Franz J.T. Lee, julio de 2007
Venezuela: Conocer el Socialismo es conocer el Capitalismo
En la actualidad
Venezuela es el país más politizado en el mundo, todos
hablan y discuten la política. Sin embargo, casi todos los
trabajadores tienen algo en común, no saben lo qué es
el socialismo precisamente.
Aquí en Mérida son
muchísimas las personas humildes que nos han consultado sobre
el socialismo; está bien, lancémonos al debate: la
"Misión Socialismo".
El punto de partida es
el siguiente; si uno conoce los cinco buldózer del capitalismo
que son su quintaesencia, entonces la respuesta resulta muy simple y
nada del otro mundo; podría asustar a muchos ‘bolivarianos’
chimbos infiltrados dentro de la revolución, lobos
capitalistas vestidos de rojo socialista. En Venezuela durante las
últimas décadas ha desaparecido de las agendas
oficiales educativas no sólo lo qué es el socialismo,
sino también lo qué es el capitalismo.
Así
que también aquí en Venezuela, al igual que en
cualquier otra parte, en la época de la globalización,
de la agresión militar del imperialismo mundial y del
vandalismo genocida corporativo, hoy más que nunca, para
entender lógica, científica y filosóficamente lo
qué es el socialismo, es simplemente una conditio sine qua non
saber con precisión incisiva lo qué es el
capitalismo.
Es imprescindible conocer este sistema donde
tantos millones de seres humanos viven, trabajan y mueren como las
moscas.
Podría ser tan fácil para un trabajador
percibir, experimentar y entender lo qué es la realidad
capitalista; no obstante, como resultado de siglos de un bombardeo
psicológico lógico-formal, un control mental
despiadado, de mega-mentiras, del adoctrinamiento iideológico
y la manipulación religiosa, sólo hay muy pocos entre
nosotros que todavía logran negar dialéctica,
consecuente y categóricamente este orden mundial
apocalíptico.
Ahora ¿qué es lo que
cualquier trabajador de fábrica venezolano experimenta a
diario?
* Primero, para poder sobrevivir necesita dinero, un
valor de cambio, una mercancía para vender; sin dinero él
y su familia finalmente terminarían en la pobreza y la miseria
absoluta. Hace mucho tiempo atrás sus antepasados por lo menos
todavía poseían tierras, algunos animales o incluso
bosques y ríos, tenían medios de producción
comunes. En cambio hoy no tiene nada, excepto sus huesos flacos y sus
sufridos músculos, es decir, su fuerza de trabajo física.
En
el ‘Tercer Mundo’, en Venezuela, esto es su producto, su
mercancía, su energía corporal que se compra en el
mercado laboral, que se intercambia por dinero y luego por las
necesidades básicas de la vida. Así se le explota
económicamente y gana unas migajas de salario. Esto apenas
permite que reproduzca su fuerza de trabajo para el mañana y
que mantenga su familia en la pobreza. No olvidemos que esto forma la
base electoral, el latido de corazón de la Revolución
Bolivariana.
El trabajador se da cuenta que su jefe se
enriquece cada día más mientras él lucha por
sobrevivir en cada minuto del día. También nota que ser
jefe, poseer fábricas, emplear miles de obreros y pagar
salarios miserables a sus esclavos asalariados son los generadores
concretos de la inmensa acumulación de una perversa riqueza,
privilegios y poder político de sus jefes. El trabajador hace
sus cálculos y descubre que lo roban, que el trabajo
industrial es un robo, que los jefes son unos vampiros que viven
chupándose la sangre de sus trabajadores explotados.
Si
la Revolución Bolivariana no toca profundamente esa injusticia
humana, la palabra democracia será nada más que un
término vacío.
Ahora, cada vez más los
trabajadores no se sienten en casa ni en sus cerros o barrios ni en
el sitio donde trabajan.
En El Capital, en Grundrisse y en los
Manuscritos Filosóficos y Económicos, Karl Marx explicó
este proceso explotador con sus detalles económicos, en la
misma tradición científica que lo hicieron Aristóteles,
Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus. Sería de gran
ayuda una ‘Misión Economía Política’
para entender lo qué significa el socialismo en la época
de la globalización.
En pocas palabras, esto es la
‘patrix’ del capitalismo en Venezuela y de hecho en
cualquier otra parte. Esto es la explotación económica
del hombre por el hombre, del hombre y de la naturaleza. Esto es el
epicentro de la alternativa: socialismo o barbarie, cuyas huellas
ensangrentadas podemos seguir desde las sociedades pre-coloniales que
utilizaban el trabajo de esclavos para construir pirámides y
murallas, a través del acuñado de monedas en Lidia, el
Oráculo de Delfo que sirvió como banco antiguo, los
descubrimientos y las conquistas de Carlomagno, de Vasco de Gama y
Cristóbal Colón, la cristianización, la
militarización y el genocidio de los pueblos indígenas,
la construcción sangrienta del mercado mundial, hasta el
triángulo de las Bermudas del "cambio desigual", en
otras palabras, hasta la explotación económica a nivel
global del trabajador del mundo.
Esto es la primera cosa que
tiene que conocer cualquier revolucionario o socialista moderno, la
cual tiene que enseñarles a los trabajadores y la cual tiene
que negar incondicionalmente.
Durante siglos esto era la
quintaesencia de la educación emancipatoria en el mundo y en
Venezuela. Es el trabajador, el soberano, que tiene que saber que en
el capitalismo es explotado económicamente. Ya hace demasiado
tiempo que los capitalistas del mundo y sus traidores leales les
dicen a miles de millones de trabajadores mentiras productivas sobre
las siete maravillas del capitalismo y del cielo de aquí y del
más allá. En realidad están hablando de un
venidero ‘más allá’ atómico.
El
problema es que el capitalismo ya fracasó y que está
bombardeando la humanidad hacia la auto-aniquilación y la
extinción total.
* Segundo, el capitalismo como modo de
producción domina, domestica y destruye la naturaleza, la
mujer, el trabajador, los niños y los esclavos. Durante siglos
las diversas clases dominantes desarrollaron todos los mecanismos
necesarios para dominar políticamente al mundo.
Ya hace
mucho tiempo en su famoso clásico El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado, Friedrich Engels explicó las
características esenciales políticas dominantes del
estado burgués-democrático-capitalista. En su libro El
estado y la revolución, Lenin describió el papel del
Estado en la época del imperialismo. En su libro 1984, George
Orwell predijo el venidero estado globo fascista, autoritario y
totalitario, es decir, la hegemonía dictatorial militarista a
nivel mundial de los Estados Unidos quienes ya ejercen una dominación
política total sobre las Naciones Unidas.
En el
‘Caracazo’, en la violación de la libertad
política y de expresión, en la defensa de la propiedad
privada de los medios de supervivencia, en los doble estándares
de la justicia, permitiéndoles a los peces gordos de escapar
mientras los peces pequeños se pudren en los pozos hediondos
de los calabozos, una clase obrera politizada fácilmente puede
identificar la dominación política por parte del Estado
capitalista. El Estado produce las condiciones sociales necesarias
para la explotación económica de los recursos naturales
y sociales, fabrica el clima "pacífico" apropiado
para las inversiones y las súper ganancias, cuida y defiende
los intereses de las clases dominantes nacionales e internacionales.
Los estados nacionales e individuales pueden debilitarse, incluso
pueden desaparecer, pero no existe un modo de destrucción
productivo capitalista y de producción destructiva, ninguna
sociedad de clases sin dominación política, sin el
poder de Estado.
En la mayoría de las revoluciones
sociales del pasado el ancien regime, el aparato del estado decadente
siguió defendiéndose brutalmente. En algunos casos como
en Rusia, incluso logró restaurar el status quo capitalista
ante rem. En todas partes el estado reprimió rebeliones
populares y protestas de la clase baja. Como sabemos, mediante un
"régimen del terror" y ayudado por la guillotina,
nació el nuevo Estado democrático-burgués-capitalista.
Los mejores ejemplos de la dominación política
capitalista son todo lo que actualmente está pasando en el
medio oriente bajo la bota militar yanqui-israelí.
Durante
las últimas décadas también aquí en
Venezuela hemos experimentado la dominación política de
las relaciones amo-esclavo oligárquicas y capitalistas.
*
Tercero, junto con la acumulación de capital llegó
progresivamente el prejuicio religioso, la antipatía entre las
razas y el racismo, incluyendo su vocabulario fascista: un pueblo
escogido, los paganos, los nativos, los recoge-latas, la chusma, los
chinos, los Arios, el Herrenvolk, los blancos, los ángeles
blancos, los europeos, los cristianos, los occidentales y los dioses
de la civilización del Norte. De las relaciones laborales del
tipo amo-esclavo resultó lógicamente la discriminación
social, es decir, el racismo. Con la victoria de la revolución
burgués-capitalista nacieron la ideología del racismo y
su correspondiente apartheid y prácticas sionistas.
De
hecho, el racismo y el capitalismo forman gemelos siameses, el uno no
puede existir sin el otro. El racismo es la reflexión
ideológica del mercado mundial y de la globalización.
No existe un modo de producción capitalista sin un racismo
inherente y viceversa. Para erradicar el racismo tenemos que
aniquilar el capitalismo y viceversa.
El gobierno de Nelson
Mandela y de Thabo Mbeki no aniquiló el capitalismo en
Sudáfrica, al contrario, el racismo es más fuerte que
nunca. De hecho, el sufrimiento de los millones de africanos pobres
hoy es peor de lo que era bajo el apartheid fascista.
Esto lo
comienzan a entender las masas revolucionarias en Venezuela, ellas
tratan de liberarse como "recoge-latas", de su existencia
como "parásitos" (Manuel Rosales). Así que el
racismo, la discriminación social es un elemento central del
capitalismo en Venezuela y en otras partes.
* Cuarto, todo el
nacimiento del capitalismo, los descubrimientos, la cristianización
y la colonización son un solo acto militar feroz, una
conquista brutal, terrorismo local, nacional y global, violencia
económica, genocidio político, holocausto social,
omnicidio histórico. El nacimiento, el desarrollo y la agonía
del capitalismo llevan centenares de millones de víctimas
inocentes. También en América Latina y en Venezuela, el
capitalismo cobró millones de vidas preciosas, todo por causa
de la construcción del mercado mundial, por las ganancias, los
privilegios y el poder.
En el modo de producción
capitalista, como ya enfatizó Rosa Luxemburgo, el militarismo,
la guerra y el genocidio son grandes negocios capitalistas y son
esencialmente anti proletario; actualmente la industria militar y las
guerras globales generan un gran negocio para las actuales
corporaciones multinacionales y son centrales en la gigantesca
batalla por la futura hegemonía global. Los trabajadores de
Venezuela se dan cuenta de la venidera intervención militar y
esto es la razón de por qué se vuelven cada vez más
anti-capitalistas, anti-imperialistas y anti-reformistas, niegan el
actual orden mundial corporativo.
* Quinto y último,
todos esos motores del capitalismo producen la destrucción del
pensar, razonar y existencia humana, los trabajadores se vuelven
totalmente alienados, se pierden a sí mismos. La religión
obsoleta, la ideología contagiosa, las mega-mentiras, la
educación de la clase dominante, la socialización para
la barbarie, los medios de comunicación privados venenosos,
las costumbres estereotipadas y el comportamiento militar convierten
a millones en perros de Pavlov perdidos, en los zombi pegados a sus
celulares mortales, y millones de drogas y píldoras destruyen
la propia fibra humana de la especie. Este proceso se llama
alienación, la destrucción total de la especie humana y
con ella la vida en el planeta tierra.
Esto es el crimen más
vicioso y virulento del capitalismo, y no sólo en Venezuela
sino alrededor del globo entero.
En tiempos pre-coloniales,
entre otros, los materialistas antiguos árabes y africanos y
los dialécticos chinos e hindúes nos brindaron un
método, un modo de pensar para identificar con precisión
científica de lo qué se trata. Nos enseñaron lo
qué es la identificación y la diferenciación
dialéctica, es decir, cómo afirmar y cómo negar,
cómo ser emancipadores filosóficos simples.
Es
un asunto de saber lo qué es el capitalismo.
El
capitalismo es explotación económica, dominación
política, discriminación social, militarización
universal y alienación humana total.
Cualquier sistema
mundial que contiene esos elementos esenciales se llama
capitalismo.
Ahora, si le decimos No al capitalismo, cuando
negamos su agresión, opresión, represión,
depresión y supresión, no es nuestro interés
reproducirlos en otro nivel. Según la dialéctica, decir
No es confrontar algo con su opuesto directo, con algo que no
es.
¿Qué no es el capitalismo?
Es su
opuesto, es el socialismo.
Aquí está la definición
del socialismo.
El socialismo no es capitalismo, no es
explotación económica, dominación política,
discriminación social, militarización universal y
alienación humana total.
Así que, por ahora, el
socialismo como modo de creación y de creatividad nunca antes
ha existido en ningún lugar de la Tierra. Al igual que en
Vietnam y en Cuba, seguimos teniendo experimentos heroicos en muchas
partes. Sólo existe un verdadero socialismo humano: la
negación de este modo de producción y destrucción
capitalista, la negación de este infierno de la globalización
corporativa.
A los revolucionarios bolivarianos les tomará
su tiempo entender este concepto de la revolución, del
socialismo moderno, sin embargo, el capitalismo mismo nos enseñará
lo qué es precisamente su opuesto, su archienemigo.
El
socialismo no le da a Bush, al Estado, lo que es de él, ni a
Dios lo que es de Dios. El socialismo no le da nada a una fantasía
oscura, es el hombre nuevo, el emancipatorio mismo.
Venezuela:
conocer el socialismo es conocer el capitalismo.
Esto es el
único concepto verdadero del socialismo con el cual podríamos
construir científica y filosóficamente lo nuevo, lo que
nunca existió antes, el hogar emancipatorio para el nuevo
hombre y la nueva mujer.
Original en Inglés:
“Venezuela: To know what ist Socialism is to know what is
Capitalism”
URL:
http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=74150