Franz J.T. Lee, noviembre de 2005
Venezuela: Socialismo sin hojas de parra reformistas
¿De qué manera
existen relaciones internacionales revolucionarias entre los
recientes levantamientos políticos en Francia y otras partes
de Europa, la Revolución Bolivariana en Venezuela y América
Latina, el 'conflicto México-Venezuela' actual y el fascismo
creciente en los EE.UU.?
En otras palabras, como nos enseña
el socialismo o el marxismo, ¿es capaz un estudio científico
y filosófico de la dialéctica concreta de los procesos
globales en la era de la ‘globalización’, de
revelar la verdadera dinámica de la actual lucha a vida y
muerte inexorable y apocalíptica entre el norte y el sur,
entre la barbarie salvaje terrenal y la emancipación humana
galáctica?
La respuesta es positiva, claro, esas
realidades se co-determinan mutuamente y forman parte intrínseca
de las actuales ‘nuevas guerras’ globales, de las guerras
de información, del ‘dominio de pleno espectro’ de
Donald Rumsfeld y especialmente del ‘eje del mal’ al cual
pertenece Venezuela (al lado de Irán y Corea del Norte) por
ser una ‘nación canalla’ con abundantes recursos
energéticos, ya ‘madura’ para la futura invasión
militar y el mismo tratamiento que recibieron Afganistán e
Irak con los pasados ataques genocidas.
Todo esto es parte de
la misma gigantesca batalla internacional oculta, que ya aniquiló
la ex Unión Soviética.
Es la inexorable guerra
económica pírrica entre los EE.UU. y sus competidores
imperialistas corporativos, en términos políticos,
entre EE.UU., Europa, China, Rusia y la India. Si no se logra parar
esta batalla inmediatamente, será la guerra mundial más
grande que la humanidad jamás ha visto y costará
centenares de millones de vidas o más; esta guerra es
inherente a la misma esencia fascista y beligerante del imperialismo
mundial, y podría ser la batalla final de la propia
globalización, la guerra global entre los EE.UU. orwelianos y
la Eurasia maquiavélica, por un depósito de basura, por
una tumba planetaria eterna en el atardecer imperialista
radioactivo.
Aquí en Venezuela, entender, estudiar y
captar el significado revolucionario transhistórico y la
urgencia emancipatoria de lo anterior, de sus necesidades, acciones y
pensamientos ‘práxicos’ y teóricos
inmediatos, presupone unos cambios severos y radicales dentro de
nuestros programas y misiones educativas, en la diseminación
de una in-formación y ‘ex-formación’
verdadera y nuestra, en el desarrollo de unos medios noticieros,
programas radiales, documentales y comentarios televisivos
emancipatorios; presupone la inversión de miles de millones de
dólares que valdrían la pena la inversión
humana, humanista y humanitaria al igual que la poderosa plusvalía
creadora y creativa de inteligencia, que resultaría de
esto.
Esto sería realmente un ‘nuevo socialismo’
marxista, y los millones de pobres de Venezuela y América
Latina, de la ‘bomba de tiempo América’,
inmediatamente podrían identificar su olor y sabor proletario,
arrancarían hambrientamente sus deliciosos frutos innovadores,
liberadores y anti-reformistas, elevarían la Revolución
Bolivariana a un plano continental integrado, y tumbarían los
secuaces del ALCA del imperialismo y la militarización
estadounidense.
Ahora comentaremos brevemente algunos de los
problemas más destacados.
Los medios masivos
internacionales, financiados por sus grandes dueños, las
corporaciones multinacionales, que defienden los intereses de la
clase capitalista a nivel global e incluso pagan los sueldos gruesos
de sus respectivos think tank (aquellos que redactan la pena de
muerte para millones, como lo es por ejemplo el ‘Proyecto para
un Nuevo Siglo Americano’), producen y reproducen de manera
permanente las grandes mentiras ideológicas reinantes,
conocidas como ‘noticias internacionales’ y a nivel
académico como ‘relaciones internacionales’, una
disciplina que al igual que el ‘desarrollismo’ fue
introducido especialmente para diabolizar el marxismo y para refutar
sus teorías imperialistas.
Es precisamente esto lo qué
tratan de hacer actualmente a escala mundial los ‘neo-kautskianos’,
los revisionistas y reformistas modernos, especialmente con la
intención de sembrar confusión a nivel teórico
dentro del movimiento revolucionario bolivariano mismo.
Nuestros
‘Siete Sabios’ modernos de la Izquierda erudita
urgentemente deberían brindar atención ‘práxica’
y teórica a este problema revolucionario.
Aquellos, que
son en realidad los fieles voceros de la clase dominante imperialista
burgués-democrática a escala mundial llaman a los
trabajadores, jóvenes e inmigrantes franceses, que actualmente
protestan contra la brutalidad policial, ‘alborotadores’
y ‘criminales’; son los mismos que llaman a los
bolivarianos violentos y ‘hordas terroristas’.
En
todas partes los actuales eventos mundiales, no importa si es en
Francia, los EE.UU. o en Venezuela, son interpretados por los medios
masivos como todo salvo como luchas de clase mundiales.
De
hecho, con la ayuda de los reformistas modernos, las rebeliones
sociales de clase y las luchas de clase son cristianizados,
pacificados y computarizados.
Son los mismos medios que
diariamente llaman a los presidentes Hugo Chávez y Fidel
Castro tiranos, dictadores o ‘comunistas’. Lo que no
explican es lo que Lenin revela en su obra La revolución
proletaria y el renegado Kautsky, especialmente con referencia a la
dictadura y la democracia.
Lenin explicó que la
democracia burguesa es la dictadura de una minoría, o sea de
una clase social dominante, que posee como propiedad privada los
principales medios de producción y comunicación, y que
domina a la mayoría, que sólo tiene su fuerza de
trabajo para vender en el mercado económico nacional e
internacional bajo las condiciones del intercambio desigual, lo cual
es un absoluto robo parasítico.
Con respecto a los
centenares de conferencias, foros y debates nacionales e
internacionales, que actualmente tratan temas tales como el
socialismo, el reformismo, el revisionismo, la revolución, la
democracia, la dictadura y la lucha de clase, es pertinente comentar
sobre algunos aspectos importantes que muchas veces se dejaron a un
lado o simplemente se olvidaron.
Muy pocos académicos
enfatizan o entienden, que Lenin no era amigo de la democracia, sea
del calibre político que sea.
Lenin negó la
dictadura burgués-democrática con la dictadura
proletario-democrática, solamente para deshacerse de ambas,
dictadura de clase y democracia de clase.
Según su
praxis y teoría revolucionaria, como medida temporal y
transicional, la revolución proletaria mundial, dirigida por
un partido marxista de vanguardia, a través de la lucha de
clase a nivel global, tiene que tumbar esta dictadura
burgués-democrática de la minoría y reemplazarla
con una dictadura proletario-democrática de la mayoría
consistiendo en trabajadores, campesinos y otras clases sociales
oprimidas, que más adelante tiene que abolir el Estado
burgués, toda forma de democracia burguesa de la clase
dominante, la propiedad privada de los medios de producción y
finalmente, eliminando tanto las clases minoritarias capitalistas
como las clases trabajadoras mayoritarias, desterrar para siempre la
democracia dictatorial de la faz de la tierra y establecer el
socialismo a escala mundial, que es el prerrequisito para el
comunismo mundial.
Esto es el socialismo, pero no es una
receta revolucionaria para Venezuela, sino algo de alimento
emancipatorio apremiante para el pensar, para la teoría. Es
una delicadeza la cual hay que masticar muy cuidadosamente.
Claro,
Lenin no esperaba que todo esto ocurriría dentro de una o dos
décadas. Estudió a Marx y a Engels, especialmente su
'Manifiesto Comunista' y 'El Capital', donde la revolución
burgués-democrática entera, donde el proceso
democrático dictatorial capitalista transhistórico está
explicado justo hasta su cenit, hacia su auto aniquilación y
hacia la globalización destructiva contemporánea.
Esto
es la crisis actual, la recesión y la depresión, la
conflagración global de las guerras mundiales
mortales.
Lenin, junto a León Trotsky sabía que
se puede establecer el socialismo sólo como revolución
permanente a escala mundial, como modo, no de producción ‘post
capitalista’, no de trabajo, no de mercancías, donde su
valor de uso tiene que ser computarizado, ser calculado en precios
iguales de intercambio, como modo, no de relaciones amo-esclavo, sino
como modo de abundancia, de emancipación humana creativa y
creadora.
En la época de la Segunda Internacional, como
se puede ver en los debates fundamentales entre Bernstein, Kautsky,
Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo, fueron (y siguen siendo) el
reformismo y el revisionismo que inventaron la idea de una democracia
‘post-capitalista’. Para los marxistas científicos
y filosóficos, la democracia es la dictadura de unos pocos
parásitos, de la clase dominante burgués-capitalista
sobre una mayoría, que es el resto de la sociedad.
Después
de más de 200 años de experiencia dictatorial
democrática de la Revolución Francesa, de la democracia
burgués-capitalista, deberíamos saber más tardar
ahora, de qué se trata realmente la democracia. Nuestras
quimeras demasiado humanas y cristianas de una democracia no
existente, al igual que nuestros sinceros esfuerzos humanistas son
laudables, pero no necesariamente son democráticos; a lo mejor
son emancipatorios y anti-dictatoriales.
Si no estudiamos la
‘verdadera democracia’ científicamente, entonces
muy pronto nunca sabremos su esencia inhumana.
Así que
en este sentido analítico la democracia moderna inventada por
la burguesía europea en su propio interés de clase, es
la apariencia política de la opresión y represión
capitalista; cuando ésta se ve amenazada, como en 1929 u hoy,
entonces muestra su verdadera mueca: el globofascismo. Esto es la
razón por qué el Estado burgués-democrático
reprime tan brutalmente cualquier rebelión política,
sea en Francia, Inglaterra, España o donde sea; también
es la razón por qué Bush pudo introducir tan fácilmente
las celdas de tortura y las leyes patrióticas, aparte de la
invasión criminal a Irak.
En tiempos tan severos como
estos, el reformismo y el revisionismo, cuyo blanco es el socialismo
y el marxismo, son resucitados y desatados. En toda Europa los libros
de Kautsky y Bernstein son republicados y se vuelven a discutir. De
manera muy cuidadosa y a escala mundial aparecen en el escenario las
víboras reformistas, vestidas de rojo.
Por lo tanto
existe actualmente un renacimiento del reformismo y revisionismo que
incluso inunda a la Revolución Bolivariana; así que
¡cuidado camaradas!
En un comentario sobre un folleto de
Karl Kautsky La Dictadura del Proletariado, Lenin explicó que
no tenía en mente democracia verdadera o real alguna. Nunca
consideró la democracia como futuro modo de producción
o como alternativa al capitalismo. Sencillamente detestó a
estas dictaduras minoritarias de la clase dominante que actualmente
existen en todas partes, excepto en Cuba y Venezuela. Esto es la
razón por qué en siglos pasados todos los marxistas
revolucionarios práxico-teóricos, salvo los fieles
seguidores de Kautsky y Bernstein, más adelante cambiaron su
identidad original como ‘social demócratas’ que
luchan por la ‘social democracia’, y de aquí en
adelante se llamaron, sin el uso de un adjetivo hoja de parra, lo que
realmente eran y son: marxistas, socialistas y
comunistas.
http://www.marxists.org/archive/lenin/works/1918/oct/10.htm
Por
lo menos Mussolini se identificó como fascista y Hitler se
llamó nazi, un nacional socialista, un Fuehrer.
Bush se
identifica como un ‘Mesías’, bueno, ¿quiénes
y qué somos muchos de nosotros en realidad?
En cuanto a
los padres del revisionismo y del reformismo, Lenin escribió:
“Y
a esas alturas el Sr. Kautsky, líder de la Segunda
Internacional, viene con un libro sobre la dictadura del proletariado
(en otras palabras sobre la revolución proletaria), que es
cien veces más vergonzoso, escandaloso y renegado que las
famosas Premisas del Socialismo de Bernstein. Han pasado casi 20 años
desde la aparición de este libro renegado y ahora Kautsky
repite esta disidencia de una manera incluso más dura.”
En
esencia, el revisionismo y el reformismo llegaron a existir como
tendencias contrarrevolucionarias, pro-capitalistas e imperialistas
dentro del movimiento internacional de los trabajadores, desfigurando
y eliminando las bases ‘práxicas’ y teóricas
del socialismo científico y filosófico, o sea del
marxismo: inter alia, negaron la lucha de clase, el método
dialéctico, la cosmovisión materialista científica
y filosófica, y la connotación marxista de la dictadura
del proletariado y de la democracia. El revisionismo y el reformismo
‘corrigieron’, desfiguraron e ideologizaron el
marxismo.
Dentro del contexto de este breve comentario no
podemos explicar los debates complejos que siguieron, sin embargo,
aparte de la obra de Lenin antes mencionada, Tony Clif nos explica en
detalle algo que caracteriza el trabajo entero de Rosa Luxemburgo,
especialmente su famoso folleto Reforma Social o Revolución
Social, donde ella ataca furiosamente a Eduard Bernstein y refuta las
vistas revisionistas y anti-marxistas de éste con una agudeza
especial, diciendo que “era la lucha contra el reformismo que
reduce los objetivos del movimiento de los trabajadores a vacilar con
el capitalismo en vez de tumbarlo con medios
revolucionarios”.
http://www.marxists.org/archive/cliff/works/1969/rosalux/2
Hasta
donde todas esas cosas afectan a los EE.UU. mismos, a la resistencia
revolucionaria y la rebelión doméstica, lo analizó
hace 40 años Malcolm X, que fue asesinado por los
reaccionarios capitalistas racistas. Malcolm X explicó la
esencia mortal del capitalismo, o sea, sus inmensos mecanismos y
maquinaciones del control mental:
“Utilizan la prensa
para construir este estado policiaco, y utilizan la prensa para que
el público blanco acepte cualquier cosa que cometen contra el
público negro. Utilizan todo tipo de características
negativas para que el público blanco se eche atrás o se
vuelva indiferente cuando emplean los métodos del estado
policiaco en esas áreas para reprimir la gente en su lucha
sincera y justa contra la discriminación y otras formas de la
segregación.”
http://www.themilitant.com/2005/6945/694563.html
La
manera de cómo los EE.UU., igual que un ‘buitre noble’
chupa la sangre de sus esclavos asalariados nacionales e
internacionales y de cómo genera el holocausto mental moderno,
Malcolm X la formuló vivamente como sigue:
“Y
ocupando una posición donde chupa la sangre económica
de nuestra comunidad, controlan los programas de radio que nos
abastecen, controlan los periódicos y la propaganda que nos
abastecen. Controlan nuestras mentes. Terminan en controlar nuestras
organizaciones civiles. Terminan en controlarnos económica,
política, social, mentalmente y de cualquier otra manera.
Chupan nuestra sangre como los buitres.” (ibid.)
Original
en Inglés: “Venezuela: Socialism without the use of any
reformist fig-leaves”
URL
http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=46911