Franz J.T. Lee, febrero de 2005



Venezuela: Pasando el Punto de No Regreso; del “Caracazo” al Socialismo Mundial



Profesor de la Universidad de Los Andes (ULA) Franz J. T. Lee: Hace 16 años, en febrero de 1989, ocurrió un evento histórico en Venezuela. En el contexto de las actuales campañas internacionales de desinformación y de la preparación ideológica de otro ataque estadounidense a la soberanía venezolana, es obligatorio recordar el “Caracazo” del 27 de febrero de 1989.

En 1989, bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez y como resultado de un intento de implementar en Venezuela las bien conocidas medidas “neo-liberales” salvajes por parte del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, Caracas y otras ciudades fueron sacudidas por intensas protestas populares.

Históricamente las hambrientas masas oprimidas de Venezuela inscribieron con su sangre en los muros de Caracas su eterno y categórico NO a todas las formas de explotación y opresión yanqui y puntofijista.

Miles de habitantes de los barrios, que ya habían sufrido las consecuencias del “Viernes Negro” de 1983, no tenían alternativa y tuvieron que apropiarse de los propios frutos de su explotada fuerza de trabajo físico, es decir de los bienes capitalistas de consumo. Comenzaron a saquear los negocios y llevarse todo que podían agarrar. Igual que en el caso de “Los Miserables” de Víctor Hugo y de los “Condenados de la Tierra” de Frantz Fanon, madres desnutridas, teniendo en mente únicamente sus hijos inocentes muriéndose de hambre y enfermedades, violaron las panaderías en búsqueda de su pan diario y fueron matadas a tiros por el Estado, que “defendió” el capital, el capitalismo y la propiedad privada internacional de los medios de producción garantizada en la misma Constitución de 1961.

De manera espontánea, desorganizada y sin armas algunas, esta avalancha popular tomó por asalto las bastiones venezolanas de los gigantescos negocios de los Cisneros, Mendozas, Capriles y otros. Como suele pasar en una sociedad de clases, se implementó la “justicia social” burgués-democrática: los pequeños ladrones son castigados, los grandes se dejan en libertad.

Las fuerzas del anterior Estado adeco-copeyano reprimieron violentamente esas protestas populares legítimas. Hasta el día de hoy se desconoce el número de los masacrados. Las cifras oficiales hablaron de un estimado de aproximadamente 300 muertos, pero más tarde se descubrieron centenares de cadáveres mutilados en antiguos pozos petroleros.

Al Soberano Venezolano, a las masas populares les costó más que una década para recuperarse de ese brutal trauma puntofijista, pero nunca lo olvidaron. Al cabo del Milenio le dieron una respuesta histórica y contundente a ese viejo régimen corrupto y obsoleto, a través de una serie de elecciones democráticas, que se convirtieron en el último clavo político-democrático en el ataúd de aquellos lacayos controlados por los Yanquis e infestados por la CIA.

Cómo el factor subjetivo de la Revolución Bolivariana se recuperó de los traumáticos eventos del 27 de febrero y cómo se conscientizó, fue demostrado a través de la defensa de sus logros sociales el 13 de Abril de 2002. Dentro de 47 horas, junto a la Fuerza Armada Venezolana y con el apoyo de los gobiernos de Cuba y Brasil, el Soberano, el pueblo que despertó, en una lucha de clases moderna y paradigmática, revirtió un golpe militar “seguro” orquestado por Washington, en el mayor fiasco de todas las intervenciones estadounidenses.

El 27 de febrero de 1989 es el punto nodal en la historia venezolana moderna y representa el verdadero nacimiento político de Hugo Chávez Frías y de la Revolución Bolivariana. Este nacimiento es de carácter nacional e internacional y se dirige contra el capitalismo, imperialismo y corporatismo mundial. Son estas mismas fuerzas contrarrevolucionarias globales y locales que lo atacan permanentemente.

La única negación verdadera del capitalismo e imperialismo global, que son la verdadera práxis y teoría a nivel mundial, es decir el internacionalismo proletario y el proletarianismo internacional, la desarrolló el socialismo científico y filosófico. Mientras tanto han cambiado los tiempos y los lugares, el imperialismo se ha transformado, pero la renovación, la auto-crítica, la revisión, la reconstrucción y la dinámica revolucionaria del socialismo quedan tan frescos como siempre; de hecho, sólo ahora ha llegado el momento trascendental de la revolución socialista mundial permanente. Sus chispas emancipatorias transhistóricas encienden la pradera revolucionaria venezolana precisamente el 27 de febrero de 1989.

Sin embargo y para razones obvias, nuestros camaradas siguen mencionando con cuidado la lucha moderna de clases en Venezuela, que ya ha alcanzado alturas tales como los continentes proletarios versus el bloque corporativo metropolitano y dimensiones tales como millardos de pueblos esclavos versus las infinitesimales elites dominantes y poderosas, donde la lucha de clases ya fue catapultada en el ámbito social e intelectual. Y no obstante, a nivel personal y hablando por sí mismo, el Presidente Chávez, que ha leído a Trotski, ya habla abiertamente sobre anti-capitalismo y anti-imperialismo como la lucha que debe culminar en el socialismo mundial.

VHeadline.com comenta: “El Presidente venezolano Hugo Chávez Frías hizo un llamado a los asistentes a la Cuarta Conferencia sobre la Deuda Social en Caracas de ayudar en inventar el socialismo del siglo 21 y de rechazar las migajas con las cuales los países capitalistas pretenden ayudar a través de sus programas.

Este tipo de ayuda tiene condiciones ... la retiraron de Venezuela y que favor nos hicieron ... los EE.UU. dijeron no, Venezuela no merece ayuda ... nosotros no la necesitamos y no la estamos solicitando’.

Chávez Frías dijo que Simón Bolívar hubiese terminado como socialista.”

El único problema es: ¿Qué tipo de “Socialismo”?

Bueno, si no sabemos cual, entonces: ¡Nuestro Socialismo!

Además, igual que la Revolución Bolivariana, nuestro Socialismo tiene que ser original, nuevo y auténtico y tiene que ser verdaderamente emancipatorio.

Así que, vamos a pasar el Punto de No Regreso y movernos hacia delante, del “Caracazo” al “Socialismo Mundial”.