Franz J. T. Lee, octubre de 2005
Nuevo
Socialismo: ¿Ser o no Ser Sin Propiedad Privada?
Es
cierto, como lo explicó el Presidente de Venezuela Hugo
Chávez, el proyecto bolivariano no es “marxista”
sino es “bolivariano”.
Además:
“La
Constitución Venezolana reconoce el derecho a la propiedad
privada, y este gobierno ha estado convirtiendo a muchos Venezolanos
en propietarios”, dijo, y dio énfasis en los programas
de subsidios a vehículos familiares “para que los de la
clase media se conviertan en propietarios de un vehículo, y
hasta de
dos”.
http://www.aporrea.org/dameverbo.php?docid=66786
Obviamente,
en este caso el Presidente Chávez habla de una simple clase
media empobrecida del “Tercer Mundo”, que difícilmente
puede comprar un carro. Habla de la simple propiedad privada de
bienes, de mercancías como lo son los lápices, cepillos
de dientes, celulares, zapatos, etc., cosas que se pueden comprar o
vender en el mercado diario.
En un sentido estrictamente
marxista, no habla de la propiedad privada capitalista de los medios
de producción, de los complejos militares industriales, de
cosas como la tierra, las lagunas, las minas, la industria petrolera,
las grandes plantaciones de caña o arroz, etc., poseídos
por capitalistas como Pedro Estanga, los Cisneros, los Capriles o los
Mendoza. Esto, Marx lo llamó “propiedad privada de los
medios de producción”, la cual por definición un
simple trabajador asalariado nunca puede poseer.
Claro, este
libre uso de palabras y conceptos es científicamente correcto.
Cada pueblo tiene el derecho de introducir sus propios proyectos
no-marxistas o anti-marxistas en sus respectivos países;
también pueden luchar por lograr el socialismo, viejo o nuevo,
en sus respectivas regiones, dándole al socialismo la
connotación social que les da la gana.
Todo esto lo
respetamos, no importa que tenemos diferentes opiniones en cuanto al
Marxismo o Socialismo.
Sin embargo y porque el deber de un
revolucionario es educarse y educar a los demás, cuando se
trata de explicaciones revolucionarias y emancipatorias en las obras
de Carlos Marx, cuando se trata del socialismo científico y
filosófico, de su análisis sobre la “propiedad
privada de los medios de producción”; entonces, por
causa de la verdad histórica y la transparencia académica,
hay que ser severo y preciso.
Así que más
adelante nos permitiremos citar detalladamente “El Capital”
de Marx, para aclarar este asunto urgente para todos nosotros.
Según
el artículo en Aporrea.org citado anteriormente, Chávez
hace pocos días atrás había dicho:
“Ni
siquiera Carlos Marx negó la propiedad privada. Lo que tenemos
en mente es revisar todos esos esquemas de la propiedad privada
dentro del contexto de la Constitución y las Leyes
venezolanas”.
El problema está, en que aquí
en América Latina la tierra es un medio de producción
central, y en este caso es poseída privadamente. Millones de
Venezolanos viven de la producción agrícola. Esto no es
un asunto de solamente poseer o no una “vaca”, no es el
caso de una simple propiedad personal.
Una advertencia de
antemano, no puede estar en nuestro interés revolucionario
crear un Monte Everest de una colina, o incluso generar un tsunami
innecesario en una tasa de café sobre tales asuntos
educacionales sinceros.
Lo que realmente es imperativo es,
saber la verdad sobre el Marxismo, estudiar su método
dialéctico y su cosmovisión histórica, y como
tal, podríamos enriquecernos a nosotros mismos e innovarlo, es
decir, aplicar sus enseñanzas socialistas y revolucionarias a
la Revolución Bolivariana.
El Marxismo viviente nos
puede ayudar a integrar a América Latina contra la “plaga”
capitalista norteamericana (Simón Bolívar), cuyo
complejo militar-industrial está firmemente basado en una
“propiedad privada de los medios de producción”
global, explotadora y dominadora la cual tiene los ojos puestos sobre
la privatización del petróleo, gas, minerales, metales,
agua, oxígeno y biodiversidad venezolana.
En “El
Capital”, su obra maestra, ¿qué fue lo que Marx
dijo realmente sobre la posesión privada de los medios de
producción, que forma la esencia de su teoría de clase;
que define científicamente las varias clases sociales
antagónicas, la lucha de clase, la venidera revolución
socialista?
En este sentido son precisamente los actuales y
heroicos intentos de formar un “bloque de poder”
latinoamericano independiente, apoyado por varias “clases
políticas”, que podrían generar nuevas y severas
luchas de clase violentas en América Latina, las cuales
podrían poner en peligro cualquier “Alianza entre
Capital y Trabajo”, cualquier “proyecto histórico”
serio hacia cualquier “modo de producción
post-capitalista” o incluso cualquier “Socialismo
Computarizado”.
Ignorar la relevancia de la propiedad
privada de los medios de producción capitalista y de la
existencia de la verdadera lucha de clase global moderna (incluso si
Fox News y CNN no informan sobre ellas), es perder completamente el
tren emancipatorio, es no entender el Marxismo, es decir, el
socialismo científico y filosófico; es caer en los
tentáculos mortales del actual reformismo y la capitulación
“neoliberal”, es encontrarse en un viaje apocalíptico
yanqui hacia la “verdadera democracia”
Orweliana.
Históricamente ¿cómo llegó
a existir la propiedad privada de los medios de producción?
¿De qué se trata? Dentro del Capitalismo, ¿cómo
ésta explota al trabajo?
A través de los últimos
siglos, en Venezuela, ¿cómo convirtió la
propiedad privada a millones de campesinos, buhoneros, estudiantes y
trabajadores en miserables desempleados, en sub-empleados sufridos y
en esclavos asalariados explotados?
En Venezuela nunca se
podrá erradicar la esclavitud asalariada mientras existe la
posesión privada de los principales medios de producción,
como lo son por ejemplo PdVSA o las grandes extensiones de tierra.
Según Carlos Marx, en su
obra principal “El Capital”, Volumen I, Parte VIII,
Capítulo 32, “La Tendencia Histórica de la
Acumulación Capitalista”, leemos:
„¿A
qué se reduce la acumulación originaria del capital, es
decir, su génesis histórica? En tanto que no es la
transformación directa del esclavo y del siervo de la gleba en
obrero asalariado, o sea, un simple cambio de forma, la acumulación
originaria significa solamente la expropiación del productor
directo, o lo que es lo mismo, la destrucción de la propiedad
privada basada en el trabajo propio. La propiedad privada, por
oposición a la social, colectiva, sólo existe allí,
donde los medios de trabajo y las condiciones externas de éste
pertenecen a
particulares“.
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1860s/eccx86s.htm
Marx
continua a explicar el origen y la función de la propiedad
privada:
“Las infinitas modalidades que a primera vista
presenta la propiedad privada no hacen más que reflejar los
estados intermedios situados entre esos dos extremos. La propiedad
privada del trabajador sobre sus medios de producción es la
base de la pequeña producción y ésta es una
condición necesaria para el desarrollo de la producción
social y de la libre individualidad del propio trabajador. Cierto es
que este modo de producción existe también bajo la
esclavitud, bajo la servidumbre de la gleba y en otras relaciones de
dependencia“.
La razón de por qué la
propiedad privada es contrarrevolucionaria, de por qué es un
obstáculo que inhibe la realización del poder ciudadano
económico y la formación de cooperativas y colectivos,
Marx nos la explicó de la siguiente manera:
“Este
modo de producción excluye la concentración de esos
medios de producción y excluye también la cooperación,
la división del trabajo dentro de los mismos procesos de
producción, el dominio y la regulación social de la
naturaleza, el libre desarrollo de las fuerzas productivas de la
sociedad. Sólo es compatible con unos límites estrechos
y primitivos de la producción y de la sociedad. Querer
eternizarlo, equivaldría, como acertadamente dice Pecqueur, a
‘decretar la mediocridad general’. Pero, al llegar a un
cierto grado de progreso, él mismo crea los medios materiales
para su destrucción”.
Marx también explicó
de manera muy precisa, cómo al final del siglo 18 y al
comienzo del siglo 19 las obsoletas relaciones y fuerzas de
producción agrícolas y feudalistas, que se basaron en
“medios de producción individuales y desperdigados”,
habían chocado violentamente una contra la otra y se
convirtieron como “propiedad minúscula de muchos en
propiedad gigantesca de unos pocos”. Como tal llegó a
existir el actual y bárbaro modo de producción moderno,
el capitalismo:
“A partir de este momento, en el seno de
la sociedad se agitan fuerzas y pasiones que se sienten aherrojadas
por él. Hácese necesario destruirlo, y es destruido. Su
destrucción, la transformación de los medios de
producción individuales y desperdigados en medios socialmente
concentrados de producción, y por tanto de la propiedad
minúscula de muchos en propiedad gigantesca de unos pocos; la
expropiación de la gran masa del pueblo, privándola de
la tierra y de los medios de vida e instrumentos de trabajo, esta
horrible y penosa expropiación de la masa del pueblo forma la
prehistoria del capital”.
Resumiendo, históricamente
es ineludible notar, que la “propiedad privada”, la
expropiación de todos los campesinos y trabajadores, o sea de
la mayoría de la población mundial, para Marx era y
sigue siendo un simple “vandalismo despiadado”. En “El
Capital” Marx negó dialécticamente la “propiedad
privada de los medios de producción” como explotación
económica, como “propiedad privada capitalista, que se
basa en la explotación de la fuerza de trabajo ajena, aunque
formalmente libre”, por ejemplo, en el trabajo asalariado.