Franz J.T. Lee, diciembre de 2005
Venezuela: El peligro más grande para la globalización fascista es la Revolución Bolivariana
Una vez más, en toda
Venezuela el látigo de la contrarrevolución se mezcla
con el cargado toque de Diana. Venezuela se encuentra en moción
revolucionaria, en conmoción emancipatoria, la situación
es tensa; los lacayos vestidos de negro-hipócrita buscan ayuda
encubierta y abierta en el Vaticano; en las iglesias ya perdieron
todo apoyo moral y popular, todo el mundo cree en cualquier dios
salvo en el dólar estadounidense y en el ‘Mesías’
Bush. Son vacíos, secos, despojados de toda oposición
democrática sana y de toda contradicción dialéctica.
Sienten su decaída histórica inmediata, están
listos para cometer hara kiri, cometer sus crímenes finales
horrorosos para después desvanecer en el olvido globalizado
salvaje, en la noche de traición más oscura, en el
eterno nido fascista de las víboras farisaicas yanqui y de los
mentirosos profesionales, en el infierno orweliano.
Sin
embargo, parece que antes quieren llevar a cabo sus crímenes
capitales y cardinales finales, quieren cometer alta traición
contra el soberano venezolano, para jugar la última carta de
su jefe en Washington: lanzar toda una serie de magnicidios, asesinar
los líderes más importantes de la Revolución
Bolivariana y, de hecho si es necesario, enviar a sus propios líderes
del púlpito directamente al cielo, para después, como
siempre lo han hecho, culpar al Presidente Chávez de los
crímenes genocidas que ellos cometieron.
Ya no hay más
nada que decir, el Vicepresidente José Vicente Rangel lo dijo
todo: ¡Jacta est alea! ¡Las cartas están echadas!
La sentencia política está dictada, hoy 4 de diciembre
la ‘oposición’ se encontrará ante el juicio
final de la verdad, del soberano, de la mayor fuerza de clase
revolucionaria en Venezuela, frente a la justicia democrática
del pueblo, de la lucha socialista de clase. ¡Y esto es una
realidad, la cual ni siquiera pueden cambiar ni con explotar
oleoductos ni con colocar explosivos en Caracas!
Hoy tenemos
que sacarlos a punta-pies, es decir, incluyendo al tío Sam, de
lo contrario, ¡todo se pondrá patas arriba! Entonces no
será el cielo el límite, sino el eterno saqueo de
nuestros recursos y riquezas naturales nacionales.
Washington
y sus traidores locales nunca estaban interesados en ‘democracia’,
en elecciones o en referéndum en Venezuela. Desde el comienzo,
desde la hora que Chávez ganó las elecciones en el
1998, organizaron golpes militares, conspiraciones y sabotajes. Así
que hoy, 4 de diciembre todos nos volvemos a encontrar en el campo de
batalla, en defensa de la Revolución Bolivariana, de la
Emancipación Humana.
Ya lo dijimos durante los últimos
cinco años, si todavía no lo sabemos, bueno, entonces
por lo menos Washington tiene claro como el sol, que después
de la caída del ‘comunismo’, del ‘muro de
Berlín’, el peligro más grande para la
globalización es la Revolución Bolivariana.
Formamos
la punta del iceberg de la negación del capitalismo, o sea del
socialismo mundial. Cualquier verdadero marxista científico y
filosófico sabe esta simple realidad sincera. Sólo hay
que estudiar el odio internacional del complejo corporativo
industrial militar, los comentarios de Bush, Rice y Rumsfeld para
verificar esta simple verdad. Sólo hay que entender el
contexto internacional de la actual intentona electoral en
Venezuela.
Ser la punta de lanza militante emancipatoria de la
revolución mundial es nuestra ‘suerte’
transhistórica, es nuestro calibre moral, es nuestro lunar
bolivariano. Es nuestra fibra revolucionaria trascendental, nuestra
cuerda de salvamento social, sin embargo, el hecho de que estamos
sentados sobre una gigantesca olla de oro negro, que estamos
envueltos en una gran nube galáctica misteriosa llena de agua
y en un hábitat natural lleno de una bella biodiversidad de
los colores del arco iris, es al mismo tiempo la espada de Damocles
de la codicia, del egoísmo y de la avaricia
corporativo-capitalista-imperialista, que permanentemente pende
encima de nuestras cabezas inocentes.
Por esta misma razón,
durante nuestro vía crucis liberador en los años y las
décadas que vienen, estaremos permanentemente azotados por la
‘plaga norteamericana’ (Simón Bolívar), por
esta verdadera Gólgota terrenal, por sus epidemias y pandemias
globales: inter alia, intervenciones militares, conspiraciones,
golpes, sabotajes, masacres, SIDA, gripe aviar, gripe española,
armas de destrucción masiva, engaños al estilo Torres
Gemelas, madres de todas las bombas, guerras atómicas,
tsunamis, huracanes, inundaciones, sequías, terremotos,
genocidios, magnicidios y extinción de la humanidad, todo
hecho en USA.
Es mejor que ya nos preparemos a nivel
psicológico, físico, militar, nacional e internacional
para la batalla final, la ‘guerra de los 100 años’
(Chávez), para erradicar y aniquilar el capitalismo, el
imperialismo y el corporatismo para siempre de la faz de la Vía
Láctea.
Sólo así seremos capaces de crear
nuestro propio nuevo modo de emancipación, donde nadie más
nunca necesitará ningún ‘socialismo
computarizado’ reformista, ningunos planificadores tecnócratas,
ninguna nueva clase dominante que calcula equivalentes laborales y
precios de mercado. De hecho, tenemos que crear y humanizar un
sistema solar, donde nadie más nunca trabajará ni mucho
menos como esclavos.
Como ya lo dijimos en comentarios
anteriores, el trabajo de esclavos, el trabajo asalariado, es decir,
la alienación per se es una relación perversa,
unilateral, unilineal y patológica entre la naturaleza y la
sociedad; es la conditio sine qua non para la explotación
económica capitalista despiadada, para la dominación
política imperialista, para la discriminación social
globalizada, para la militarización corporativa universal y,
para colmo y para identificarse a sí mismo: es la alienación
humana total y totalitaria.
La creación y la producción
son opuestos radicales, se niegan uno al otro, excluyen uno al otro,
la primera es humana, la segunda es divina, es nada más que
ora et labora feudal, es la oración y el trabajo globalizado,
es el globofascismo.
Primero era el milenio de la producción,
ahora la era de la creación amanece en el horizonte carmesí,
como nacimiento del ALBA, como contrapeso a la decaída del
fétido y apestante sistema del ALCA; esto es lo qué
Washington quiere evitar en Venezuela, esto es el hedor golpista que
la ‘oposición’, encabezada por el Monseñor
Porras, ahora intenta de llevar a la Iglesia, a Roma.
Camaradas,
como creadores emancipatorios, no importa qué pasará o
podría pasar en el futuro revolucionario inmediato: todos
tenemos que ir a votar hoy, tenemos que enriquecer nuestra
‘democracia revolucionaria’ (Chávez) participativa
electoral.
Mientras tanto ya comenzo la próxima parte
de la conspiración, la deslegitimación nacional e
internacional. El país más fascista de la historia
humana, los EE. UU., ahora está declarando nuestras elecciones
legislativas como "un paso al totalitarismo".
Véase:
http://www.aporrea.org/dameverbo.php?docid=69739 .
Así
que, camaradas, mañana, todos los días, escuchen el
toque de Diana: ¡Adelante hacia la victoria histórica!
¡Hasta la victoria siempre!
Original en Inglés:
Diana calls: Forward to historic victory! ¡Hasta la victoria
siempre!
http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47255