Franz J. T. Lee, diciembre de 2005
2006:
La Revolución Bolivariana cruzando el Rubicón
Un
Nuevo Hombre requiere una Nueva Ciencia y una Nueva Filosofía.
¿Qué significa esto para la Revolución
Bolivariana en Venezuela, América Latina y el mundo?
Resaltemos sólo algunas tareas urgentes pertinentes
para la emancipación revolucionaria dentro de las próximas
décadas. Existe el peligro de que si nos descuidamos,
podríamos perder la recién nacida Revolución
Bolivariana y esto sería una tragedia para la humanidad
entera.
No obstante, ahora en el 2006, la Revolución
Bolivariana ya está cruzando el Rubicón.
Lógico-formal e incluso dialécticamente, un
mundo, a saber un sistema cerrado, donde un ‘A’ (junto a
su derivado inferior ‘No-A’) como único postulado
oficialmente aceptado existe solamente como un eterno hen kai pan,
como un unomnia infinito, como un ‘Uno y Todo’ y como un
universo único y singular, no permite ningún éxodo,
ninguna ‘exvolución’ y ninguna ‘transvolución’.
En una ideología tan limitada de un sistema científico
y filosófico cerrado, no hay campo ni para las verdaderas
relaciones externas y exógenas ni para las contradicciones
transhistóricas. A nivel cósmico, por la amenaza de la
conflagración del ‘chocar e intimidar’
globofascista y a nivel religioso, por el terror del fuego del
infierno, un ‘B’ o una ‘Z’ es imposible; esto
quiere decir, que en este sistema cerrado donde vivimos, no se
permite ningún éxodo o emancipación humana
extra-sistémica alguna.
Lógico-formalmente es
únicamente el ‘A’, la evolución sistémica,
la democracia y dialécticamente el ‘A y No-A’, la
revolución intra-sistémica, que pavimentan el camino
histórico de la producción, del trabajo y así de
la explotación, la dominación, la discriminación,
la militarización y de la alienación. Este sistema
cerrado monolítico y totalitario, eufemísticamente
llamado ‘Cultura Occidental’, ‘Civilización
Cristiana’ y ‘Democracia Verdadera’, que ya desde
hace siglos conquistó y esclavizó al ‘Tercer
Mundo’, no deja ninguna posibilidad abierta para la liberación
pacífica de las masas, no permite ningún éxodo
de este holocausto físico y mental, ninguna trascendencia
emancipatoria pacífica para los millones de trabajadores
esclavos alrededor del globo.
Esto es el contexto
transhistórico en el cual hay que discutir, criticar y superar
las victorias y los fracasos de todos los movimientos revolucionarios
y emancipatorios evolutivos, reformistas y democráticos tanto
pasados como contemporáneos.
De esta manera y en el
caso de América Latina podríamos identificar e
interrelacionar todos nuestros ‘grandes’ personajes y
líderes políticos, inter alia, Bolívar, Martí,
Zapata, Ché, Lula, Kirchner, Uribe, Fidel, Chávez y
Evo.
Con una militancia revolucionaria y armados con una
nueva ciencia práxica y una verdadera filosofía
teórica, podríamos entonces entender las diferentes
apariencias y formaciones de los numerosos ‘modelos’ o
‘proyectos’ sociales y económicos a nivel global y
latinoamericano, de ‘nuevas clases políticas’, del
Keynesianismo, ‘neoliberalismo’, ‘desarrollismo’,
del ‘nuevo socialismo del siglo XXI’, del socialismo
cristiano venezolano, de una mezcla entre capitalismo y socialismo en
Bolivia, y de una alianza entre trabajo y capital brasileña.
Además, sólo así podríamos
comprender y aprehender la existencia y relevancia histórica
de todos los ‘estalinistas’, ‘marxistas’,
‘peronistas’, ‘chavistas’, ‘trotskistas’,
‘reformistas’, ‘revisionistas’, ‘terroristas’
y ‘socialistas’, no en términos arrogantes y
despectivos, no atacándolos como ‘lacayos’,
‘traidores’, ‘vende patria’ o ‘agentes
de la CIA’, sino agarrándolos precisamente por su radix,
por sus raíces sociales, captando sus actos y pensamientos, su
ideología y práctica, su práxis y teoría,
como productos sociales y lógicos de sus respectivas épocas.
Esto significa nada más que verlos como víctimas
de un orden social universal, como realidades vivientes dentro de un
sistema global corporativo imperialista capitalista cerrado y
limitado; dentro de un orden mundial en agonía, expresada a
través de la rebelión popular, la resistencia, la
capitulación o la traición humana; siendo todo esto
reflexiones de una cultura moribunda, de una civilización
hecho pedazos, que ahora demuestra su verdadera mueca fascista y de
una historia dominante a nivel global en estado de descomposición
total.
En las diferentes fases del desarrollo humano y
planetario hacen falta acciones y palabras específicas. Una
especie humana recién nacida tiene tareas y necesidades
específicas; llegada a su cenit es cuando muestra su plena
esencia, su madurez y su excelencia; pero ya en su nadir, hoy por
hoy, la batalla por la supervivencia requiere todas las facultades
creativas para una victoriosa salida hacia la emancipación
trascendental. Así que, aunque relacionados entre sí,
es decir, estando en contradicción, sosteniéndose y
fomentándose mutuamente, la evolución humana, la
revolución social y la transvolución histórica
son diferentes estados y realidades.
¿Qué
significa lo anterior ante la actual realidad global referente a la
bomba de tiempo América Latina?
Primero, lo que estaba
(y está) pasando actualmente en América Latina, aunque
con un perfil ligeramente diferente y con otros nombres y lugares, ya
pasó en otras partes, sigue ocurriendo en África o
Asia, o pronto ocurrirá en la Oceanía o el Caribe. Esto
es lo qué se entiende bajo el concepto del desarrollo igual,
desigual y combinado de la historia mundial o de la revolución
global.
Por ejemplo, las aspiraciones del Presidente
venezolano Hugo Chávez hoy, a saber la integración e
independencia total de América Latina, ya las tenía
hace 40 años atrás el Presidente Kwame Nkrumah de Ghana
para África. En ambos casos la reacción del
imperialismo global es la misma; hasta el día de hoy los
medios masivos, los libros y las libretas de la CIA pintan a Nkrumah
como un tirano autoritario y corrupto del pasado, que fue tumbado por
un golpe militar orquestado por la misma CIA y el servicio secreto
británico. En la actualidad el Presidente Chávez recibe
un tratamiento nada diferente. La Organización para la Unidad
Africana (OAU) fue convertida en una versión africana de la
‘Organización de Estados Americanos’ y en vez de
una ‘Comunidad Económica Africana’, que fue
planeada originalmente como una futura versión de nuestro ALBA
o MERCOSUR, lo que tenemos hoy allá es el homólogo
africano de un ALCA, el NEPAD, que es controlado por intereses
imperialistas.
Segundo, una conciencia de clase histórica,
una memoria práxico-teórica, la cara negra de la
Revolución Bolivariana, todo esto podría evitar que
cometamos los mismos errores del pasado y nos permitiría
aprender de nuestra propia historia, de nuestros esfuerzos y
experiencias revolucionarios y emancipatorios internacionales.
La
Revolución Africana, desenvolviéndose desde el
nacionalismo africano anti-imperialista, girando hacia un
pan-africanismo y luego envolviéndose en un ‘socialismo
africano’, décadas más tarde había perdido
cualquier seña de éste último.
Tercero,
¿por qué pasó todo esto? ¿Pasará
lo mismo con nuestro ‘Nuevo Socialismo’? Por ahora, ¿por
qué ninguna de las revoluciones sociales del siglo XXI alcanzó
sus objetivos liberatorios? ¿Pasará lo mismo con la
Revolución Bolivariana?
Para evitar que pase algo
realmente trágico, tenemos urgentemente que tomar serias
medidas al respecto, tenemos que diagnosticar los síntomas de
los fracasos revolucionarios en otras partes.
Cuarto,
deberíamos estudiar las enfermedades infecciosas que
acompañaron a todas las revoluciones sociales como lo son las
plagas capitalistas a nivel global, las epidemias crónicas y
las pandemias permanentes que hicieron y siguen haciendo estragos con
el socialismo mundial.
Esto implica también, que una
‘profundización de la revolución’ tiene que
eliminar todo tipo de ideología miope, confusión
religiosa e ilusión metafísica que generalmente están
mezcladas con las prácticas reaccionarias, el reformismo
tecnocrático, los diálogos vacíos, los consensos
estériles, la reconciliación frígida, las
alianzas de clase criminales, los ‘acuerdos entre caballeros’
secretos, los pactos diabólicos fascistas, la corrupción,
el robo, el clientelismo, el mesianismo, las mentiras, el
burocratismo, la traición, el sabotaje, el militarismo, la
alta traición, el asesinato, el sicariato, el magnicidio y el
genocidio.
En Asia, África, Oceanía, el Caribe
y América Latina lo anterior explicado ocurrió antes,
durante y después de todas las revoluciones sociales y
socialistas del siglo XXI; esta realidad horrible y horrenda continúa
en todas partes hasta el día de hoy; este virus
contrarrevolucionario incluso infectó a la Revolución
Bolivariana.
Quinto, estudiando y viviendo lo anterior dicho,
descubriremos que una revolución social, una revolución
socialista no es unilateral, sino tiene dimensiones y esferas
múltiples; algunas las describió el marxismo, otras las
tenemos que descubrir, enriquecer y superar nosotros mismos.
Otra
vez, ¿por qué fracasaron todas las revoluciones
socialistas del siglo XX en alcanzar sus objetivos?
Ciertamente
no fracasaron, porque las guerrillas, los marxistas o los comunistas
son caníbales satánicos, sino simplemente por el hecho
de que después de varios milenios de explotación del
trabajo, de dominación despiadada, de discriminación
social criminal, de ideología cultural y represión
sexual de pueblos enteros y especialmente de las mujeres en todos los
ámbitos de la vida humana, de subyugación militar
brutal y de adoctrinación y manipulación religiosa
masiva, no es posible, que de la noche a la mañana, desde la
nada y como hongos brotando de la tierra, de repente llegasen a
poblar por millones la Madre Tierra verdaderos revolucionarios y
emancipadores que además tengan una conciencia de clase.
Esto siempre fue y será un problema central de todos
los movimientos de liberación. Igual es un gran problema de y
para la Revolución Bolivariana.
Sexto, un elemento
quinta-esencial de la emancipación revolucionaria y de la
revolución emancipatoria es la creación de una
vanguardia cultural.
En la Revolución China, Mao
tse-Tung enfatizó la necesidad de la revolución
cultural dentro de la revolución mundial socialista. En este
caso también hay que preguntar, por qué la revolución
cultural china fracasó y por qué China está en
camino de convertirse en el poder corporativo imperialista
capitalista más grande que el mundo jamás ha visto. De
hecho China es el competidor numero uno de los EE.UU., que puede
aniquilar a los mismos EE.UU. y apoderarse de la hegemonía
mundial.
Peor aún, ¿qué pasó con
la gloriosa y valiente Revolución de Vietnam, del Vietminh y
del Vietcong, liderada por Ho Chi Minh y el General Vo Nguyen Giap?
¿Para qué murieron millones de vietnamitas durante casi
medio siglo? ¿Cómo murieron? ¿No fueron los
EE.UU. que emplearon contra ellos armas de destrucción masiva,
bombas NAPALM, ‘agent orange’ y HAARP?
¿Es
suficiente construir el socialismo en una isla, en un solo país,
en una región integrada de América Latina o será
necesario construirlo a escala mundial? ¿Por qué razón
se desintegró la gigantesca Unión Soviética?
¿Esto también puede pasar con nosotros? ¿Cómo
evitar todo esto?
Séptimo, ¿qué
significa la revolución cultural dentro de la revolución
socialista?
Básicamente tiene que preocuparse de crear
nada más ni nada menos que una nueva especie humana no
degenerada, no explotada y no alienada; el nuevo hombre (la nueva
mujer) fértil y creativo(a), la Madre Tierra, Gaia, La Pacha
Mama.
Esto es el Hombre Nuevo, el homo novum, del cual
hablaron los revolucionarios marxistas Lenin, Trotski, Mao tse-Tung,
Ernst Bloch y Ché Guevara y sin el cual no se puede realizar
una Revolución Bolivariana victoriosa, sin el cual es
imposible un ‘Nuevo Socialismo’.
Octavo, lo
Nuevo, lo Original y lo Auténtico no es la repetición
de lo Viejo, de lo que fue, sino es utópico en el sentido
filosófico de Ernst Bloch. Es el ‘todavía no’,
el ‘todavía no ahora’ y el ‘todavía
no allá’. En la medida que nos aproximamos al
socialismo, somos nosotros mismos que vamos creando el camino, de
hecho, construimos lo nuevo, construimos al socialismo mismo. Al
igual que la praxis y la teoría, que son sus herramientas
revolucionarias, los actos y los pensamientos del Hombre Nuevo
consisten en hacer cosas nunca antes hechas y pensar cosas nunca
antes pensadas; esto es en primer lugar la razón de por qué
es el hombre (la mujer) nuevo(a), innovador(a), inventor(a). Esto es
el sine qua non para una revolución cultural en Venezuela y
dentro de la Revolución Bolivariana.
Noveno, por
cierto, hay una necesidad urgente de alimentar, darles ropa y
vivienda a millones de personas empobrecidas y esto cuesta dinero. La
única manera de obtener dinero es trabajar, trabajar como
esclavo asalariado capitalista, ser explotado. Además, otras
clases, especialmente las clases medias también reclaman su
parte del cambur socialista-capitalista. Esto es nuestro dilema,
tener nuestro cambur y comerlo al mismo tiempo, construir el
socialismo y destruirlo al mismo tiempo, ¡un eterno trabajo de
Sísifo!
Décimo y finalmente, no obstante, sin
cambios culturales radicales en nuestra sobreestructura, en nuestras
ideas, nuestros pensamientos, creencias, ideología, religión,
jurisprudencia, tradiciones, patrones de conducta, cosmovisión,
lógica, moral y estética, ningún nuevo hombre ni
ninguna revolución socialista es posible en América
Latina. Sin la correspondiente base económica, sin una nueva
ciencia, sin el trabajo sustituido por la creatividad y la creación,
la propiedad privada sustituida por la propiedad humana, sin la
eliminación de la sociedad de clases y del Estado, sin la
eliminación de la militarización, de la economía
del mercado, del mercado mundial, del capital, del dinero, de las
ganancias, etc., no es posible incluso ni el sueño diurno
utópico de una emancipación. Una cosa es una sociedad
capitalista represiva de clases, compuesta por clases altas, bajas,
medias -- positivas, negativas y neutras -- otra cosa distinta es una
sociedad socialista revolucionaria, construída por seres
humanos emancipados libres.
Sí, el tiempo y el
espacio para la supervivencia humana se acaban, es ahora o nunca, así
que más vale agarrar las verdaderas tareas de la emancipación
humana en vez de detenernos con ‘revoluciones’ chimbas,
en adornos socialistas; ante un gran dilema es mejor que agarramos al
toro globofascista imperialista por sus cuernos.
Sólo
de esta manera y como especie humana emancipada todavía
podríamos volvernos invisibles, invulnerables e invencibles.