insurgencia,
conspiración, golpes militares, asesinato, magnicidio,
rebelión, sublevación, sedición y secesión.
Por
último, vamos a afirmar, que actualmente es "el mejor de
los tiempos y el peor de los tiempos" (Charles Dickens), tiempos
de grandes cambios sociales, luchas de clase: cataclismos profundos,
dolorosas convulsiones y una serie de trastornos políticos.
Para nosotros no hay otro turno ni retorno, es simplemente hacia
adelante, es la batalla por la humanidad, por la emancipación
planetaria.